sábado, 15 de septiembre de 2012

Holmes&Watson. Madrid days.


Sherlock Holmes y el Doctor Watson se desplazan a Madrid para investigar unos crímenes muy similares a los cometidos por Jack el destripador (aquí le llaman “el charcutero”). 


Me confieso culpable, fui a verla. Quería hacerlo porque soy perdidamente sherlockiana –del canon de Conan Doyle y especialmente de la última adaptación-actualización-modernización que la BBC ha hecho para televisión y porque acabo de releer Fortunata y Jacinta (también víctimas de otro depredador) y quería ver los posibles escenarios donde transcurre esta gran novela. Sabiendo que es cine de Garci, ya no te puedes sentir engañado. Y eso ¿que quiere decir? Pues, preciosismo y acartonamiento a partes iguales; lentitud; diálogos intensos hasta la agonía; pesados cortinajes de terciopelo. 

El guion ha sido escrito por el propio Garci en colaboración con Eduardo Torres-Dulce. Y aunque se pierde en divagaciones y pompa, a veces puede hacerte sonreír. Holmes tiene premoniciones, sueña los asesinatos, predice el psicoanálisis y analiza la situación social y política de España envuelto en volutas de humo y sin pestañear: “España es un enigma, Watson”. Incluso da su opinión sobre las corridas de toros, con tibieza, sin ofender a nadie. Una de cal y otra de arena.

En definitiva, el guion me parece débil. Garci abre diferentes subtramas y no llega a profundizar en ninguna de ellas. Ni en la intriga ni en los amoríos. La historia de amor entre Holmes e Irene Adler (Belén López, guapísima) da mucha pereza. Está resuelta en unas cuantas escenas con conversaciones previsibles y sin ninguna pasión. Por otra parte y después de terminada la película me di cuenta (¿torpeza mía?) de que el doctor Watson, vive un aparente, casto y aburrido triángulo amoroso con su recién estrenada esposa y una joven madrileña. Tampoco desarrolla otra trama que hubiera sido más interesante que las anteriores y sobre todo más actual: empresarios triunfadores y sin escrúpulos, rodeando-presionando-babeando al ministro de turno, pájaros de mal agüero, implicados de alguna manera (que no llegamos a saber) en los crímenes y apostando por el progreso a cualquier precio, progreso que no se puede permitir remilgos éticos. 

Respecto a la puesta en escena y la fotografía, son lo mejor de la película. Las secuencias están dispuestas casi como escenas teatrales, estáticas, pero que encajan muy bien con el ritmo lento de la película y del siglo XIX español. La inserción de postales de la época es ... kitsch y supongo que sirve para paliar la falta de presupuesto, pero funciona. Y también los fundidos, como parpadeos, para saltar de una escena a otra. Pero si no se es fan de Garci, y yo no lo soy, la peli se hace lenta y larga. 

La elección de los actores es correcta. Gary Piquer (no conozco ninguna referencia de trabajos anteriores) interpreta a Holmes y da físicamente el papel; delgado, perspicaz, muy demacrado, fumador compulsivo y adicto a sustancias. El doctor Watson, José Luis García-Pérez (me gustó mucho en Cachorro), también da porte al personaje. El problema de ambos es que sus papeles no consiguen emocionar por la debilidad y lo redicho del guion. Me gustaría destacar a Víctor Clavijo (La señora) interpretando a un periodista enamorado de una de las víctimas, Macarena Gómez (La que se avecina), una cabaretera ingenua. Su triste historia de amor sí que aporta una cierta frescura e inocencia. Lástima que el resto del reparto, especialmente las actrices, esté tan desaprovechado: Belén López, Leticia Dolera y Manuela Velasco. Pasaré por alto el comentar la aparición de Gallardón, porque no quiero caer en el insulto.

Quien busque una película de intriga y acción –que sería lo normal dado el título- no la encontrará, pero sí un viaje en el tiempo al siglo XIX, al Madrid denso y un poco rancio que aparentemente tanto le gusta a Garci. Ni los asesinatos ni su resolución le importan lo más mínimo (pasados 10 minutos de la peli, a mí tampoco) y poner a estos dos personajes allí es sólo una excusa para revisitar Madrid. Lo peor es que abusa de un exceso de personajes, estereotipos, que no aporta nada a la trama principal; yo la recomiendo por la fotografía y por ese tono amarillento añejo y decadente que a veces todavía tiene Madrid. 

Lo mejor, el doctor "Guasón" (Watson) se lleva a Londres la receta del cocido... esto chirría, ¿no? Pues eso, ¡Garci en su máximo esplendor! 

4 comentarios:

  1. Yo, por my fan que sea de Sherlock Holmes (libros y adaptaciones), tuve claro desde que vi el tráiler que no iba a ver esta película. Tu reseña no hace más que convencerme xD

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  3. Veo que has venido ocurrente del veranito..., me gusta leerte y cómo cuentas tus historias. Dudaba entre "ir o no ir" a verla pero chica con tu resumen me has convencido jajaja... Te sigo de cerca guapa. Un besico.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias. Me falta oficio, pero me divierte. Nos vemos, mañana.

      Eliminar

Por favor, deja tu comentario