lunes, 30 de septiembre de 2019

Novela: El cuaderno prohibido de Alba de Céspedes (1952)


La autora.-
Alba de Céspedes nació en Roma, hija de un diplomático cubano y de una mujer de la alta sociedad italiana. Durante los años 1930-1940 fue muy popular como escritora aunque se le culpaba de escribir best-sellers y además que éstos fueran de temática femenina. No obstante haber sufrido estos prejuicios ahora está siendo recuperada. También colaboró con la resistencia durante la II Guerra Mundial, editó una revista, fue guionista de cine teniendo una activa vida intelectual. Otras obras suyas: Nessuno torna indietro, Dalla parte di lei o el guion de la película de Antonioni Las amigas. 

Mi opinión.-
En los años 1960, se publicaron en castellano varias novelas de esta autora, entre ellas El cuaderno prohibido que, actualmente, no pueden encontrarse, así que bienvenida sea una nueva edición. Lo primero que me resultó extraño de esta novela es que, estando situada entre noviembre de 1950 y mayo de 1951 existan pocas referencias a la guerra y a la posguerra. Es algo que también me extraño de Oculto sendero, la novela autobiográfica de Elena Fortún. En fin, los autores son libres de tratar lo que quieran, pero a mí me resulta extraño que apenas 5 años después de la guerra, en esta novela no quede memoria de ella.

Hay que decir también que, en un primer momento, la novela se publicó por entregas en una revista femenina y eso se nota, a veces, en el ritmo un poco repetitivo del libro. Como también se nota un cierto aroma a folletín melodramático con su pizca de escándalo para mentes pequeñoburguesas.

Alba de Céspedes en los años 1950. Valeria no se hubiera atrevido a vestir así
Confieso que me costó entrar en la novela, que me pesaba demasiado este tono de folletín pseudoescandaloso. Pero bajo esa cobertura formal también tiene mucho de autorreflexión de una mujer a escondidas, en un diario, poniendo de manifiesto que no tiene nada de intimidad. Y es que a partir de la página 130 empezó a ser más interesante. Se produce, entonces, un enfrentamiento duro entre madre e hija que resulta muy aclarador.

La portada de la edición de 1958

Valeria es una mujer de 43 años, casada y con dos hijos veinteañeros completamente distintos. Su marido es una buena persona y también un buen marido. Sin embargo, la actitud que mantiene hacia ella es inadecuada. Por un lado la trata como si fuera una niña pero por otro casi la considera como una madre. Niña-Madre son los roles que Valeria ha asumido durante su vida, pero por ese camino ha olvidado como ser mujer.

La edición de bolsillo
No sólo es una reflexión sobre la condición de las mujeres sino también una reflexión sobre la vejez y el salto generacional. La convivencia familiar muestra considerables señales de fatiga y Valeria quiere revelarse contra ello, aunque no sepa cómo. Tiene a su alrededor referentes, su hija y su amiga Clara, pero yo creo que para ella pesa más la inercia. Un domingo decide comprar un cuaderno.

Una edición cubana
Parece un detalle sin importancia pero, en Italia en los años 1950, no se podía vender un cuaderno. Cigarrillos sí, pero la venta de otras cosas más útiles podía ofender a Dios. Desde el momento en el que comienza a escribir en el cuaderno se descubre a sí misma como una persona diferente a la que ven los demás. De alguna manera, la escritura y la sinceridad se van apoderando de ella y revelándole una personalidad que había quedado oculta y que está dominada por el miedo a ser descubierta. De ahí, que viva obsesionada con la posibilidad de que su familia descubra el encuentre el diario y se ría de ella.

Alba de Céspedes
A pesar de que, como ya he comentado, me costó entrar en la dinámica de la novela, me parece muy interesante porque bajo la cobertura de folletín por entregas se encuentran reflexiones muy interesantes de una mujer de 1950 que a los 43 años ya empieza a ser considerada una anciana cuya única finalidad en la vida será convertirse en abuela.




El cuaderno prohibido
Alba de Céspedes

Trad. Pepa Linares

Ed. Contraseña

jueves, 26 de septiembre de 2019

Exposición: Poéticas de la emoción. CaixaForum Zaragoza


La etimología de la palabra emoción está relacionada con el movimiento. Y eso son los emociones algo que nos moviliza por dentro, para bien y para mal. Es una respuesta prelingüística a determinados estímulos; es la primera respuesta de un bebé. Es aquella respuesta que no tenemos que aprender; la que vive muy cerca de nuestros instintos.

Llanto sobre Cristo muerto de Esteban Jordán, 1567-1600

El Arte y sus distintas disciplinas se han preocupado de las emociones en dos aspectos principales. Por una parte, parecen destinados a provocar emociones en los espectadores y por otra son instrumentos en los que el autor vierte y expresa sus propias emociones. Así se produce un doble juego que potencia la expresividad de las emociones. El autor se emociona y emociona al mismo tiempo.

Joan Miró. Bailarina, 1981
La exposición presenta obras de diferentes épocas bajo este denominador común: la expresión poética de las emociones. Desde la pintura gótica a las vídeocreaciones más novedosas, los autores se implican en la trasmisión de emociones. Aunque no siempre lo consigan. Yo tengo que reconocer que estar varios minutos frente a una grabación de vídeo de un artista llorando, I’m too sad to tell you de Bas Jan Ader, no me provoca ninguna emoción.

I'm too sad to tell you. 1971

Sin embargo, The silent sea de Bill Viola o Turbulent de Shirin Neshat sí que me produjeron una honda emoción, como también, el Descendimiento de la cruz. ¿Por qué unas cosas nos emocionan y otras no? Supongo que todo depende de nuestra propia vida, de nuestra historia.

Turbulent 1998

Si yo me defino como feminista es más probable que me emocione la videoinstalación de Shirin Neshat, Turbulent, que muestra en dos pantallas enfrentadas la diferencia entre hombres y mujeres. Un hombre vestido de blanco, de espaldas a un auditorio compuesto exclusivamente por hombres, proyecta y exhibe su voz y su derecho a estar en el mundo; mientras que en la pantalla opuesta, una mujer con un vestido negro y frente a un auditorio vacío no tiene ninguna posibilidad de ser escuchada.




Este Descendimiento de la cruz, anónimo de Escuela hispanoflamenca, se ha inspirado directamente, especialmente las expresiones de Nicodemo, San Juan y la Magdalena, en el pintado por Rogier van der Weyden en 1435 y que se encuentra en el Museo del Prado. Resulta conmovedor ver cómo el autor ha reproducido fielmente las gotas de sangre traslúcidas alrededor de la corona de espinas de Cristo. En este detalle, me recuerda también a la obra de Juan de Flandes que pude ver en la última exposición de las Edades del Hombre, La oración en el huerto. Allí también el autor se afanó en reproducir el sudor de sangre propio de la angustia ante la muerte.


En The silent sea de Bill Viola, un grupo de nueve actores expresa sincrónicamente sus emociones individuales, formando una ola. Apenas se mueven, apenas se rozan pero constituyen una unidad de sentimiento y emoción; además, la lentitud del movimiento potencia la más mínima variación en cada una de las expresiones.


También hay espacio en la exposición para la fotografía documental y de prensa, que muestra la lucha emocional y física por los derechos políticos y sociales y también para la fotografía de guerra. Pero no olvida tampoco las sencillas fiestas de pueblo y la diversión. Todo puede ser abarcado con las emociones tanto individuales como colectivas. Hasta el 27 de octubre en CaixaForum Zaragoza.

Funeral en Kosovo. Enric Folgosa Martí

Distintas manifestaciones en Barcelona. Años 1970. Colita

Günther Förg. Sín título. 1988


lunes, 23 de septiembre de 2019

Memorias: La importancia de no entenderlo todo (1999) de Grace Paley

La autora.-
Nació en Nueva York en 1922, hija de emigrantes judíos rusos de izquierdas. En su literatura, es muy importante, la experiencia de la inmigración. Sobre todo por la influencia de las mujeres de su familia, encargadas de mantener los lazos con el país y la cultura de origen. Fue escritora, profesora y activista política durante toda su vida. Escribió tres libros de cuentos: Batallas de amor, Enormes cambios en el último minuto y Más tarde el mismo día



Mi opinión.-
Grace Paley afirma que las mujeres escriben de manera diferente a los hombres. Una literatura más doméstica pero con una mayor riqueza de matices; una literatura muy rodeada de mujeres y de todas sus actividades. Es posible que su experiencia como hija de inmigrantes/exiliados haya tenido mucho que ver en ello. Su abuela apenas aprendió a hablar inglés y en su casa se utilizaba el ruso y el yidis.

Años 1920 en Nueva York. Podrían haber sido Grace Paley y su madre.
Esto es muy curioso porque de niña, Grace Paley era considerada un marimacho. Una niña que desafiaba a cualquier chico a silbar, correr, subir a los árboles y jugar a cualquier otra cosa que implicase acción y un cierto riesgo. No le gustaban nada las muñecas. Sin embargo, creció en ese ambiente de vecindario obrero, caracterizado por ser una tupida red de ayuda que las mujeres inmigrantes se preocupan de tejer. Paley años después supo valorar la pertenencia a ese universo de mujeres inmigrantes y destacarlo en su literatura.


Sobre feminismo, dice Grace Paley que las mujeres han leído siempre lo que escribían los hombres, aunque se dieron cuenta de que ese universo no las incluía siguieron haciéndolo, cosa que los hombres no han hecho por las mujeres. No se han molestado en leerlas. La prueba es que cuando le pides a alguien que te recomiendo un autor o autora mayoritariamente te recomendará un hombre.

En una acción frente al Pentágono

Otro rasgo muy importante de Grace Paley que transpira toda su literatura es el humor. Desplegar un humor muy particular y ácido en cualquier situación de la vida, especialmente ante una situación amarga. Eso se ve claramente en sus cuentos, publicados por Anagrama en un solo volumen, que recomiendo vivamente. Los críticos dicen que se trata de típico humor judío neoyorquino.


La producción literaria de Grace Paley no ha sido muy abundante. Estuvo muy ocupada durante toda su vida en enseñar a los demás y, especialmente, en dar relevancia a su compromiso político con el feminismo y el pacifismo. Comenzó su actividad pacifista durante la II Guerra Mundial, pero fue durante la Guerra de Vietnam donde su activismo fue más intenso. En este libro se mencionan sus viajes por Vietnam y su contacto con la población civil, además de sometida a una guerra injusta también fue víctima de tráfico de presuntos huérfanos para acallar la conciencia de Occidente. Al final, la imagen que queda es la de dos “madres patrias”, Estados Unidos y Vietnam, que pugnan por quedarse a los niños, pero nadie pregunta a los niños qué es lo que quieren.


A pesar de ser anciana siguió activamente las campañas contra la Guerra de Irak. Porque como ella misma escribe en la página 118, Queremos que en nuestra edad madura nuestra experiencia y nuestras capacidades sean honradas y utilizadas.


El libro es muy ameno y fácil de leer. Es de esos libros hechos de material que queda suelto y en el que la autora no ha intervenido. Pero, al mismo tiempo, ofrece una panorámica seria y completa de los intereses que Paley tuvo en su vida. Si se le puede criticar algo es que no facilite información sobre cuándo y cómo se escribieron y si estaban pensados para ser publicados o, por el contrario, eran textos para ser leídos o hablados en algún acto político o quizá fuesen entrevistas. Lo mejor del libro es que descubre a una autora fascinante y que te lleva irremediablemente a leer sus cuentos. Muy interesante.




La importancia de no entenderlo todo
Grace Paley
Prólogo de Elvira Lindo

Trad. Arturo Muñoz

jueves, 19 de septiembre de 2019

Museos de Teruel. Verano 2019.


El Museo de Teruel se inauguró en 1959 y “vivió” en diferentes sedes hasta que en 1987 se instaló, espero que definitivamente, en la llamada Casa de la Comunidad. Su misión desde el principio ha sido la investigación y divulgación del patrimonio arqueológico y de las formas de vida tradicionales, aunque desde los años 1990 esta misión se ha complementado con las exposiciones temporales dedicadas al arte del siglo XXI. En este momento se puede ver una exposición fotográfica enmarcada dentro del Festival Teruel PuntoPhoto, dedicada a la obra de Sasha Asensio.


La Casa de la Comunidad se construyó en el año 1592, siendo la sede político-administrativa de la comunidad formada por Teruel y sus aldeas y era también alojamiento para los diputados representantes de estas aldeas. Un juez era la máxima autoridad dentro de esta organización y también disponía allí de un despacho. Ya en el siglo XIX, en 1837, cuando decayó la importancia de esta comunidad turolense se instaló allí la Diputación Provincial.

Espectacular vista desde la logia. Torre, cimborrio y cúpula de la Catedral
Es un edificio renacentista, construido en piedra, con una fachada principal de 15 metros de altura, dividida en cuatro cuerpos. En el último de ellos se encuentra la logia, con unas vistas espectaculares a través de sus arcos de medio punto. Actualmente, se están llevando a cabo obras de ampliación, uniendo el Palacio del Marqués de Tosos, edificio del siglo XVII.

Indumentaria tradicional

En la planta sótano se encuentran las salas dedicadas al trabajo y la forma de vida tradicional, incluido el modo de vestir. También hay un apartado para los juguetes considerados como herramientas para socializar a los niños en su futuro papel de adultos, teniendo en cuenta la dimensión de género. Hay una mini cocina completa con su chimenea, su vajilla y una trébede. Por supuesto, ninguno de estos accesorios es de plástico. Preciosa.


La cocinita
En la sala de las creencias religiosas había un pequeño altar utilizado como juguete. También algunas lápidas de niños en cerámica del siglo XIX y sobre todo este Detente bala que resulta conmovedor. Puedes imaginar a una mujer, novia, hermana o madre de un soldado, bordando esta imagen y en cada puntada depositando toda su fe para proteger al hombre.

Detente
Encaje de bolillos
En el Museo de Teruel no podía faltar una planta dedicada a la evolución de la cerámica. Desde las menudas lucernas que apenas daban más luz que una cerilla hasta una botica repleta de albarelos.



Teruel fue zona de enfrentamiento entre iberos y romanos y de ello queda constancia en una gran maqueta en la que se puede identificar a los iberos por su desorden y porque visten pieles de lobo. Pero también fue zona de convivencia, más o menos pacífica, entre cristianos, moros y judíos. Y así quedó constancia también en los objetos de la vida diaria.



También fui a ver el Museo de Arte Sacro, instalado en el edificio del obispado de Teruel y Albarracín, de finales del siglo XVI, en la misma plaza que la Catedral. Se pueden contemplar allí pinturas y esculturas, piezas de orfebrería y vestimenta, ordenadas no conforme a criterio cronológico sino más narrativo. En la planta baja, las salas dedicadas a la vida y muerte de Cristo y a la vida de la Virgen; y en la planta alta, principalmente, a la eucaristía con notables piezas de orfebrería.

Cofre de madera, revestido con placas de hueso talladas

El museo es pequeño pero tiene piezas muy interesantes. Una de las que más me ha gustado es esta Piedad, perteneciente a la Iglesia de San Martín (la de la torre), del siglo XVI, que sigue con la tradición de representar a la Virgen mucho más joven que su hijo muerto.


Pero la pieza estrella es este relieve que representa a Cristo como Árbol de la vida. Procede de Filipinas, es del siglo XVII y su extraña forma se debe a que se ha tallado en marfil. Cristo crucificado está rodeado con medallones, tallados muy delicadamente, que narran escenas de su vida y pasión; el árbol hunde sus raíces en un personaje que está acostado en el suelo y que creo que es Adán. Y más cosas para ver en Teruel: Teruel Mudéjar y Medieval y Teruel Modernista.















Más fotos del Museo de Teruel

Cristianos

Moros

Judíos

Cerámica

lunes, 16 de septiembre de 2019

Cine: Los Goonies (1985) de Richard Donner


Los Goonies hacen realidad la fantasía que todos hemos tenido de pequeños y, además, la mejora. Especialmente cuando estábamos de vacaciones en un sitio desconocido. Cuando íbamos al pueblo de nuestros abuelos o a cualquier localidad en la playa o, incluso, en la montaña ¿quién no soñaba con encontrar un tesoro o, siquiera, una cueva olvidada o un manuscrito antiguo?


Yo confieso que, en las últimas escenas de la película, cuando el barco de Willy el Tuerto vuelve a surcar los mares, se me acelera el corazón, como si todo eso fuese posible y Odissey Marine Exploration (esa empresa cazatesoros que se dedica al saqueo de pecios españoles) no existiera. En realidad, es como si cualquiera de las aventuras de Los cinco, esos personajes creados por Enid Blyton, se hubiera hecho realidad. Aunque en las aventuras de Los cinco, las chicas tengan un mayor protagonismo.


La película es de 1985 y, aunque se ha reestrenado restaurada, se nota el paso del tiempo. Sin embargo, no deja de tener su atractivo y se confirma año a año su entrada en el Olimpo de las películas de culto de los años 1980.


Se rodó en Astoria, Oregón, en la costa del Pacífico, una pequeña ciudad fundada en 1811 por Johann Jakob Astor. Según la Wikipedia este señor fue el primer multimillonario estadounidense e hizo su fortuna con el comercio de pieles (hoy no estaría muy bien visto). En Astoria se localizan los Goondocks, muelles que anteriormente se utilizaban para atracar las pequeñas barcas pesqueras. A sus habitantes se les llaman los goonies.


Los goonies son cuatro chavales preadolescentes que, posiblemente, pierdan sus hogares y tengan que irse a vivir a una ciudad del interior, disolviéndose la pandilla. A los cuatro chicos se les unen involuntariamente el hermano mayor de uno de ellos y dos chicas que pasaban por allí y que no son muy relevantes. Cuando están preparando ya la mudanza en casa de Mickey encuentran en el desván el mapa de un tesoro y, por supuesto, se ponen a buscarlo.


Mickey es el buen chico dulce y sensible que será un adulto dulce y sensible; su hermano Brad es el guaperas de buen corazón que intenta ligarse a Andy, la joven novia de América de sonrisa perfecta; Stef, la amiga de la chica guapa, es la gafotas, sarcástica y protofeminista declarada; Data es el inventor desastre al que de vez en cuando le funcionan las cosas; Bocazas hoy no tendría sitio en una película, es un salidillo que le tira los tejos incluso a la madre de sus amigos; y Gordi, evidentemente es el gordito del grupo, pero también inteligente y realmente muy gracioso (la escena con el mafioso es antológica). Son personajes arquetípicos pero con la consistencia adecuada para hacer pasar un buen rato.


En la aventura de estos críos se cruzan también unos mafiosos de poca monta y mucho humor. La madre y los hermanos Fratelli parecen sacados de un comic infantil. A partir de su encuentro, la película son carreras, huidas, obstáculos, trampas, persecuciones y amenazas. Es decir, todo lo que hace divertido un viaje de la preadolescencia a la adolescencia, incluido el beso de la chica y el rescate del tesoro.





Director: Richard Donner
Guion: Chris Columbus (idea de Steven Spielberg)
Música: Dave Grusin
Fotografía: Nick McLean
Intérpretes: Sean Astin, Corey Feldman, Josh Brolin, Martha Plimpton, Joe Pantoliano, Kerri Green, Jeff Cohen, Jonathan Ke Quan, Anne Ramsey, John Matuszak