jueves, 29 de octubre de 2015

Ensayo: El Minotauro global. Estados Unidos, Europa y el futuro de la economía mundial de Yanis Varoufakis ( 2012)

Trato de entender con todas mis fuerzas la economía como ciencia pero tengo que confesar que debo de tener un interruptor dentro de mi cerebro y me lo impide. He estudiado economía política cuando hacía Derecho y en Sociología también teníamos una asignatura, Introducción a la economía, pero nada. No paso de los conceptos de oferta y demanda y de los cañones y la mantequilla. Déficits, superávits, inflación, financiarización me superan aunque sigo intentándolo. 

Varoufakis
Así que en ese intento me enfrenté al último libro de Yanis Varoufakis. Para muchos, Varoufakis es un provocador nato. Ha sido ministro de finanzas griego hasta su dimisión en julio de 2015. Es profesor, economista y sigue siendo diputado (muy crítico) por SYRIZA. Ha escrito varios libros, es conferenciante y analista de mucho prestigio. Izquierdista y sin pelos en la lengua, últimamente parecía más un problema que una solución para la situación de Grecia así que decidió dimitir. Ha desarrollado casi toda su actividad académica como profesor en universidades de Australia y Estados Unidos. Debe de conocer bastante bien al Minotauro global.

El Minotauro y Teseo
El Minotauro era hijo de Pasífae (uno de los nombres de la luna) y del Toro de Creta. De esta relación, de un toro enamorado de la luna, sólo podía nacer un monstruo, un hombre con cabeza de toro. Y como todo monstruo que se precie era cruel y periódicamente requería para alimentarse un sacrificio humano. 7 hombres y 7 mujeres (las mujeres vírgenes claro; los hombres daba igual). El caso es que hasta que llegó Teseo y mató al Minotauro aquello era un sinvivir.

Varoufakis compara la economía de Estados Unidos con el Minotauro; la economía estadounidense durante décadas ha necesitado para impulsar la economía mundial una corriente continua de capital facilitada por el resto del mundo, pero que hace ya tiempo que se ha convertido en un problema más que en una solución. El funcionamiento desregulado del Minotauro Global ha provocado una gran Crisis, un colapso que no puede resolverse con meros parches sino con soluciones más creativas y alejadas del neoliberalismo.

La Reina Isabel preguntó a varios distinguidos profesores de la London School of Economics por qué no pudieron prever esta crisis. La respuesta fue que el capitalismo siempre genera crisis y que el capitalismo tiene sus propios mecanismos para superar sus crisis. Pero en esta gran crisis esa respuesta no fue válida. Varoufakis afirma que estos profesores cayeron en la trampa de su propia retórica; gráficamente dice que el crash de 2008 fue el inevitable resultado de otorgar a los cazadores furtivos el papel de guardabosques. Algo así como poner al zorro a vigilar a las gallinas o como no ser consciente de vivir una borrachera de optimismo irracional. Además quien se esforzaba en avisar de lo que se avecinaba era tachado de cenizo y pesimista.

Tsipras 
Así que podría decirse también que pecamos de vanidad y al final esos artefactos económico-financieros creados por hombres (varones, deseosos quizá de probar que eran más machos que nadie) adquirieron vida propia y se rebelaron, multiplicándose a partir de entonces sin control, engordando como una bola de nieve rodando por una montaña. Las instituciones capitalistas crearon unas agencias de calidad, destinadas a controlar sus productos, cosa que en realidad no hicieron por varios motivos: estaban tan borrachas de éxito como todos, nadie cuestionaba la teoría económica que tanto bienestar había creado en el mundo y también participaban de un comportamiento rebañego. Cualquiera que se hubiera opuesto hubiera sido tachado de cenizo y pesimista o incluso se hubiera arriesgado a perder su puesto de trabajo. Tanto poder llegó a tener (y sigue teniendo) el Minotauro Global como para poder convencer a todo el mundo de que su ideología (neoliberal) es en realidad una ciencia (económica).

Disturbios en Grecia 
Ya en las primeras páginas Varoufakis habla de la aporía, definiéndola como un estado de intensa perplejidad en el que nos encontramos cuando nuestras certezas se hacen añicos. Así estamos ahora. Por una parte, vemos que existen economistas disidentes, como él, que tienen otra visión de las causas y las consecuencias de la crisis y por otra vemos que no se les hace caso. Alexis Tsipras, primer ministro griego, elegido por ser contrario a las políticas de austeridad, aparentemente estaba de acuerdo con Varoufakis, sino no le hubiese nombrado ministro. Tsipras, como sabemos, convocó un referéndum que resultó ser un absoluto rechazo a las condiciones de rescate propuestas por la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo. Sin embargo, no se ha respetado la voluntad del pueblo griego, ha dimitido Varoufakis y Tsipras ha aceptado las condiciones del rescate. La pregunta siguiente es, ¿para qué cojones convocó un referéndum que no pretendía respetar?

Pues eso, aporía. Absoluta perplejidad. 



El Minotauro Global. Estados Unidos, Europa y el futuro de la economía mundial.
Yanis Varoufakis 

Ed. Capitán Swing

lunes, 26 de octubre de 2015

Teatro: El zoo de cristal de Tennessee Williams (2015)

El zoo de cristal es de ese tipo de literatura que carga las tintas contra las madres. Presenta a una madre aparentemente alegre y desenvuelta, pero en el fondo, y esto es algo que los hijos no saben ver, es una mujer profundamente preocupada por el porvenir de sus hijos, especialmente de su hija. Es una mujer que cometió el gran error de su vida al elegir como marido a un hombre débil y borracho que terminó por abandonarla. Nunca sale en la obra de teatro, pero en la adaptación de Eduardo Galán, dirigida por Francisco Vidal, su retrato sigue presente en el salón de la casa. Una manera de no olvidar la traición y el abandono de ese hombre. 

Amanda Wingfield era una joven sureña atractiva, elegante, preparada únicamente para ser una buena esposa y madre. Todavía conserva los viejos vestidos de cuando era joven y recuerda la cantidad de pretendientes que tuvo. Como ella misma dice “dominaba el arte de la conversación” y yo añadiría que ahora también domina el arte de disimular su fracaso. Ha tenido dos hijos que tienen que preparar su futuro durante la Gran Depresión en los Estados Unidos de 1930. 

Tom, soñador insatisfecho (como su padre), inseguro y egoísta y que abandonará a su familia (como su padre) a pesar de los ruegos de su madre para que siempre se ocupe de su hermana. Y Laura, una joven tímida que sufre ataques de pánico. No es guapa, ni elegante, ni simpática, no tiene pretendientes y además sufre una leve cojera que ella se encarga de agrandar. Vive pendiente de sus figuritas de cristal, tan frágiles como ella misma. Intuimos que Tom y Laura son grandes decepciones para las esperanzas de su elegante y decadente madre. Y aunque ella nunca lo dice abiertamente, de alguna manera esa frustración callada siempre acaba por salir, en comentarios tan cínicos como inocentes o en gestos de desprecio que casi pasan desapercibidos.

En su esfuerzo por encauzar la vida de sus hijos (lo que es su obligación como madre) se muestra dominante, manipuladora y obsesiva; pero también vulnerable, desorientada y tierna. Amanda quiere por todos los medios prevenir el desastre de su hogar, aunque no sepa cómo hacerlo y en lugar de evitar la ruina se gane el resentimiento de sus hijos.



Y es que es totalmente lógico que una mujer no sepa cómo ser madre. Sobre todo si es abandonada por aquel que tenía que proporcionarle un hogar estable, porque así era el reparto de papeles (así sigue siendo en la mayor parte del mundo): las mujeres no acceden a la educación ni a la preparación que les facilitaría encontrar un trabajo y a cambio de ello deben confiar su vida a un hombre egocéntrico que las puede abandonar en cualquier momento. En este caso Amanda, educada como una joven señorita del sur que “dominaba el arte de la conversación” no puede apoyarse ni siquiera en el hijo que ha salido tan flojo como su padre. El egoísmo de Amanda está plenamente justificado por haber sido educada como un ser dependiente de otros, de su marido, de su hijo, hombres menos inteligentes y valientes que ella, a los que debe confiar su propia supervivencia.



El zoo de cristal fue escrita por Tennessee Williams en 1944 y es una de sus obras más autobiográficas. En esta adaptación de Eduardo Galán, Silvia Marsó interpreta a Amanda. Sus hijos son Pilar Gil y Alejandro Arestegui. Carlos García Cortázar interpreta a Jim, el amigo de Tom y posible novio para Laura.


Autor: Tennessee Williams
Adaptación: Eduardo Galán
Dirección: Francisco Vidal 

Intérpretes: 
Silvia Marsó (Amanda) 
Carlos García Cortázar (Jim) 
Alejandro Arestegui (Tom) 
Pilar Gil (Laura) 

Escenografía: Andrea d'Odorico
Iluminación: Nicolás Fischtel
Vestuario: Cristina Martínez
Sonido: Tuti Fernández 

viernes, 23 de octubre de 2015

Cine: Al encuentro de Mr. Banks (2013) de John Lee Hancock

Tenía la sensación de que esta película iba a ser una biopic melodramática y ñoña. Pero no ha sido así. A pesar de que el argumento se prestaba a ello. P.L. Travers fue la creadora de Mary Poppins, además de actriz y periodista. Había nacido en Australia y no tuvo una infancia muy feliz. Adoraba a su padre, alcohólico e incapaz de mantener un puesto de trabajo, que murió joven y que llevó a la familia a la ruina. 

En esta película la interpreta Emma Thompson. En realidad la película narra el enfrentamiento y la relación muy peculiar que mantuvo la autora con los Estudios Disney una vez que estos decidieron llevar al cine los libros de Mary Poppins. Durante muchos años se negó a ceder los derechos a Disney, pero perseguida por la falta de dinero y las deudas al final no tuvo más remedio que vender. Más de 20 años le costó a Disney convencerla. Sin embargo, estableció condiciones muy duras para ello. No quería que hubiese animación en la película y tampoco le gustaba el actor elegido; ella se encargaría personalmente de supervisar los guiones y la filmación, para lo cual se desplazó desde Londres a California. A partir de aquí empiezan la película y los problemas.

P.L. Travers en su época de actriz
Decir que se comportaba como una tiquismiquis, niquitosa, quisquillosa,  inglesa excéntrica y esnob o mosca cojonera sería poco; pero lo cierto es que Emma Thompson la reviste de fragilidad y ternura. Así que por debajo de una mujer de mediana edad, elegante y peripuesta, está la niña australiana, hija de un borracho y una señorita de la buena sociedad, que tuvo que arreglárselas sola muy pronto y que nunca se perdonó a sí misma haberle fallado a su padre. Y así en la película se intercalan ambas historias, la infancia que la lleva a ser una mujer fría y distante y el presente (en los años 1950) cuando Disney (Tom Hanks) le devuelve la magia y la capacidad de sentir. Un poco ñoño, pero se puede soportar, al fin y al cabo, como dice P.L. Travers en la película los Banks y Mary Poppins eran su familia y tenía la obligación de protegerlos.

Lo más relevante de la película, es el inmenso amor que la niña sentía por su padre, un soñador fracasado, interpretado por Colin Farrell. ¿Por qué aman las mujeres (aunque sean niñas) a estos individuos que son vendedores de humo? Zalamerías y buenas palabras, pero a la hora de la verdad sólo la ruina, personal, económica y familiar. Es un misterio para mí. Queda fuera de la película, además, la relación conflictiva con su madre, todo miradas y resignación (Ruth Wilsom, hace una interpretación conmovedora); una mujer decepcionada por su marido y por la que la hija no muestra ninguna consideración. Sin embargo, durante toda su vida P.L. siguió venerando a su padre, aunque no se atreviese a reconocerlo. El título original de la película es Saving Mr. Banks, que podría traducirse por Rescatando al Sr. Banks, y esto es lo que hizo Mary Poppins. 

P.L y Disney negociando

Mary Poppins llega a un hogar gris y les toca con su magia. El Sr. Banks es un empleado de banca no muy feliz y que tampoco hace muy feliz a su familia (como el padre de P.L. Travers), pero después de Mary todo será diferente. Porque Mary no llega para educar a los niños sino a su padre. 

La familia Travers en Australia

La película cuenta también cómo se producía una película en los años 1960: lápiz y papel, un piano y cuatro personas pensando alrededor de una mesa. Incontables horas y frustración, hasta dar con la nota adecuada y que P.L. Travers diera su conformidad. La adaptación al cine de Mary Poppins ya ha cumplido sus primeros 50 años y sigue siendo igual de mágica; además se prepara una nueva adaptación cuya protagonista sería Cate Blanchett. 

¡Supercalifragilisticoespialidoso!



Director: John Lee Hancock
Intérpretes: Emma Thompson, Tom Hanks, Colin Farrell, Paul Giamatti, Ruth Wilson. 
Guion: Sue Smith y Kelly Marcel basado en el libro Mary Poppins, she wrote de Valerie Lawson
Música: Thomas Newman
Fotografía: John Schwartzman

lunes, 19 de octubre de 2015

Narrativa: Intxaurrondo. La sombra del nogal de Ion Arretxe (2015)

Ya he comentado otras veces que creo que no se escriben suficientes libros ni se hacen suficientes películas que nos puedan ayudar a entender el fenómeno del terrorismo. Intxaurrondo. La sombra del nogal es una aportación esencial por lo que dice y sobre todo por como lo dice. Profundidad, sensibilidad, cordura y dolor. Ion Arretxe es guionista, dibujante y escritor. También ha trabajado de Director de Arte en cine y ha dirigido algunos cortos.

En 1985, con apenas 20 años y siendo un estudiante, Arretxe fue detenido por la Guardia Civil y trasladado al cuartel de Intxaurrondo donde estaba destinado el exCoronel Rodríguez Galindo, más tarde condenado por su pertenencia al GAL. A Arretxe se le acusaba de pertenecer a un comando etarra, así que se le aplicó la Ley Antiterrorista, quedando incomunicado, sin asistencia letrada ni judicial y sometido a torturas. En esa misma redada se detuvo también a Mikel Zabalza, joven navarro que posteriormente aparecería ahogado en un río sin que, después de 29 años, se hayan esclarecido totalmente las circunstancias de su muerte. Arretxe tuvo más suerte y salió vivo de esa experiencia pero, aunque nunca la había ocultado (a su entorno más próximo especialmente), hasta ahora no había encontrado el tono justo para poder escribirla y exponerla al público.

Eran los años de plomo y del plan ZEN en Euskadi. ETA se había propuesto hostigar a una joven democracia que todavía no estaba consolidada y el gobierno socialista, cedía a la presión de la derecha más rancia. El plan Zona Especial Norte (ZEN) fue diseñado por Barrionuevo, entonces ministro de Interior, como plan de lucha contraterrorista que abarcaba todas las dimensiones del conflicto: social, política, legal y policial. En la práctica, terminó siendo un instrumento fundamentalmente represivo contra los militantes de ETA y también contra todo aquel que llevase el pelo largo y pantalones vaqueros y fumase porros y alborotase, es decir, en los años 1980 todos los jóvenes de Euskadi (o de Murcia o de Huesca también). Pero además fue el caldo de cultivo ideal para el nacimiento de los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL) y el terrorismo de estado; sin dejar de mencionar toda aquella cutrez de Roldán y sus calzoncillos y sus putas robando el dinero destinado a la seguridad de los guardias civiles.

Por el otro lado, estaba ETA, el enemigo fantasma, una sombra que golpeaba y se desvanecía en Francia sin dejar apenas rastro. En aquel momento, Francia era un santuario y el lema de ETA era Bietan Jarrai. Arretxe aclara también el significado del lema: “BIETAN JARRAI, continuar en los dos. Contundentes como el hacha y astutos como la serpiente… golpear y huir”. Golpear y huir, pelear con una sombra es sufrir estallidos de bombas y tiros en la nuca. Cada uno con su lucha y su estrategia y en el fuego cruzado los que estaban en medio, queriéndolo y sin quererlo. Arretxe escribe bien claro en su libro que sabían dónde estaba la línea roja que no querían traspasar. Se podía ser abertzale, sin ser nada más; quizá peque de ingenuo, quizá sea posible mantenerse al margen. La Guardia Civil no lo veía así, si se llevaba pelo largo y se hablaba en vasco, se era etarra. De todas maneras, yo pienso que la neutralidad, cuando la situación es tan turbia y se vive en arenas movedizas, no es posible. Aunque uno mismo no quiera cruzar la línea roja, siempre puede haber algo o alguien que la mueva y te sitúe donde no quieres estar. 

Me alegro de que por fin Arretxe haya encontrado el tono justo para este libro porque ha resultado ser una maravilla. No le conocía como escritor. Ha sabido enfrentarse a esa dolorosa experiencia con la serenidad suficiente, eligiendo muy bien las palabras que utiliza y alternando los párrafos referidos a su situación de detenido con los de su vida normal de estudiante y trabajador. El contraste entre las dos realidades llega a ser a veces poético, “…medio abertzales y medio punkis, bailando sevillanas por las calles de Benidorm con la gracia y el duende del pato Lucas”, “Yo era un Gulliver herido por un ejército de liliputienses”. Además el sarcasmo y la ironía rescatan al protagonista de la desolación más absoluta en los días de aislamiento; también el absurdo. Según la ley antiterrorista los detenidos tenían derecho a la asistencia de un médico, más que nada debía ser para certificar que se les podía seguir torturando sin riesgo de muerte: “El matasanos aquel me tomó el pulso y me auscultó con el fonendoscopio. -¡A ver si fumamos menos!- me dijo en tono de reproche”.

Este libro es otra aportación más para entender lo que pasó en el País Vasco en los años 1980; esta vez desde el punto de vista de quien estuvo muy cerca de cruzar la línea roja aunque fuese por un empujón. Muy recomendable por la reflexión profunda, por lo que dice y sobre todo por cómo lo dice. La mejor manera que existe para luchar contra el terrorismo es no contribuir a crear las condiciones para que surja. 


Intxaurrondo. La sombra del nogal
Ion Arretxe 

Ed Garaje Negro No Ficción 

jueves, 15 de octubre de 2015

Cine: Una nueva amiga (2014) de François Ozon

De François Ozon ya comenté hace un tiempo la película En la casa. En ambas un personaje se cuela en la intimidad de la casa del otro y pone de manifiesto que las cosas no son lo que parecen. En Una nueva amiga las certezas de Claire sobre su vida, su mejor amiga y el marido de ésta se tambalean, cuando visita inesperadamente el domicilio del viudo. 


Desde la neutralidad moral y con mucha sutileza y humor, nos presenta la evolución de los dos personajes hasta que se encuentran a sí mismos. Claire (Anaïs Demoustier) ha jurado delante del ataúd de su mejor amiga, Laura, que cuidará siempre de su hija y de su desconsolado marido, David interpretado por Romain Duris. Meses después cuando se presenta inesperadamente en casa de David, le encuentra vestido con la ropa de Laura. David se disculpa diciendo que el bebé echa de menos el olor de su madre y vestido así es capaz de tranquilizar a su hija.

Así los dos se asoman y cuestionan con cautelas y prejuicios su identidad sexual y el puesto que ocupa la identidad sexual a la hora de definir su identidad como personas. David se convierte en Virginia, la nueva mejor amiga de Claire y a medida que Virginia se va superponiendo a David, Claire también empieza a cuestionar su identidad y los verdaderos sentimientos que tuvo por Laura, su amiga muerta.

Parece una situación escabrosa y dramática, pero resulta todo lo contrario, fluida, divertida (sin caer en el esperpento) y muy tierna. Así parece que el mensaje sería, da igual quien seas y da igual a quien ames y también da igual el aspecto que tengas y si coincide o no con lo que la sociedad espera de ti. Dentro de la libertad personal (Francia ha sido pionera en defenderla) y el absoluto respeto por los demás, todos tenemos derecho a cambiar y a vivir según lo que nuestros sentimientos nos pidan en cada momento, independientemente de que no sea siempre lo mismo. 



Un poco confuso, ¿no? Buena, la vida no tiene porqué ser fácil, pero sí que debe ser nuestra para poder decidir en todo momento lo que queremos y a quién queremos.

Aparece también en la película Gilles (Raphaël Personnaz), el marido de Claire, pero su personaje no tiene gran relevancia. Toda la película se apoya en la interpretación de los dos protagonistas y esto la hace un poco pesada. Una vez que ya hemos visto la transformación de David-Virginia resulta reiterativa. Supongo que por eso François Ozon introduce un elemento dramático que, desde mi punto de vista, desentona y no llega a conmover.



No cuestiono la libertad individual ni el cambio de identidad sexual ni de ningún otro tipo, pero sí que me resulta extraño que los/las travestidos elijan un modelo de mujer que, para mí, ya está bastante desfasado. Muy maquillada y encopetada, con sus taconazos y pestañazas y sus faldas de tubo y medias de rejilla o con costura. Nada cómodo para la vida cotidiana de una mujer del siglo XXI. Es curioso que para los trans, hombres que se sienten mujeres, su referente de mujer sea la fantasía más común entre los hombres heterosexuales. 


lunes, 12 de octubre de 2015

Novela: Las hermanas coloradas de Francisco García Pavón (1969)

El autor.-
Francisco García Pavón nació en Tomelloso, Ciudad Real en 1919. Manchego hasta la médula, fue escritor y crítico literario y sus novelas más famosas pertenecen a la serie protagonizada por Plinio. Personaje peculiar, filósofo de la vida y guardia municipal de ese mismo pueblo, que junto con el veterinario don Lotario, crean una de esas parejas literarias tan similares al Quijote y Sancho o Sherlock Holmes y el doctor Watson. Mezcla de novela policíaca, costumbrista y también filosófica, no exenta del peculiar carácter manchego. Fue Premio Nadal en 1969 con Las hermanas coloradas. Otras obras suyas son: El rapto de las sabinas, Cuentos de mamá, Cuentos republicanos, Una semana de lluvia. En los años 1970 también se hizo una adaptación a la televisión de las novelas de Plinio, protagonizadas por Antonio Casal y Alfonso del Real. 

Mi opinión.-
La acción de las novelas de Plinio siempre tiene lugar en Tomelloso, pero ésta es la única que se desarrolla en Madrid. Manuel González Plinio, Jefe de la Guardia Municipal de Tomelloso, recibe una carta de Anselmo Perales, Comisario de la Brigada Criminal de Madrid, solicitándole ayuda para resolver la desaparición de unas antiguas vecinas de Tomelloso. En el pueblo se las conocía como las hermanas coloradas, por ser gemelas y pelirrojas. Ahora ya dos ancianas.

Antonio Casal y Alfonso del Real. Plinio y don Lotario

Plinio se dispone a ir a Madrid acompañado de su fiel amigo, don Lotario y otros personajes más de Tomelloso a los que se encuentran en el autobús de línea: el Faraón y doña María de los Remedios, tendrán también su parte importante en la trama. Además en Madrid, coincidirá con otros vecinos del pueblo, los estudiantes universitarios y Gertrudis la criada de las hermanas. La novela se escribió en 1969 y para entonces empezaban a notarse un cierto ambiente de cambio. Relajación después de una posguerra larga y durísima. En Madrid, Plinio y don Lotario no llevan una vida muy diferente a la de Tomelloso. Se dedican a sus pesquisas e indagaciones pero también le toman el pulso a la ciudad. Y se sienten como un poco fuera de lugar: las prisas, el anonimato de la gente en una gran ciudad. Todo resulta un poco extraño y desapacible para Plinio y don Lotario.
 
Antonio Casal como Plinio 

Pero a pesar de esos aires de cambio, hay cosas que no quedaron resueltas durante la guerra y salen otra vez a la superficie, aunque ya no tengan el mismo aspecto. Durante toda la novela se siente la decadencia y la vejez, la petrificación de las cosas que vivieron tiempos mejores: unos muebles anticuados que ocupan las casas y las vidas de los personajes. Todo parece amarillo y polvoriento. Y es que no se trata sólo de una novela policíaca, resolver el misterio a veces es secundario para el autor. Se adentra en las costumbres y la vida de los personajes y también aprovecha para criticar modos y maneras de ser y pensar. Con una escritura cuidada y, a veces, rebuscada y muy florida también, recupera expresiones y palabras que yo no había oído nunca, como despizcar, carcamusa o rebinar. Yo creo que pasó la censura de la época porque los censores no eran muy leídos. Sin dejar de lado el cinismo y la fina ironía suelta letanías filosóficas, existencialistas y con un punto de fatalismo como ésta: “Eso debían ser las vidas buenas, ser lo que se es, sin memorias ni esperanzas, resueltas en sí mismas, como cosa que se siente y no se piensa, que es sólo lo que está en uno aquí y ahora. Gozo y dolor que no se sabe cómo empezó ni cómo acabará. Eso sí que es vida, cabrones, eso sí que es estar al pairo de la mera naturaleza, sin el sombrón desde que naces del acabarse, de la finitud, mordiéndote los sesos y los caños del corazón desde que tienes aliento. Ese solo estar sin proyecciones sí que debe ser ricura verdadera”. ¡Ahí es nada!

Café Comercial 
Al final la resolución del caso puede resultar un poco forzada, pero la novela merece la pena y creo que otras del autor también llevan merecida fama, aunque García Pavón no sea hoy muy conocido. En un capítulo del libro, incluso Plinio se toma una cerveza en el Café Comercial de la Glorieta de Bilbao en Madrid. Café que ha sido noticia recientemente porque ha cerrado por cese de negocio en julio de 2015, después de 128 años de actividad. También el café Comercial ha sido víctima del paso del tiempo como los protagonistas de la novela. Recomiendo los libros de García Pavón antes de que a todos nos llegue la hora del cierre.



Las hermanas coloradas
Francisco García Pavón

Biblioteca el Mundo 

jueves, 8 de octubre de 2015

Cine: El desconocido de Dani de la Torre (2015)

En El desconocido Luis Tosar interpreta a Carlos, un banquero eficiente, cumplidor con su empresa y medianamente simpático con los clientes. El tipo de banquero que en los últimos años se dedicó a vender productos financieros tóxicos de alto riesgo, sin informar claramente a sus “víctimas”. Un depredador que ni siquiera sabe que lo es. De momento lleva una vida aparentemente apacible junto a su familia, y no ha tenido tiempo todavía de replantearse su responsabilidad en la ruina de algunas otras familias; no asume su responsabilidad, ni siente culpa ni remordimiento. 


Como padre de familia y marido, tampoco es excepcionalmente bueno. Parece que ha asumido, sin cuestionarlo, el rol de cabeza de familia proveedor de dinero y con escasa presencia emocional. Después de unos 20 años de relación, su vida matrimonial parece habitada por resquemores, reproches, desencuentros y terrorismo emocional de baja intensidad. En definitiva, una relación agotada. Su hijo es pequeño para darse cuenta; pero su hija adolescente no y también entra en ese juego de guerrillas.

Con este planteamiento, una mañana lluviosa Carlos, debido a un pequeño contratiempo en su empresa, tiene que llevar a sus hijos al colegio, sin imaginarse lo que la llamada de teléfono de El desconocido está a punto de desencadenar.



Carlos y sus dos hijos se encuentran en el espacio cerrado de su coche de lujo, sin poder pedir ayuda. No deja de ser irónico que un coche, símbolo de independencia, estatus social y libertad, pueda llegar a convertirse en un ataúd rodante. Así, en ese espacio tan pequeño, la ansiedad se hace mucho más densa y asfixiante; el miedo a la muerte, sobre todo a la muerte de los hijos, traspasa la pantalla; y, aunque a veces, dan ganas de levantarse de la butaca y ahostiar a esos niños impertinentes, malcriados y que sólo saben reprochar cosas que no entienden, luego se les perdona por su actitud casi heroica. Una tensión emocional de la que difícilmente se puede escapar el espectador.



En medio de ese sinvivir que produce tener el culo (y los culitos de los hijos) encima de una bomba en un espacio tan reducido, aparece Elvira Mínguez dando un poco de aire (y también de esperanza) y rebajando la tensión. Porque, el desconocido ha tenido dos años para preparar su venganza y lo ha hecho concienzudamente, de manera que todos crean que Carlos se ha vuelto loco y quiere matar a sus hijos por algún asunto turbio de deudas de juego. Elvira Mínguez interpreta a Belén, jefa de la unidad encargada de desactivar la bomba. Sobria, profesional y muy inteligente. Enseguida sospecha que las cosas no son lo que parecen. ¡Menos mal! Porque el resto de personajes no daba un duro por Carlos.




En fin, que viendo esta película el espectador sufre y sufre mucho. Se sufre constantemente y sin tregua; atropellada e intensamente. Y es que, aunque el protagonista haya sido un banquero, de los triunfadores que hace años eran muy buenos y les mirábamos con admiración y hoy sólo dan asco por su codicia y su afán de rapiña, no se merece algo así y sus hijos tampoco. A partir del final de la película queda el tiempo para la reflexión y para plantearnos si, una vez superada esta crisis (o estafa), no volveremos a caer otra vez en lo mismo: el pelotazo, el dinero fácil, alabar el triunfo de personajes tan turbios, seguir valorando una paternidad emocionalmente distante. Mucho en qué pensar. 


Dirección: Dani de la Torre
Guion: Alberto Marini
Música: Manuel Riveiro
Fotografía: Josu Inchaustegui
Intérpretes: Luis Tosar, Javier Gutiérrez, Elvira Mínguez, Goya Toledo, Fernando Cayo, Paula del Rio.

lunes, 5 de octubre de 2015

Cine: Loreak de José María Goenaga y Jon Garaño (2014)

Ane, Tere y Lourdes están unidas sin saberlo por ramos de flores (Loreak en vasco). No tengo nada que objetar a esta preciosa película, excepto que como mujer no me veo reflejada en ninguna de las protagonistas y eso me hace pensar que, o bien los hombres no conocen a las mujeres o bien soy yo quien no conoce a las mujeres. 

Ane es una mujer de poco más de 40 años. Tiene trabajo estable y una pareja, no tiene hijos. El médico le ha diagnosticado una menopausia precoz. Poco sabemos de su carácter y de su vida antes de este diagnóstico, pero no parece que fuese muy diferente ni que experimente esta menopausia como una tragedia. Hay indicios de una cierta incomunicación con su pareja y una monotonía vital que podríamos sentir cualquier de nosotros sin desesperarnos. Beñat es un compañero de trabajo con el que no tiene mucha relación. Un día empieza a recibir un ramo de flores semanal sin remitente.

Tere es una anciana tradicional. Viuda con hijos ya mayores que se ocupan de ella. No obstante vive malhumorada, no sabemos muy bien porqué. Beñat es su hijo. Lourdes vive con Beñat, su marido, y un hijo de una anterior relación. Tiene una buena vida, un poco ensombrecida por la actitud arisca de Tere, que no mira con buenos ojos a Lourdes. No tienen grandes enfrentamientos pero sí un cierto malestar de baja intensidad constante. Todo ello afecta a la vida de la pareja.

Tere

Cuando Beñat muere en un accidente de tráfico, las tres mujeres se enfrentan a su manera al vacío y la soledad. Los ramos de flores son su punto de encuentro con ellas mismas y con las otras. La película es eso, una narración visual de la elaboración del duelo por la pérdida de un ser querido. 

Ane

Con la muerte de Beñat, Ane deja de recibir sus flores. Entonces descubre que un hombre se interesaba por ella sin que ella se hubiese percatado de su existencia y se fabrica una relación amorosa fantasma con el muerto; para ello lleva flores semanalmente a la curva donde Beñat tuvo su accidente. Tere también acude a ese sitio para llorar a Bernat. Así se conocen las dos mujeres y los recuerdos de la madre sirven para que Ane construya su fantasía. Contado así queda demasiado enrevesado. No es tétrico ni macabro, simplemente estas mujeres necesitan elaborar así su duelo. Es una narración demasiado poética que a mí me ha llegado a agobiar, porque me siento incapaz de sentir así y creo que ninguna mujer sana puede hacerlo. La tercera protagonista, Lourdes involuntariamente se encargará de romper ese vínculo entre Ane y Tere y así podrá empezar a sentir el dolor por la pérdida de su marido. Hasta entonces no había querido enfrentarse a ello.

Lourdes

Una película hermosa que peca de demasiada poesía. Pero sobre todo, y es lo que más me enfada, demuestra una clara arrogancia por parte de los hombres, teorizando cómo las mujeres se enfrentan o se deberían enfrentar al dolor por la pérdida de un ser querido, según los parámetros de los hombres. Mejor hubiera sido que abordasen cómo los hombres se enfrentan al dolor (o no lo hacen) y dejar de  hurgar en cómo las mujeres lo hacemos. Es hora ya de que los hombres empiecen a estudiarse a sí mismos y dejen de analizar a las mujeres. Desde el siglo XIX la literatura universal (dominada por hombres) y en el siglo XX el cine (dominado por hombres) se han dedicado a “enseñarnos” a las mujeres cómo sentir, cómo vivir, cómo amar y cómo llorar. ¡Qué cansinos! ¡Basta ya!


Loreak ha sido seleccionada para representar a España en los Premios Óscar; supongo que una considerable dosis de "corrección política" habrá influido a la hora de seleccionar a una película vasca para representa a España. Y dejando aparte de que la película es hermosa y muy poética y puede quedar como muestra de cine de autor, de cine europeo, a mí no me gustaría que se llevase el óscar porque es ideología patriarcal en estado puro. De todas maneras, ¡enhorabuena!


Dirección y guion: José María Goenaga y Jon Garaño
Música: Pascal Gaigne
Fotografía: Javier Aguirre
Intérpretes: Nagore Aranburu, Itziar Aizpuru, Itziar Ituño.

jueves, 1 de octubre de 2015

Cine: Philomena de Stephen Frears (2013)

Judi Dench derrocha sencillez y naturalidad en esta película. Y a pesar de que denuncia una circunstancia terrible, la envuelve con la desbordante bondad del personaje. Es una historia real. Basada en el libro The lost child of Philomena Lee de Martin Sixsmith, relata la búsqueda de un hijo robado a su madre. En la Irlanda de los años 1960, Philomena Lee era una adolescente llena de vida. Y ya se sabe, verano, una verbena, un encuentro con otro joven adolescente y un embarazo imprevisto. A partir de entonces, su vida se rompe. 

Después de esto, encontramos a Philomena anciana. Sabemos que se casó y que tuvo otra hija porque, el día que su primer hijo hubiese cumplido los 50 años, tiene el valor (en una escena profundamente conmovedora) de confesarle a su hija que tiene un hermano. A partir de ese momento se atreverá a defender esa primera maternidad y se involucrará en la búsqueda de Anthony.

Después del embarazo su familia ya no quiso saber de ella, nunca más. Y el chico, tampoco, podemos suponer que habrá seguido preñando adolescentes y dejándolas sin más, pero la película ya no se ocupa de él. Seguimos la historia de Philomena, y la de tantas otras adolescentes. La solución, para evitar la vergüenza de las familias en aquellos años, era abandonar a la adolescente y dejarla a cargo de unas monjas. Doblemente abandonada por su familia y por el chico. No recuerdo ninguna película, libro o información periodística que aborde el abandono que sufrían estas niñas por parte de sus familias. Ninguna película que refleje cómo fue, a partir de entonces, la vida de sus padres y de sus madres, perfectamente integrados en una sociedad hipócrita, sin sentirse nunca culpables por haber abandonado a sus hijas. Sí que empieza a haber abundantes documentos de lo que las monjas hacían. Cosas terribles, desde luego. No voy a disculparlas, pero había otros muchos culpables que siguen estando en la sombra.

Los verdaderos protagonistas de la historia
Siguiendo con la película, Philomena vive en el convento con su hijo, con otras jóvenes en su misma circunstancia y de alguna manera es feliz. Las monjas sabían cómo sacar partido a su capacidad para aterrorizar a las adolescentes; aparte de recibir constantemente sus recriminaciones para que se sintieran eternamente culpables, las chicas eran una fuente de ingresos para las monjas. Trabajaban en condiciones de cuasiesclavitud, hacían de lavanderas a cambio de cobijo y comida. Mano de obra gratis. Además los niños eran vendidos en adopción a familias que pudieran pagar, sin tener en cuenta el consentimiento de las madres que muchas veces seguían siendo todavía menores de edad.

He pensado en él todos los días

A pesar de este planteamiento la película no resulta un melodrama. Al contrario es fresca y a veces incluso cómica. Sobre todo por la relación que Philomena establece con Martin Sixsmith. Él es un pedante periodista en horas bajas, descreído, de clase alta y excelente educación. Para redimirse de una mala racha profesional acepta escribir un reportaje de “casquería emocional”; este tipo de reportajes de "contenido muy humano".  Ella es una mujer sin estudios, sencilla y lectora voraz de novelas románticas que a Martin le parecen infumables y que ella se esfuerza en contarle con todo lujo de detalles. Sin embargo, el hecho de que cada uno de ellos haya sido expulsado de su mundo, por distintas circunstancias les une y crea entre ambos, casi inmediatamente, una especie de relación materno-filial. En alguna crítica he leído sobre la similitud de la pareja protagonista con don Quijote y Sancho, de orígenes muy diferentes pero unidos para enfrentarse a la injusticia; el entuerto a desfacer en este caso, es la injusticia vivida por Philomena, para tratar de restaurar el equilibrio en su vida. Me parece una comparación muy acertada, físicamente dan el tipo y psicológicamente la rabia de él ante la injusticia queda plenamente contrarrestada por la bondad de ella.


Es una película que, a pesar de relatar hechos terribles y de que ni siquiera en el último momento nos ahorra la crueldad de algunas monjas, es suave, elegante y muy sentimental y para conseguir su propósito en lugar de cargar las tintas sobre la sordidez del hecho, está muy equilibrada y esto es mérito, por supuesto del director Stephen Frears, pero sobre todo de la actuación de Judi Dench, acusando con fortaleza y perdonando con generosidad, y de Steven Coogan que, a pesar de las diferencias y de la distancia vital con Philomena, no la abandona en su búsqueda, por terrible que sea. 


Director: Stephen Frears
Guion: Steven Coogan y Jeff Pope, sobre el libro de Martin Sixsmith
Música: Alexandre Desplat
Fotografía: Robbie Ryan 
Intérpretes: Judi Dench, Steven Coogan, Sophie Kennedy Clark