jueves, 25 de septiembre de 2014

Narrativa: El mes más cruel de Pilar Adón (2010)

La autora.-
Pilar Adón es una joven escritora que se licenció en Derecho, aunque ha preferido como oficio la literatura. Ha sido Premio Ojo Crítico de Narrativa en 2005 y Nuevo Talento FNAC. Escribe poesía y también es traductora. Otros libros suyos son: Viajes inocentes y Las hijas de Sara.  
Pilar Adón 

Sinopsis.-
El mes más cruel es un libro de cuentos independientes unos de otros, pero que mantienen un hilo conductor.

Mi opinión.-
No me siento cómoda leyendo cuentos. Aunque entiendo que exigen verdadera maestría por parte de los escritores, a mí me es difícil seguirlos porque cuando empiezo a involucrarme en la lectura (algo que, habitualmente, no consigo que me pase desde la primera línea) el escritor ya ha llegado al final, demasiado deprisa para mí. Además, generalmente, los libros de cuentos suelen ser recopilaciones que no mantienen unidad y eso también me despista.

Pero nada de esto pasa con El mes más cruel. Aunque sean relatos independientes, situados en ambientes diferentes y con diferentes personajes, comparten temática y más aún, el final de cada uno de ellos suele tener el comienzo del siguiente. De alguna manera, la narración se va deshilachando y alguno de esos hilos podemos encontrarlo en el cuento posterior. Un acierto de la autora, desde mi punto de vista, es intercalar pequeños poemas entre los relatos; esos poemas son los hilos.

Los personajes son principalmente mujeres aturdidas, acechadas, sin que sepamos claramente porqué. En los primeros cuentos, viven aisladas en ambientes inquietantes, húmedos, vagamente descritos por la autora, sujetas a una fatalidad que no quieren ni pueden controlar. Pero a medida que avanzamos en la lectura, los miedos toman cuerpo y se encarnan en los seres queridos, en los más próximos (como en El fumigador). Así las protagonistas pasan de buscar y aceptar sus aislamientos a convertirse en fugitivas (Noli me tangere) y animar a otras a huir del horror también (Los cien caminos de las hormigas).

La autora no se recrea en la descripción ni en la reconstrucción de paisajes o personajes; podemos conocer más de las historias por lo que oculta que por lo que detalla. Sin embargo, sí que se explaya en los ambientes evanescentes y en la indefensión emocional de todos estos personajes, con la única finalidad de transmitir sus sensaciones al lector. De tal manera que, a veces, llegar al final de un cuento es un portazo para que el lector no hurgue más en la intimidad de los personajes (Para que nada cambie). Muy recomendable.


El mes más cruel
Pilar Adón
Ed. Impedimenta

jueves, 18 de septiembre de 2014

Novela: The Detective and The Woman de Amy Thomas (2012)

La autora.-
Amy Thomas es una joven escritora y bloguera, http://girlmeetssherlock.wordpress.com. Forma parte también del colectivo The Baker Street Babes.En  http://bakerstreetbabes.com pueden encontrarse podcast, análisis, entrevistas y artículos sobre todo lo relacionado con Sherlock Holmes, desde la mirada de las mujeres. Otras novelas suyas son: The Detective, The Woman and The Winking Tree y The Detective, The Woman and The Silent Hive.

Sinopsis.-
Para el mundo Sherlock Holmes ha muerto, pero sólo unos pocos saben que no es así. Cuando Sherlock Holmes cree que Irene Adler está en peligro, no duda en prestarse a ayudarla, aunque sea una trampa. Irene es La Mujer; la única persona en el mundo que, años atrás, pudo vencerle.

Mi opinión.-
Este es el primer pastiche que he leído sobre Sherlock Holmes y me ha encantado. Se presenta como un caso de los habituales que SH tiene que resolver, pero en él comparten protagonismo el detective universal e Irene Adler. El Doctor Watson, compañero inseparable de SH, está ocupado en otras cosas.

Es sabido que Arthur Conan Doyle estaba tan harto de su personaje que en El Problema Final decidió matarlo. Los lectores no le perdonaron, le amenazaban e insultaban por la calle, llegaron a llevar brazaletes de luto por el personaje y al final tuvo que “resucitarlo”. Este podría considerarse el primer ejemplo del fenómeno friki respecto a un personaje ficticio.

De todas maneras, esos años en que SH estuvo “desaparecido” son fuente de inspiración para los seguidores más talentosos, los que se atreven a escribir y rescribir e inventar y volver a inventar aventuras y más aventuras. Este es el caso de Amy Thomas, que además aprovecha para potenciar el personaje de Irene Adler. Atractiva, inteligente, fuerte, vulnerable. Al final de Escándalo en Bohemia, el doctor Watson dice sobre Irene: “… Ella es siempre, para Sherlock Holmes, La Mujer… no existía para él más que una sola mujer, y ésta era la que se llamó Irene Adler, de memoria sospechosa y discutible”.

No me olvido de que en el Canon Holmesiano, escrito a finales del XIX y principios del XX, las mujeres tienen muy poca importancia, ni como víctimas, ni como clientas, ni como malhechoras. Pero Irene Adler es la excepción. Aunque sólo aparece en el relato mencionado antes, desde el principio se hace un personaje muy poderoso.

En un pastiche escrito en el siglo XXI por una mujer, evidentemente no se podía mantener esta actitud. Pero también resultaba muy tentador que se tratase de una historieta de amor, donde se resolviese la tensión sexual de Escándalo en Bohemia. No es así y me alegro profundamente. The Detective and The Woman resulta una novela de intriga clásica, en la que Sherlock Holmes e Irene Adler actúan como camaradas, como compañeros de armas en lucha contra el delito.

En capítulos alternos, tenemos el punto de vista de Irene Adler y el punto de vista del narrador. Es interesante porque ambas visiones se complementan y nos descubren las dudas y flaquezas de los protagonistas. En los capítulos de Irene Adler la autora aprovecha para hacer crecer al personaje, que se sienta bien en su papel de mujer capaz e independiente y al final apicultora. Por lo demás intriga, sospecha, disfraces, lógica, intuición e inteligencia. Otra novela de Sherlock Holmes. La pena es que no hay traducción al castellano. 



The Detective and The Woman
Amy Thomas

Ed. MX Publishing

jueves, 11 de septiembre de 2014

Ensayo: La psicología de masas del fascismo de Wilhelm Reich (1933)

El autor.-
Wilhelm Reich
Fue médico, psiquiatra y discípulo de Freud nacido en 1897. Un pensador muy radical, lo cual le sometió a persecuciones por parte de los distintos poderes en etapas diferentes de su vida: perseguido por los nazis por la publicación de La psicología de masas del fascismo y sometido a juicio en Estados Unidos durante la Caza de Brujas de McCarthy por haber pertenecido al Partido Comunista. Murió en la cárcel en 1957, diagnosticado de esquizofrenia. 

Entre otras diferencias con Freud está el interés de Reich por la sexualidad y su relación con la economía. Desarrolló la Teoría de la economía sexual, según la cual la “salud mental de una persona se puede medir por su potencial orgásmico”. Incluso describió una energía vital universal llamada orgona que podía medirse y que ha dado lugar a una especialidad médica, la medicina orgonómica.

Mi opinión.-
La psicología de masas del fascismo fue escrito en 1933, en pleno auge del nazismo. En este libro, el autor quiso explicar el surgimiento de este movimiento y especialmente la adhesión incondicional que provocaba en la gente.

Partía de la base de que el individuo nacía y crecía dentro de una familia autoritaria patriarcal y que esto producía un estancamiento de la energía sexual que se traducía en unas relaciones económicas insatisfactorias. Es bastante parecido, según lo que recuerdo, a lo expuesto en El miedo a la libertad de Erich Fromm.

Sin embargo, Reich no da ninguna pista de porqué los individuos educados en familias autoritarias, una vez que llegan a la vida adulta, tratan de reproducir ese mismo ambiente y sustituyen al padre autoritario por el líder político autoritario que le promete todo a todo el mundo: a los trabajadores la expropiación de los medios de producción y a los empresarios garantías de que no serían expropiados. Los ciudadanos, a pesar de ser conscientes de la imposibilidad de cumplir con esas promesas, esas mentiras, fueron incapaces de desencadenarse de esa dependencia. Esto pasó, según Reich, porque el líder autoritario reproducía el orden social que habían vivido en sus familias autoritarias. La socialización en el culto al padre/líder creaba unas estructuras de carácter tan fuertes de las que era imposible liberarse.

Reich no consideraba que Hitler fuese un gran líder, con especiales talentos para la manipulación. Sin embargo, parece que encontró el terreno abonado para que sus ideas cuajasen. Las clases medias, los pequeños burgueses y los funcionarios deseaban fervientemente superar sus orígenes de clase trabajadora; querían sentirse promocionados y triunfadores. Querían identificarse con los burgueses de verdad. Por supuesto, no tenían su potencial económico, pero sí que podían imitar su estructura social fundamental: la familia autoritaria. La familia patriarcal autoritaria excluye a las mujeres, a los hijos y a los ancianos de las decisiones. Controla la sexualidad de las mujeres y fomenta su dependencia; crea unos arquetipos de maternidad abnegada que más tarde trasladará a la idea de patria. Controla también la sexualidad de los hijos y decide e impone matrimonios convenientes para la expansión de su negocio.

Este es el ambiente en el que nacen y crecen los individuos. Tal y como afirma el behaviorismo, la socialización progresa desde lo afectivo a lo cognitivo, pero en el caso del fascismo parece que queda detenida en una vinculación emocional y afectiva, tendente a superar los complejos de una nación entera. 

Lo que no se explica es qué tenían de especial alemanes, españoles e italianos para que el fascismo arraigase de esa manera. Qué querencia exclusiva tienen por la familia autoritaria que otras nacionalidades parecen haber superado.

El libro me ha resultado muy interesante, fácil y ameno de leer. Pero me ha dejado con muchas preguntas sin resolver. Sobre todo, me deja una sensación de desesperanza porque quizá los individuos no quieran salir de ese estado de infantilismo e irresponsabilidad que tan bien les va a algunos políticos. 

La psicología de masas del fascismo 
Wilhelm Reich 
Ed. Roca

jueves, 4 de septiembre de 2014

Cine: Lucy de Luc Besson

En 1974, se descubrió un esqueleto fósil de una homínida del género Australopithecus. Fue un hito porque permitió comprobar que, aunque estos homínidos seguían teniendo un cerebro relativamente pequeño ya caminaban erguidos y se empezaban a distinguir del resto de homínidos. No es una casualidad que la protagonista de esta película se llame también Lucy. Ambas son eslabones de la misma cadena, principio y final de la evolución; incluso, en una escena de esta película, que recuerda a La creación de Adán de la Capilla Sixtina, las dos Lucys se encuentran.

Es una película de acción entretenida, aunque el guion al final flojea un poco. Se plantea qué ocurriría si fuésemos capaces de valernos de toda nuestra capacidad mental que, al parecer, mantenemos tan infrautilizada. Pues eso le ocurre a Lucy (Scarlett Johansson). Es una estudiante rubia y minifaldera que vive en Taipei. Su noviete la mete en un lío con unos mafiosos que la utilizan de mula para introducir una nueva droga sintética en Europa. Durante una pelea, la bolsa de droga se rompe dentro de su cuerpo y su organismo empieza a asimilarla. Se vuelve más fuerte, insensible al dolor; aumenta su capacidad de oído y puede recordarlo todo: el sabor de la leche materna cuando era un bebé, todos los besos que su madre le dio. Durante la transformación se le hace evidente que no podrá sobrevivir mucho tiempo y empieza a buscar respuestas. El profesor Norman (Morgan Freeman) es un científico que, excepto asistir a su transformación y recibir su legado, poco podrá hacer por ella.

Es interesante porque hace unos años a ningún director o productor se le hubiera ocurrido que una rubia sexy interpretase un papel de víctima/heroína de una banda de traficantes de droga. Luc Besson ha dicho en una entrevista que le parecía más interesante que este papel fuese para una mujer porque la evolución resulta más chocante. Scarlett Johansson le da credibilidad a la transformación: de joven ingenua que intuye que se ha metido en algo que no puede manejar a eslabón final de la evolución, es capaz de mantener la humanidad del personaje. Es conmovedora la escena en la que se despide de su madre.

Sin embargo, la película se queda corta. No explota la reflexión moral o filosófica que supone que alguien pueda abarcar el límite del conocimiento. Conocer todo, el pasado, el presente y el futuro; lo que le ha pasado a uno mismo y lo que le ha pasado a toda la humanidad. Pero no sólo conocer los hechos, sino también volver a sentirlo todo, a recordarlo todo. Estar por todos sitios; revivir eternamente todo. Parte del secreto del conocimiento es que en realidad nunca morimos del todo y así lo dice Lucy cuando se desintegra, “estoy en todos sitios”.

Desde ese punto de vista, resulta demasiado fácil imaginar qué pasaría si alcanzásemos el pleno rendimiento mental. ¿Quién puede verlo todo, sentirlo todo, conocerlo todo, recordarlo todo porque lo ha vivido todo y que puede estar en el presente, en el pasado y en futuro al mismo tiempo? ¿Quién es aquel, aquella o aquello que es pura existencia fuera de la dimensión espacio temporal y sin un cuerpo que le limite? Yo diría que es Dios. En este caso Diosa. Lástima que la película no llegue a estas reflexiones y se pierda en un final que chirría. 



Director y Guion: Luc Besson
Intérpretes: Scarlett Johansson, Morgan Freeman y Amr Waked