jueves, 25 de diciembre de 2014

Viajes: Pau en Francia (2014)

Pau es una pequeña ciudad universitaria, capital del departamento francés de los Pirineos Atlánticos en Aquitania. Aprovechando el buen tiempo que, todavía, hace en diciembre me fui allí como mi amiga A. Desde Zaragoza, y después de la inauguración del Túnel de Somport, la ruta es muy buena. Aunque, A. y yo íbamos hablando y hablando y hablando y arreglando el mundo y se nos pasó el desvío del túnel y cruzamos a Francia por el viejo Puerto de Somport, ¡uyyyy!

Debería habernos dado miedo, pero la verdad es que A. conduce muy bien y con mucha prudencia y fuimos admirando el espectacular paisaje. Árboles, árboles y árboles cubiertos de nieve completamente. Como en la foto. Antes habíamos parado en Canfranc a tomar un café y a ver la mítica estación, punto de encuentro de espías durante la II Guerra Mundial. Y esta vez le he hecho jurar a A. más de una vez que un día, no muy lejano, volveremos a subir a Canfranc pero en el canfranero, porque estoy segura de que merece la pena disfrutar del paisaje durante las tropecientas horas de trayecto, desde Zaragoza. Además que tenemos que hacer lo que sea para que el tren vuelva a circular de Canfranc a Francia. 

Pau apenas tiene 100.000 habitantes y es una maravilla. Conocida por ser el lugar de nacimiento de Enrique IV, primero rey de Navarra y después de Francia. Aquel famoso rey que dijo “París bien vale una misa” y es que para llegar a ser rey de Francia tuvo que abjurar de su fe (era protestante) y convertirse al catolicismo y casarse con la reina Margarita. Hay que aclarar que fue rey de la Baja Navarra porque la Alta Navarra correspondía a la parte sur de los Pirineos y ya había sido conquistada en 1512 por Fernando el Católico, para las Españas.

Esta es la cuna
Tuvimos mucha suerte durante el viaje, no sólo porque el tiempo fue fantástico, sino porque también era primer domingo de mes y en esa fecha, la entrada al castillo donde nació Enrique IV en 1553 era gratuita y con un guía guapete. El castillo es medieval y dado su origen militar y que se construyó como defensa de la ciudad está enclavado en una pequeña colina y protegido por un foso que ahora está destinado a jardines. De la época de Enrique IV apenas queda nada, excepto el caparazón de tortuga que le sirvió de cuna. El caso es que el abuelo de Enrique IV le recomendó a su hija y madre del neófito que le meciese en esa cuna tan original para que el futuro Enrique IV adquiriese la perseverancia y la fortaleza de las tortugas. No le vino mal el consejo, porque está considerado por los republicanos franceses como un buen rey, aunque en su momento fue asesinado. Durante el siglo XIX el castillo fue completamente restaurado y amueblado con reproducciones de la época original. Tiene también un magnífica colección de tapices y un bargueño que no me importaría nada que fuese mío. 

El funicular
También nació en Pau el mariscal Bernadotte que terminó siendo Carlos XIV Juan de Suecia y Noruega, el fundador de la actual dinastía de reyes suecos. Es curioso que, durante las guerras napoleónicas, parece que este caballero se había comportado con justicia con los prisioneros suecos y, como el rey no tenía descendencia, los aristócratas suecos decidieron ofrecerle la corona. Se casó con Desirée Clary que estaba emparentada con Napoleón. Su reinado fue largo y próspero.


Volviendo a la ciudad, lo verdaderamente impresionante es recorrer el Boulevard des Pyrenées desde donde se puede ver la línea de los Pirineos. Además en la balaustrada están marcados el nombre y la altitud de los principales picos. Sólo por eso ya se merece una visita la ciudad. Pau tradicionalmente ha sido destino de turistas. Durante el siglo XIX los ingleses frecuentaban la ciudad en sus vacaciones por las bondades de su clima; se construyeron entonces los hoteles del Boulevard des Pyrenées por esto tienen un cierto aire inglés. Además para salvar el desnivel del boulevard y poder acceder con más facilidad a la estación se construyó un pequeño funicular que todavía sigue en uso.

Vista desde el Boulevard des Pyrenées

El vino de Jurançon es un buen recuerdo para traerse de la ciudad. También hay un pequeño museo sobre la Resistencia Francesa durante la Segunda Guerra Mundial y otro de Bellas Artes; pero no me quedó tiempo para ver ninguno de los dos. Para volver. 

jueves, 18 de diciembre de 2014

Cine: Magia a la luz de la luna de Woody Allen (2014)

A mí me da pereza Woody Allen. Es algo que no puedo evitar. Me parece que su aureola de director de cine intelectual e independiente es un poco inmerecida. Y aunque disfruté mucho con Medianoche en París, no me pasa lo mismo con el resto de películas. Si las veo en DVD las dejo a mitad.

Fui a ver Magia a la luz de la luna porque iba muy bien acompañada y porque el protagonista es Colin Firth; si no no me hubiese molestado en ir. Salí del cine con peor sensación de la que esperaba. El guion es totalmente previsible y excepto 5 minutos de conversación entre Colin Firth y su tía Vanessa, interpretada por Eileen Atkins, carece completamente de chispa, ironía o dobles intenciones.

Ha querido hacer una comedia elegante y romántica, al estilo de las de 1930 y 1940; pero no tiene ningún sentido en 2014 copiar un género de comedia trepidante, al estilo de la screwball y hacerlo soso. Se salva la música, mucho jazz y charlestón, el vestuario y la ambientación y sobre todo la fotografía, preciosa, de Darius Khondji, que ya fotografió Seven (1995) y también Medianoche en París (2011). Las interpretaciones de los actores son excelentes pero la película en sí tiene poca energía y poco que decir. 

Stanley Crawford (Colin Firth), es el reputado mago “chino” Wei Ling Soo. En realidad es inglés, gruñón, flemático y hace gala de su racionalidad, inteligencia y petulancia. Sophie Baker (Emma Stone), es una joven americana, pizpireta y dicharachera, pobre y con un don (ficticio) para conectar con los otros mundos, posibles o no. Se conocen cuando a Stanley le encargan desenmascarar las artimañas de la médium y evitar que time a una familia de la alta sociedad que está de vacaciones en la Costa Azul francesa.

Poco más pasa en la película. No hay drama, no hay ironía, no hay crítica. Romanticismo ñoño y burgués. Un enredo simple y con final feliz, ambientado con una luz dorada de eterno atardecer primaveral. Además, para incidir más en los tópicos de la película nos presenta esta combinación tan grimosa entre cincuentón frío, racional y británico y americana veinteañera y espontánea, que más parece reflejar la situación sentimental del director y de su actual pareja.

Y una cosa que se me pasó, una breve aparición como cantante de cabaret de Ute Lemper, actriz y cantante alemana muy especial. En cuanto a la magia, desaparece con el elefante a los 5 minutos de película y la luna ni siquiera se presenta. Película totalmente prescindible.


Director y guionista: Woody Allen
Fotografía: Darius Khondji
Intérpretes: Colin Firth, Emma Stone, Eileen Atkins, Marcia Gay Harden
Vestuario: Sonia Grande

jueves, 11 de diciembre de 2014

Novela: La guerra de las mujeres de Alejandro Dumas (1845)

El autor.-
El autor
Alejandro Dumas padre, 1802-1870, fue un prolífico escritor francés de origen afro-antillano. Hijo de un militar al que apenas conoció que había participado en la Revolución Francesa, su infancia estuvo marcada por la pobreza y recibió escasa educación. Se trasladó a Paris para solicitar la ayuda de los amigos de su padre y encontró pronto trabajo como secretario del duque de Orléans. Comienza a escribir y adquirir fama. Publica en los periódicos de Paris sus conocidas novelas históricas: Los tres mosqueteros, La reina Margot. Fue demandado por sus editores en 1847 y se descubrió que tenía varios “colaboradores” que participaban en la escritura de sus obras. En La guerra de las mujeres colaboró Auguste Maquet. 

Sinopsis.-
Durante las Frondas, luchas civiles francesas del siglo XVII, dos mujeres son las cabezas visibles contendientes. Por una parte, la reina Ana de Austria, regente durante la minoría de edad de su hijo el futuro Luis XIV; por otra, la princesa de Condé, cuyo marido está encarcelado. Ambas mujeres lideran cada una sus ejércitos y entre sus colaboradores destacan dos mosqueteras con faldas: Nanon de Lartigues, por parte de la reina y Claire de Cambes, por parte de la princesa. Las dos enamoradas del mismo hombre, el barón de Canolles.

Mi opinión.-
Esta novela fue escrita en 1845-1846 y publicada por entregas en el diario La Patrie. Parece que el editor no terminó muy contento puesto que Dumas iba posponiendo el desenlace; supongo que con la intención de asegurarse unos ingresos fijos. Eso se nota en la novela, que a veces se alarga sin justificación aparente y tantos giros y equívocos no aportan nada nuevo.

Pero en general mantiene el suspense. Es una novela de intriga, aventuras, capa y espada o capa y mosquete y además se le añade el engaño, los disfraces, mujeres que se hacen pasar por hombres, amantes que pasan por ser hermanos, los partidarios del rey disfrazados de partidarios del conde y otros personajes como Cauvignac que se venden al mejor postor. Pero además de todo este catálogo de intrigas y dobleces, tengo que decir que es una novela histórica muy documentada.

Al principio podría parecer que el autor tenía intención de ridiculizar a las mujeres o de castigarlas de alguna manera por meterse donde no debían hacerlo, es decir, en política. Pero no es así. Tampoco es un alegato feminista, aunque los orígenes de los movimientos feministas se pueden datar en la Revolución Francesa y hay que pensar que está escrita a mediados del siglo XIX. Y, aunque en algunas descripciones puede parecer excesivamente irónico, como cuando llama a Nanon petimetra (que sería lo que hoy es una pija), siempre alaba la inteligencia de las mujeres y su generosidad de corazón, que no les impide, por otra parte, ser capaces de la mayor crueldad cuando es necesario.

En realidad se trata simplemente de una novela de aventuras que aprovecha el telón de fondo de un episodio histórico real, las Frondas, en el que las mujeres tuvieron que sustituir a los hombres, no en el campo de batalla, pero sí en la diplomacia y en la estrategia de guerra. Ana de Austria, defendía los intereses de su hijo menor de edad y la princesa de Condé, los de su esposo encarcelado.

Pero el enfrentamiento directo, político y personal, se produce entre Nanon de Lartigues y Claire de Cambes. En la guerra que mantendrán tendrán que poner a prueba su inteligencia, habilidad y estrategia para ganar influencias y batallas y sobre todo para ganarse el amor del barón de Canolles.

Louis de Canolles es el arquetipo del caballero galante y el militar aguerrido; valiente en el combate, inteligente en la intriga, se muestra digno aunque se reconoce traidor por el amor de Claire, ante su antigua amante, Nanon. Al final ni Nanon ni Claire tendrán el amor de Canolles. Un desenlace que sorprende por ser más melancólico que lo que se podía entrever.

Aunque ya he mencionado que en ocasiones resulta repetitiva, es una manera entretenida de conocer la historia de Francia. Además en el ejemplar que he leído de la colección DEBOLS!LLO de Ediciones Siruela, hay una buena cantidad de notas a pie de página explicativas de los acontecimientos históricos mencionados y un prólogo excelente de Mauro Armiño que se ha encargado también de la traducción. 


La guerra de las mujeres
Alejandro Dumas

DEBOLS!LLO 
Ed. Siruela 

jueves, 4 de diciembre de 2014

Novela: Foto movida de Miguel Mena (2014)

El autor.-
Miguel Mena es periodista y escritor, aunque a él le gusta definirse como locutor de radio. Actualmente trabaja en Radio Zaragoza de la Cadena SER, realizando el programa “A vivir Aragón”. También colabora en la prensa escrita. Nació en Madrid pero vive en Zaragoza desde 1983. Foto Movida, junto con Días sin tregua y Todas las miradas del mundo, son una trilogía protagonizada por el inspector Mainar, ambientada en España a comienzos de los años 80.

Sinopsis.-
Almudena Montiso es una joven madrileña de clase media-alta y comportamiento peculiar. Pero en los años 80 esto no es nada extraño. La música, las drogas y un enorme deseo de vivir la vida, la dejan muerta en el lavabo de una disco de moda.

Mi opinión.-
Lo que más me ha llamado la atención es que el autor no deja ni un milímetro de novela sin que esté impregnado por la amargura. Ni el ambiente musical, ni por supuesto el ambiente policial suponen un resquicio para la esperanza.

Es una novela emocionante, pero que se queda corta. Es cierto que el título ya avisa, Foto movida. Cada uno de los capítulos comienza con la descripción detallada de una situación en presente, en la inmediatez. Son fotos que componen un mosaico de expectativas, frustraciones y análisis de caracteres de los personajes y también de aquellos años 80 que empiezan a estar un poco lejos. Pero es precisamente por ser fotos que se quedan demasiado esquemáticas. El autor aprovecha para enlazar los acontecimientos de la trama principal, la muerte de Almudena, con otros históricos: los secuestros y asesinatos cometidos por ETA, accidentes en el aeropuerto de Barajas, el incendio de la discoteca Alcalá 20, el nacimiento de los GAL; todo ello pasó en un espacio de tiempo relativamente breve, no es una licencia del escritor. El problema es que, lógicamente, no entra a fondo en el análisis de ninguno de ellos porque tampoco son cruciales para la trama. Quedan como fotos, retratos de una generación, pero a mí me ha sabido a poco.

Es una época que me resulta especial y personalmente atrayente. Por toda la alegría y color que suponía la movida, después del ambiente de grisura del último franquismo; sabemos todos que toda esa explosión de creatividad tenía también su contrapartida, las drogas, los primeros casos de SIDA, la penalización de la homosexualidad expresada abiertamente. Sin embargo, no me esperaba tanta amargura.  

El inspector Mainar, protagonista de otras dos novelas, también es un personaje completamente melancólico. Quiere ser ya un policía de la nueva escuela, de los demócratas, pero eso no será posible debido a la situación política, los años de plomo de ETA. Se queda como eslabón perdido entre los jóvenes de la movida y entre sus colegas de profesión; demasiado viejo para entender a los primeros, demasiado joven para sentir tanta amargura. Después del divorcio, casi con 40 años, quiere salir de la culpabilidad que siente por no saber cómo relacionarse con su hija. Una niña discapacitada de pocos años. Además, sin esperarlo, la vida le pone frente a Maribel, un antiguo amor de adolescencia, y también se pierde al intentar reiniciar su vida amorosa.

Demasiadas cosas quedan abiertas en la novela, pero aun así me ha resultado conmovedora. 


Foto movida 
Miguel Mena

Ed. Suma de letras

jueves, 27 de noviembre de 2014

Obituario: Cayetana, duquesa de Alba (2014)

Lo peor que tienen todos estos personajes tan excepcionales (y digo excepcionales en el sentido más neutro de la palabra) no son ellos mismos, ni el anacronismo que representan. Lo peor de lo peor de lo peor de todo son los seguidores que tienen. ¡Qué hartazgo de gente pelota!

Dejando aparte el sentimiento solidario por la muerte de un ser humano, cualquier momento es bueno para someter a cierta crítica la actitud de algunos. Ahora que ya solo queda de ella polvo, ni sus fervientes seguidores, ni sus acérrimos detractores dirán nada malo de ella. Pero yo sí, porque no se trata tanto de criticar a una persona como de criticar a un personaje y sobre todo a seguidores tan poco exigentes. Cayetana ha sido Grande de España. Sí, una Gran defraudadora (legalmente) de impuestos. 

Poseedora de numerosos palacios, obras de arte, documentos de la historia de España, no pasará a la posteridad por haber tenido la generosidad de ponerlos a disposición del resto de españoles. Al contrario, se esforzó por ponernos trabas aunque, gracias a nuestra generosidad, gracias a los políticos que legislaron para evitarle pagar impuestos, la duquesa haya podido mantener tanto palacio en su patrimonio. Creo que nunca se podrá comprobar, pero estas familias tan augustas, de tan rancio abolengo, ni siquiera tienen que molestarse en llevarse el dinero a Suiza, porque en España su patrimonio ya está exento de pagar impuestos. Llevarse el dinero a Suiza, eso sólo lo tienen que hacer los advenedizos nuevos ricos

Gracias a nuestra generosidad, ha podido cederse a sí misma, a su fundación, su colección de arte, en lugar de ponerla a disposición del Museo del Prado (que es donde debería estar). Limitando así el derecho del resto de españoles (esos flamencos a los que tanto quería y los que no somos flamencos) a disfrutar de obras únicas aunque sea unos minutos.

Gracias a la generosidad de los europeos (entre ellos también españoles, flamencos y no flamencos) ha recibido considerables subvenciones económicas para cultivos agrícolas. Por fin, accedió a poner en explotación miles de kilómetros de buenas tierras que, durante años y años, mantuvo sin cultivar, mientras que los jornaleros no podían acceder a su propiedad.

Pero lo único que sus seguidores dicen de ella es que era muy sencilla y muy sevillana, muy libre y muy buena gente, muy bética y muy cariñosa. ¡Qué jartura de gente! Si le hubiésemos reclamado los impuestos… ¿cuántos puestos de trabajo, hospitales, colegios, etc., podrían haberse creado?

Lo que se dice de la duquesa es que fue una mujer libre, castiza, campechana y muy unida al pueblo. Lo que no se dice es que a nosotros nos da igual, que no comemos con carantoñas. Si tenemos en cuenta la vida privilegiada y ventajosa que tuvo desde su nacimiento, su simpatía y sencillez no debería sernos socialmente suficiente. No pasará a la Historia de España, aunque haya sido Grande; sólo y, de momento, seguirá siendo protagonista de la pequeña historia de las revistas del corazón. Una lástima para la Casa de Alba.

Hasta ahora ha habido dieciocho duques y duquesas de Alba y a la mayoría de ellos no les conocemos. Excepto el Gran Duque de Alba (para algunos sanguinario, para otros héroe), si miramos la Wikipedia, el resto destacan por haber sido coleccionistas de arte y mecenas, que traducido quiere decir que no han hecho nada con su vida y que han vivido de rentas y que su familia dio un pelotazo tan grande en el siglo XVI que la onda expansiva todavía dura. Si nos fijamos en la vida de las dos duquesas titulares ni siquiera se las recuerda por eso. Lo más relevante en su currículum ha sido su peculiar vida amorosa.

Teniendo en cuenta que, esta familia, lleva 400 años alimentando su cerebro con las mejores proteínas que se podían conseguir, que cuando estaban enfermos podían acceder a los mejores médicos y medicinas de la época, que han podido estudiar donde han querido, durante el tiempo que han querido y sin limitación de dinero, no me parece un buen currículum. Deberíamos exigirles que diesen, por lo menos a partir del siglo XX, un par de premios nobeles en cada generación.

Cayetana QEPD, ¡qué lástima!, con todos sus privilegios y sus ventajas económicas, sólo se dedicó a vivir (y muy bien) la vida, a casarse y a tener muchos hijos. Recibió una educación esmerada y hablaba varios idiomas, que le sirvieron para recibir en sus fincas a Jacqueline Kennedy y otras celebrities e intentar enseñarles a torear y a mover el culo a ritmo de sevillanas. Otras mujeres de origen más humilde y con menos posibilidades, hicieron intelectualmente mucho más, por ellas mismas y por el resto.

Las seguidoras de la duquesa dicen que nos hizo más libres con su libertad. No tienen en cuenta que las mujeres poderosas siempre se han follado a quien han querido, aunque eso sí mucho más discretamente. Era su estrategia para escapar de matrimonios de conveniencia y también para renovar esos genes que, debido a la tendencia a la endogamia en su clase social, acababan siendo tan rancios.

Sí que me interesa ahora resaltar las razones por las cuales NO será recordada la duquesa, porque no creo que hiciera nada de esto:
  • A pesar de su amor por el flamenco, no será recordada por dotar cátedras de flamencología en las universidades.
  • A pesar de sus estudios, no será recordada por premiar con becas a las hijas de sus jornaleros.
  • Tampoco por los hospitales de los que fue benefactora.
  • Ni por los institutos de investigación que patrocinaba, contra el cáncer, la leucemia o las enfermedades raras.
¡Qué poco exigentes somos con los ricos, guapos y famosos! Con estos referentes de triunfo social de charanga y pandereta, no me extraña que los politicastros, con escasa formación intelectual y menos escrúpulos, dirijan todos los esfuerzos de su vida pública a compartir partidas de caza y putas con los señores de rancio abolengo. 

Que Cayetana descanse en paz y ¡que sus seguidores lameculos se callen de una puta vez!

jueves, 20 de noviembre de 2014

Cine: Sabrina de Billy Wilder (1954)

Sabrina, un cuento de hadas. Sabrina es Cenicienta, sólo que no necesita carroza para ir al baile, porque vive en la misma casa donde se celebra. Sabrina es la hija, todavía adolescente, del chófer y lleva toda su vida perdidamente enamorada de David Larrabee, niño rico, ligón, fanfarrón y un poco insoportable, pero hijo de los Larrabee que poseen todas las empresas que se puedan tener. Para curar sus penas de amor, Sabrina se va a París y vuelve hecha toda una mujer "charmante". Cuando todo parece encajar en una nueva vida, se cumple su sueño, acude al baile y allí … pierde un novio y encuentra otro. Y además, no sale perdiendo en el cambio.

Es Comedia Romántica, con mayúsculas. Otro clásico de Billy Wilder, rodada en 1954, con una jovencísima Audrey Hepburn y dos galanes, Humphrey Bogart y William Holden, un poco entrados en años y que, aunque sean excelentes actores, a veces producen un poco de grima. Y es que es algo que le pasó a Audrey Hepburn en varias películas, que tenía unos galanes que podrían haber sido tranquilamente sus abuelos. En Una cara con ángel su oponente era nada menos que Fred Astaire cuando tenía ya 58 años y Audrey apenas 28. En la época no debía parecer extraña esa diferencia de edad, hoy sin embargo yo creo que no sería “aceptada” por los espectadores y sobre todo por las espectadoras. Tampoco por algunos actores, recuerdo que Johnny Depp en Piratas del Caribe, se encontraba molesto por tener que cortejar a Keira Knigthley porque era muy joven para él. Las cosas cambian, despacio pero cambian.

No es la mejor película de Billy Wilder, ni la comedia más loca y divertida, pero aprovecha para lanzar alguna puya a la diferencia entre clases sociales que resulta magistral. También es la más glamurosa y eso en parte se debe al vestuario. Esta película fue candidata a varios oscars pero sólo ganó el de vestuario y no me extraña, porque yo mataría por alguno de los modelos que luce Sabrina, especialmente el del baile. La diseñadora fue Edith Head que hoy sigue siendo la mujer que más oscars ha ganado, en total 8. He leído por ahí que Givenchy intervino en el diseño pero no aparece en los créditos. No sé. 

Lo que menos me gusta de la película es Humphrey Bogart. A parte de la diferencia (abrumadora) de edad con la coprotagonista que chirría bastante, es que creo que no tenía ningún talento para la comedia. Su registro estaba en el cine negro, el cinismo y la desesperanza. Ahí, se puede decir que era dios.

No hay que olvidar tampoco al resto de actores que revolotean alrededor de Sabrina, los sirvientes de los Larrabee; su padre, el chófer de la familia, interpretado por John Williams, símbolo de la prudencia, el saber estar y la ternura. Y el resto, la cocinera, el mayordomo, el jardinero, todos ellos son la verdadera familia de la joven.

En 1995, Sidney Pollack rodó un remake, con Harrison Ford, Julia Ormond y Greg Kinnear pero que no está a la altura de la comedia original. Hay que valorar el esfuerzo y la osadía de los actores y el director, pero me quedo con el original de una elegancia y sofisticación incomparables. 


Dirección: Billy Wilder
Intérpretes: Audrey Hepburn, Humphrey Bogart y William Holden.
Guion: Billy Wilder y Ernest Lehmann, sobre una obra de teatro de Samuel A. Taylor
Fotografía: Charles Lang
Música: Friedrich Hollaender 




jueves, 13 de noviembre de 2014

Novela: Las hadas muertas de Jorge Sanz Barajas (2014)

El autor.- 
Jorge Sanz Barajas es Licenciado en Filosofía y Letras y Doctor en Ciencias Políticas. Trabaja como profesor de literatura y colabora también en prensa. Otros libros suyos son La balada del ahorcado y el ensayo biográfico sobre José Bergamín, titulado José Bergamín: la paradoja en la revolución. Coordina el Taller de lectura de novela, Libros para entender el mundo, en Zaragoza. 

Sinopsis.-
Merencio se encuentra crímenes sin querer. Trabaja como traductor de inglés. Es un hombre culto, solitario y raro. Esta vez los crímenes reproducen escenas de cuentos de hadas. Su padre le advierte que las hadas están desapareciendo. Y eso es malo.

Mi opinión.-
Se considera tradicionalmente que la novela negra sirve para poner de manifiesto las corruptelas, los vicios o en general todo lo que está oculto en una sociedad. Y así pasa esta vez también. El autor aprovecha los crímenes para darnos una vuelta por el Barrio de Las Fuentes, en Zaragoza. Un barrio que está envejeciendo, donde cierran los comercios de toda la vida y del que van desapareciendo los inmigrantes que llegaron antes de la crisis y que habían contribuido (sin que nadie se lo haya agradecido) a revitalizar la ciudad. 

En esta ocasión, el marco de la novela negra sirve también para que Merencio pueda despedirse de su padre. El padre es consciente de que empieza a tener ausencias mentales y eso sólo puede significar una cosa, que el hada que vivía bajo su sombrero se ha ido. Y cuando las hadas que viven debajo del sombrero se van, es el momento de morir. Despedirse enfrente de una ventana abierta, por donde se cuela el cierzo, porque en Zaragoza, no tenemos mar para podernos despedir con más gracia. Es una novela melancólica y amarillenta, de atardecer frente a la muerte o de muerte frente al atardecer que tanto da; el caso es dejar hueco para que lo nuevo que tiene que llegar se instale.

Los asesinatos además son la excusa para un divagar literario porque la novela contiene un montón de referencias literarias, de personajes cultos y perdedores. 

Merencio me recuerda un poco al Sherlock de la última serie de televisión de la BBC. Todo lo que necesita lo lleva en su palacio mental. Todo ya ha sido escrito y casi todo ha sido ya leído. Sólo tiene que recordar la frase o el olor o esa pieza que encaja y que le dará la pista definitiva sobre los crímenes. Mientras cualquiera de esas cosas llega, Merencio aprovecha para vivir los últimos momentos de su padre, porque será la última vez que pueda contar con él. 

Merencio está rodeado de personajes un poco disparatados y sobre todo socarrones. El humor aragonés no es el del bellotero que salió en la televisión durante los años 1970. Es el humor somarda. Dicen que el somarda se ríe de las situaciones pero no de las personas. Según el Curso de Oregonés para foranos, de Oregón TV, el somarda consigue colarte un marrón y acabas agradeciéndoselo. Por eso, Eugenio es el perro que se mea en la pernera de quien le cae mal a su amo. Así a lo somarda. 



Las hadas muertas
Jorge Sanz Barajas

Sibirana Edicion es

jueves, 6 de noviembre de 2014

Novela: La línea invisible del horizonte de Joaquín Berges (2014)

El autor.-
Joaquín Berges nació en Zaragoza en 1965. Es licenciado en Filología Hispánica. En 2009 publicó su primera novela, El club de los estrellados, elegida como “mejor opera prima en castellano”, en el Festival du Premier Roman de Chambéry (Francia). Otras novelas suyas son: Vive como puedas y Un estado del malestar. 

Sinopsis.-
Javier, un neurólogo de mediana edad, conduce por una carretera del Pirineo aragonés cuando atropella a una jabalina. Durante unos días convive con los habitantes de Sinia, un pueblo construido de nueva planta para realojar a los habitantes del pueblo viejo, anegado por el pantano. Cíclicamente, cuando las aguas bajan, el pueblo viejo y sus secretos vuelven a la superficie.

Mi opinión.-
Esta es la primera novela que leo de Joaquín Berges y creo que, con ella, el autor ha querido dar un giro a su trayectoria. Las anteriores parece que son obras maestras del humor. No es el caso de ésta. Confieso que no ha conseguido emocionarme (a veces, ni siquiera interesarme), aunque está planteada como una novela de curación y de segundas oportunidades, de culpabilidades que afloran cíclicamente, como el pueblo viejo hundido en el pantano.

Javier habla durante toda la novela en primera persona y en presente; describiendo meticulosamente el momento preciso que está viviendo. Esto hace que el lector participe en el mismo momento de la acción del personaje, pero a mí no me ha parecido bastante. En realidad me parece una novela bastante superficial. No sé si se trata de una novela de carretera o un western, o tiene, a partes iguales, algo de los dos géneros: se refiere a su coche como “su montura”; llega al pueblo cuando en el “saloon” se está jugando un campeonato de guiñote; el “sheriff” es un guardia civil que habla en infinitivo; se encuentra con una galería de personajes masculinos pintorescos y una mujer, casi la única, misteriosa y dolorida que le cobija en su casa; además hay un bar de putas, “Las tres sorores”; y se hace una referencia a la caravana de mujeres que se organizó hace 25 años (que imitaba a una realizada en una película del oeste). Pero todo resulta un poco artificioso.

Es un reencuentro también con la naturaleza. Creo que en todos los capítulos de la novela o en la mayor parte de ellos, Javier orina “con fruición” o defeca “al aire libre”. Simbólicamente se alivia de sus empachos existenciales de esta manera que resulta un poco pueril y manida. Los lugareños le invitan a una cacería en la que fracasa porque no sabe disparar y al burdel en el que tampoco folla porque se lía a hablar con una camarera argentina de escote vertiginoso que es psicóloga. O todo resulta un poco superficial o yo no he sabido ver la profundidad.

Sí que me ha gustado el simbolismo del pantano cubriendo todos los pecados y las culpas que, sin embargo, cíclicamente reaparecen para recordar que están ahí y que todavía no han sido expiados. Y que al final de la novela siguen sin serlo. Javier está huyendo de su familia, de su trabajo y de su vida, pero después de 9 días en Sinia, volverá a su casa y tengo la intuición de todo volverá a quedar sumergido, hasta la próxima.

Reconozco que la novela está muy bien escrita, pero en ningún momento he conseguido empatizar con las tribulaciones de este cincuentón andropáusico. Y es que parte de sus problemas están ahí. Yo creo que intuye que su época de macho triunfador empieza a terminar y necesita tiempo para asimilarlo. Se sigue sintiendo atraído por mujeres treintañeras, pero las treintañeras prefieren ahora a hombres más jóvenes.

La línea invisible del horizonte
Joaquín Berges 

Tusquets Editores

jueves, 30 de octubre de 2014

Narrativa: Medusa de Ricardo Ménendez Salmón (2012)

El autor.-
Menéndez Salmón
Es licenciado en Filosofía y colabora también en prensa (suplemento cultural de ABC). Su obra más conocida es la Trilogía del mal, con la que recibió el Premio de la Crítica de la Feria del Libro de Bilbao en 2009, compuesta por La ofensa, Derrumbe y El corrector. Otras obras: La luz es más antigua que el amor.

Sinopsis.-
Desde niño Prohaska vive fascinado por las imágenes, especialmente por las que nacen del horror. Los desastres del siglo XX son el material perfecto para su obra.


Mi opinión.-
He leído por ahí que Medusa es una biografía inventada. Yo prefiero decir que es la biografía real de un personaje ficticio. De un personaje muy poderoso, tanto que al finalizar el libro, te pones a buscar información para saber si realmente ha existido. Prohaska es fotógrafo, pintor, dibujante y cineasta, en resumen, un testigo cualificado de la brutalidad del siglo XX. El autor dice que no está basado en ningún personaje real concreto, pero sin duda hubo de haber varios Prohaska (y los sigue habiendo) encargados de dar testimonio escrupuloso del horror.

Prohaska es un niño huérfano y un adulto que ha perdido a su hijo. Es un eslabón suelto, sin anclaje en el pasado y sin continuidad hacia el futuro. Es nada. Sólo quedan de él sus testimonios. Opta por dibujar, pintar, fotografiar o filmar todas las formas de horror posibles vividas durante el siglo XX. Desde los campos nazis, hasta las consecuencias de las bombas atómicas en Japón y varias atrocidades más.

Menéndez Salmón da por descontado que el oficio del testigo es dar testimonio y desaparecer. Fijar las imágenes en papel o en lienzo, tal y como hacía la Medusa con sus enemigos, petrificarlas. Pero no sentimos las emociones de Prohaska. Nos resulta un personaje muy lejano, al que accedemos a través del trabajo de un historiador actual que encuentra la biografía que su amigo Stelenski, un judío superviviente de los campos nazis, escribió sobre él. Allí donde Prohaska documentaba el horror, el amigo lo vivía en carne propia.

Esa lejanía entre Prohaska y el lector nos impide caer en la trampa moral de si el testigo debería impedir el horror o sólo documentarlo. Para el autor, está claro que juzgar y explicar llevan a la reflexión y la reflexión lleva a la culpa. Tenemos la tentación de pensar en los encargados de las cámaras de gas nazis como en brutos sin ningún tipo de refinamiento intelectual, pero los diseñadores de esas formas de matar tan sofisticadas sí que eran refinados intelectuales, médicos (que había jurado salvar vidas) o juristas (que veneraban hacer justicia). Entonces, ¿cómo explicar su deriva hacia la atrocidad? Es imposible. Prohaska se libra de estas dudas, porque sus imágenes no tienen que explicar nada, sólo documentan. 





Medusa
Ricardo Menéndez Salmón 

Ed. Seix Barral 

jueves, 23 de octubre de 2014

Novela: Martutene de Ramón Saizarbitoria (2013)

El autor.-
Ramón Saizarbitoria nació en San Sebastián en 1944, es sociólogo y escritor en euskera. Es también director del Centro de Documentación y Estudios Sociológicos SIIS de San Sebastián, entidad de referencia para el estudio y la investigación sobre servicios sociales. Publica desde 1969, pero con más regularidad desde 1995. Martutene, Premio Euskadi de Literatura en 2013, es su última novela. Otras obras suyas son: La tradición de Kandinsky, Dos corazones, una tumba y La obsesión de Rossetti.


Sinopsis.-
Julia y Martín y Abaitua y Pilar padecen sus respectivas relaciones amorosas en San Sebastián, en los años 90; Lynn, una joven socióloga norteamericana, sacude sus vidas de forma tal que ambas parejas se verán obligadas a reorganizarse.

Mi opinión.-
Lo primero que tengo que decir es que me enfrenté a la lectura de esta novela con prejuicios. Por el hecho de que el autor fuera vasco y escribiera en euskera supuse que el problema del terrorismo sería determinante en la trama, pero no es así. En cierta manera, ha sido decepcionante porque me esperaba una reflexión sociológica sobre el fenómeno del terrorismo, pero por otra parte esto ha contribuido a que la sorpresa que me ha causado la novela fuera mayor.

Es una novela íntima, intimista. El narrador en presente y en tercera persona nos sitúa en la posición de mirones, fisgoneando constantemente en las actitudes más íntimas entre las parejas y dentro de cada uno de los personajes. Nos descubre su cobardía, sus miedos, sus decepciones y frustraciones, la doblez y la hipocresía.

La acción se concentra en las dos parejas y en sus problemas vitales y sentimentales muy similares, casi especulares. Martín es un escritor muy exigente consigo mismo y no muy bueno, que sufre un bloqueo creativo; su pareja, Julia, es al mismo tiempo su traductora, su "madre" y amante infiel. Julia tiene un hijo adolescente y también vive sus propias frustraciones como escritora no suficientemente valiente. Martín se aprovecha de su intimidad con Julia para escribir la historia de Faustino y Flora Ugalde; en su círculo más próximo todos pueden reconocer en Flora a Julia, dejándola totalmente desprotegida.

Gloria Victis
Abaitua y Pilar son médicos. Él es ginecólogo y claramente partidario de la sanidad pública; ella es de buena familia y desarrolla su profesión en la clínica privada de su padre. Tienen un hijo treintañero y varias historias de infidelidades mutuas.

Lynn, la joven socióloga norteamericana, irrumpe en la vida de estas dos parejas. Comienza una relación amorosa con Abaitua y otra de amistad con Julia, de manera que, involuntariamente, les empuja a seguir sus impulsos. Se convierte en un personaje muy simbólico, un ángel que pretendiendo ayudar acaba perdiendo las alas, una víctima que no quiere culpabilizar a nadie. Es muy significativo que en la relación amorosa entre Abaitua y Lynn esté siempre la referencia a la escultura Gloria Victis de Antonin Mercié. 

Es una novela complicada, muy culta, con muchas referencias en inglés, francés y vasco. A veces marea un poco tanta erudición. Resulta también larga, más de 700 páginas que también pueden ser repetitivas. Además se nota que el autor es sociólogo porque relaciona las dudas y zozobras de los personajes con su contexto histórico-social y religioso. Es muy crítico con el peso de las tradiciones que ahoga al individuo, especialmente en el País Vasco. Y como no, el terrorismo tratado de una manera tangencial pero muy profunda. Con el reproche del que siente que parte de la sociedad vasca optó por la táctica del avestruz, la cobardía de no querer ver a donde llevaría la violencia ilegítima. Aprovecha también Saizarbitoria para, de una manera muy sutil, poner en evidencia las diferencias entre clases sociales. Los vascos rurales y los cosmopolitas (o los que se creen cosmopolitas) que tienen internos a sus hijos en Inglaterra y que van de compras a Francia, poco enfrentados al nacionalismo español e incluso, durante la guerra y la posguerra, partidarios de Franco. Unos vascos que utilizaban el euskera para hablar con los perros y con los criados, porque, como dice uno de los personajes “comunicarse con los perros y las asistentas del hogar requiere un léxico muy elemental”. El ejercicio de la medicina y sus conexiones con la política, siempre desde el punto de vista de Abaitua, está sometido también a esta misma crítica tan brutal.

Además, la complejidad de la novela se acentúa al relacionarse, casi de forma mimética, con la novela autobiográfica de Max Frisch Montauk. No la conozco, pero por las referencias en Martutene, se puede intuir que se trata también de un paseo por los abismos del alma (de un escritor). Martutene es muy recomendable pero no apta para todos los públicos. 


Martutene
Ramón Saizarbitoria

Editorial Erein

jueves, 16 de octubre de 2014

Cine: La isla mínima de Alberto Rodríguez (2014)

No sé por qué a la gente le sigue extrañando que en España se hagan buenas películas y de todos los géneros. Yo hace ya mucho tiempo que no tengo dudas. Evidentemente, también las hay malas. Pero para ser una industria mediana, con pocas ayudas (las zancadillas del Ministro Wert) y con un público que está completamente entregado al cine estadounidense, creo que va bastante bien.

La isla mínima es una buena película. Cine negro en el que ya no importa saber quién hizo qué; se trata más bien de diseccionar los males y vicios de una época no muy lejana. En este caso España, Andalucía, las marismas del Guadalquivir, en los años 80. El tráfico de drogas y otros contrabandos con más solera, el paro, la falta de expectativas de los jóvenes y la extrema vulnerabilidad de las mujeres pobres, adolescentes o adultas. ¿Qué hacen para salir de esa situación de miseria?, ¿qué precio pagan? y ¿a quién? De todo esto trata la película.

Desaparecen dos chicas adolescentes en las fiestas de su pueblo. No sería extraño que se hubiesen escapado para vivir la vida; eran chicas que tenían fama, concretamente fama de putas. No es la primera vez que desaparecen mujeres jóvenes y todos creen que están en un sitio mejor. Además siendo putas y pobres, a nadie le molesta su huida. Pero esta vez la madre de las chicas consigue que se abra una investigación.

Para seguir las indagaciones son destinados, como castigo por su mal comportamiento, dos policías de Madrid, interpretados por Javier Gutiérrez (Concha de plata al mejor actor en el último Festival de San Sebastián) y Raúl Arévalo. Aparentemente son muy distintos, pero la violencia del ambiente y la crudeza de lo que descubren les obliga a utilizar las mismas estrategias violentas para resolver el caso.

El guion de Rafael Cobos y Alberto Rodríguez mantiene el alma en vilo, pero a mí me gustaría que hubiese profundizado un poco más en la historia de los policías. Teniendo en cuenta que la acción se sitúa en los 80 y que entonces el franquismo era todavía más evidente que hoy en determinadas instituciones, era ocasión de contraponer los caracteres de un policía más o menos afecto a un régimen dictatorial y otro que espera desempeñar su trabajo con las reglas y herramientas que la democracia facilita. Pero ahí, yo creo que el guion se ha quedado un poco corto.

La isla mínima al igual que Grupo 7 (del mismo director) podrían ser capítulos de la crónica criminal de la transición. Ambas tienen el mismo tono narrativo,  la misma fotografía (Premio San Sebastián a la mejor fotografía para Alex Catalán, que también trabajó en Grupo 7) y los mismos personajes. Personajes inmovilizados en un paisaje de fango, bajo decrépitos cielos amarillos, curtidos por el sol y la vida; de piel áspera para evitar las heridas y asfixiados por los crucifijos y la miseria, viviendo siempre en un silencio que mata porque nunca han tenido voz.

Para que no haya dudas y siga la desesperanza, al final no cogen al asesino.




Director: Alberto Rodríguez
Guión: Alberto Rodríguez y Rafael Cobos
Fotografía: Alex Catalán

Intérpretes: Javier Gutiérrez, Raúl Arévalo, Nerea Barros, Antonio de la Torre.

jueves, 9 de octubre de 2014

Novela: Las crudas de Esther García Llovet (2009)

La autora.-
Esther García Llovet nació en Málaga en 1963. Es licenciada en psicología clínica y también estudió Dirección de cine. Ha sido guionista de documentales, escribe novelas y cuentos. Coda, Submáquina y Mamut son sus otras novelas.
La autora

Sinopsis.-
Romo Esmiz es un personaje un poco turbio. Propietario de un restaurante de moda, pero con una cierta tendencia a no pagar deudas y a gorronear en las fiestas de amigos y desconocidos. Perica es una camarera salvadoreña ilegal y tiene un hijo adolescente. Romo y Perica se conocen en un funeral.

Mi opinión.-
Lo primero que me ha sorprendido de este libro es que no tiene unas coordenadas espacio-temporales definidas. Por ciertos indicios podemos pensar que los personajes viven en una ciudad costera de Estados Unidos, donde existe una cierta afluencia de inmigrantes ilegales. Respecto al tiempo, podrían ser los años 80 o los 90 o los 2000. Nada se concreta en la novela. Parece más bien que vivan en un presente eterno y repetitivo.

Además, se mezclan distintas tramas que quedan abiertas, inconclusas y que tampoco tienen mucho que ver con la trama principal. Y es otra cosa que me despista. La autora dice que la vida es así. Que presenta desafíos, oportunidades, encrucijadas que después desaparecen sin dejar rastro y sin relación aparente. Un cierto caos o desorden que nunca llega a tener una explicación. Desde ese punto de vista, tiene toda la razón, pero a mí me causa una cierta desazón. Supongo que es porque estamos acostumbrados a narraciones lineales, cerradas y perfectamente pespunteadas.

Es una novela corta que empieza con un funeral y termina con otro. Es una historia de amor, de enfermos de amor. Así que se juntan Eros y Tánatos. Tánatos es Romo Esmiz, enfermo de amor por Perica, chanchullero, al borde del delito y con mala prensa entre las mujeres. Cuando su nivel de alcohol en sangre empieza a desbordarse, se aleja de la ciudad y se dedica a matar animales pequeños, zorros, conejos, lo que se ponga a su alcance. Sin ninguna justificación, porque la vida no tiene justificación.

Perica es una inmigrante ilegal. Es salvadoreña y trabaja de camarera, sin embargo lo que en realidad le gusta es observar a la gente (y el alcohol). Es socióloga y tiene un hijo adolescente al que le falta tiempo para probar todas las drogas del mercado, pero controlando las dosis que se mete. Perica es Eros. Lleva minivestidos de plástico y un diamante falso incrustado en un diente, las uñas azules estropeadas y el pelo muy corto.

Desde su encuentro, Romo inicia una estrategia de persecución para conseguir a Perica y Perica se entretiene esquivándole y rompiéndole las pelotas. A mí esta combinación de mulata rompepelotas, sedosa y arisca, desconfiada, me cansa un poco. Igual que el estereotipo de canalla enamorado.

Sin embargo, me gusta mucho el estilo seco y poético que la autora ha elegido. 

Las crudas
Esther García Llovet
Ediciones del Viento 

jueves, 2 de octubre de 2014

Cine: El hombre tranquilo de John Ford (1952)

Una película hoy absolutamente incorrecta, impresentable. Pero sin embargo sigue llegando al corazón. El cine de John Ford es nostalgia y, a veces, nos alegramos de que esa nostalgia se haya perdido.

Por más de que se trate de una película divertida, tierna y melancólica, la duda que me surge al volver a verla es si esta ternura que rezuma es suficiente justificación para “embellecer” el maltrato a las mujeres. Partimos de que sólo hay un personaje femenino relevante en toda la película, Mary Kate (Maureen O’Hara): solterona esclavizada en su propio hogar y que tiene como único patrimonio sus muebles y un poco de dinero que administra su hermano, un bruto infantiloide.

Mary Kate se encuentra con Sean, que vuelve al hogar de sus padres a curar penas, interpretado por John Wayne, actor que siempre me produce una cierta tirria. Y entonces, el mundo se detiene, los ríos se desbordan, la melodía de los pájaros es más dulce, el sol brilla más, las ovejas engordan más rápidamente; la tormenta, los truenos y los relámpagos todo es más intenso desde que los dos se encuentran. Para Sean, Mary Kate es un sueño; aunque para mí da saltos como las cabras y parece estar siempre al borde del brote psicótico.

Los encuentros entre los enamorados desatan todas las fuerzas de la naturaleza, la lluvia empapa la camisa de John Wayne y resbala por sus musculosos brazos, el viento agita la roja cabellera de Maureen O’Hara. Prolegómenos de una pasión contenida que pronto será desatada.

Cada vez que se ve una película produce sensaciones diferentes. Esta vez, me ha resultado también empalagosa, con dosis excesivas de buenismo rural por parte de los campesinos irlandeses. Un paraíso perdido que mucho mejor que esté perdido. Las conversaciones estúpidas y surrealistas, los trenes que llegan cuando quieren, los borrachines graciosos, alguna mención al IRA y sobre todo las mujeres invisibles.

La acción se desarrolla en los años 1950. Sean vuelve de Estados Unidos, un mundo aparentemente moderno, sin límites, emancipado de normas sociales caducas, para encontrar la paz en una Irlanda rural paradisíaca, en una casucha destartalada y sin comodidades. A mí me resulta difícil pensar que en esas condiciones se pueda encontrar la paz. Pero … se encuentra con el amor.

Parece que el amor, que por supuesto al final triunfa, todo lo vale, todo lo supera y todo lo justifica. Peligroso razonamiento éste de que “quien bien te quiere te hará llorar”.

A pesar de que John Ford hace de Mary Kate un personaje profundamente ridículo, sin embargo, también es una mujer muy consciente de sus derechos y capaz de pelear, en la medida que su sociedad se lo permite, por ellos. Por esto no ceja en su empeño de reclamar sus pertenencias, sus muebles y su dote. Aunque para su marido no tengan importancia, para ella son sus propiedades, la manera de demostrar que no llega al hogar de su marido con las manos vacías, que no va a ser una esclava.

Es una película que destaca por su lirismo y por una fotografía impresionante. Rememorar la infancia del protagonista a través de la voz en off de su madre explicándole cómo era su casa en Irlanda, es el punto de partida de la nostalgia. Puede que lo que la hace atractiva todavía es el ambiente de cuento para adultos; con las ovejitas pastando alegremente por el prado y el riachuelo cantarín que desciende en busca de anchos mares.

Pero es también la película de las mujeres invisibles. Suponemos que están porque alguien prepara la comida y limpia las casas, pero cómo la mayor parte de la acción se desarrolla en la taberna y las mujeres no acuden a la taberna no las vemos. La única aparición significativa en la película de otra mujer (aparte de Mary Kate) es una vecina que le da al marido una vara para que le pegue. Gran ayuda para las mujeres invisibles las mujeres que incitan a los hombres a pegarles.

Una joya de película, pero una joya anticuada. 




Director: John Ford
Guion: Frank S. Nugent
Fotografía: Vinton C. Hoch



jueves, 25 de septiembre de 2014

Narrativa: El mes más cruel de Pilar Adón (2010)

La autora.-
Pilar Adón es una joven escritora que se licenció en Derecho, aunque ha preferido como oficio la literatura. Ha sido Premio Ojo Crítico de Narrativa en 2005 y Nuevo Talento FNAC. Escribe poesía y también es traductora. Otros libros suyos son: Viajes inocentes y Las hijas de Sara.  
Pilar Adón 

Sinopsis.-
El mes más cruel es un libro de cuentos independientes unos de otros, pero que mantienen un hilo conductor.

Mi opinión.-
No me siento cómoda leyendo cuentos. Aunque entiendo que exigen verdadera maestría por parte de los escritores, a mí me es difícil seguirlos porque cuando empiezo a involucrarme en la lectura (algo que, habitualmente, no consigo que me pase desde la primera línea) el escritor ya ha llegado al final, demasiado deprisa para mí. Además, generalmente, los libros de cuentos suelen ser recopilaciones que no mantienen unidad y eso también me despista.

Pero nada de esto pasa con El mes más cruel. Aunque sean relatos independientes, situados en ambientes diferentes y con diferentes personajes, comparten temática y más aún, el final de cada uno de ellos suele tener el comienzo del siguiente. De alguna manera, la narración se va deshilachando y alguno de esos hilos podemos encontrarlo en el cuento posterior. Un acierto de la autora, desde mi punto de vista, es intercalar pequeños poemas entre los relatos; esos poemas son los hilos.

Los personajes son principalmente mujeres aturdidas, acechadas, sin que sepamos claramente porqué. En los primeros cuentos, viven aisladas en ambientes inquietantes, húmedos, vagamente descritos por la autora, sujetas a una fatalidad que no quieren ni pueden controlar. Pero a medida que avanzamos en la lectura, los miedos toman cuerpo y se encarnan en los seres queridos, en los más próximos (como en El fumigador). Así las protagonistas pasan de buscar y aceptar sus aislamientos a convertirse en fugitivas (Noli me tangere) y animar a otras a huir del horror también (Los cien caminos de las hormigas).

La autora no se recrea en la descripción ni en la reconstrucción de paisajes o personajes; podemos conocer más de las historias por lo que oculta que por lo que detalla. Sin embargo, sí que se explaya en los ambientes evanescentes y en la indefensión emocional de todos estos personajes, con la única finalidad de transmitir sus sensaciones al lector. De tal manera que, a veces, llegar al final de un cuento es un portazo para que el lector no hurgue más en la intimidad de los personajes (Para que nada cambie). Muy recomendable.


El mes más cruel
Pilar Adón
Ed. Impedimenta

jueves, 18 de septiembre de 2014

Novela: The Detective and The Woman de Amy Thomas (2012)

La autora.-
Amy Thomas es una joven escritora y bloguera, http://girlmeetssherlock.wordpress.com. Forma parte también del colectivo The Baker Street Babes.En  http://bakerstreetbabes.com pueden encontrarse podcast, análisis, entrevistas y artículos sobre todo lo relacionado con Sherlock Holmes, desde la mirada de las mujeres. Otras novelas suyas son: The Detective, The Woman and The Winking Tree y The Detective, The Woman and The Silent Hive.

Sinopsis.-
Para el mundo Sherlock Holmes ha muerto, pero sólo unos pocos saben que no es así. Cuando Sherlock Holmes cree que Irene Adler está en peligro, no duda en prestarse a ayudarla, aunque sea una trampa. Irene es La Mujer; la única persona en el mundo que, años atrás, pudo vencerle.

Mi opinión.-
Este es el primer pastiche que he leído sobre Sherlock Holmes y me ha encantado. Se presenta como un caso de los habituales que SH tiene que resolver, pero en él comparten protagonismo el detective universal e Irene Adler. El Doctor Watson, compañero inseparable de SH, está ocupado en otras cosas.

Es sabido que Arthur Conan Doyle estaba tan harto de su personaje que en El Problema Final decidió matarlo. Los lectores no le perdonaron, le amenazaban e insultaban por la calle, llegaron a llevar brazaletes de luto por el personaje y al final tuvo que “resucitarlo”. Este podría considerarse el primer ejemplo del fenómeno friki respecto a un personaje ficticio.

De todas maneras, esos años en que SH estuvo “desaparecido” son fuente de inspiración para los seguidores más talentosos, los que se atreven a escribir y rescribir e inventar y volver a inventar aventuras y más aventuras. Este es el caso de Amy Thomas, que además aprovecha para potenciar el personaje de Irene Adler. Atractiva, inteligente, fuerte, vulnerable. Al final de Escándalo en Bohemia, el doctor Watson dice sobre Irene: “… Ella es siempre, para Sherlock Holmes, La Mujer… no existía para él más que una sola mujer, y ésta era la que se llamó Irene Adler, de memoria sospechosa y discutible”.

No me olvido de que en el Canon Holmesiano, escrito a finales del XIX y principios del XX, las mujeres tienen muy poca importancia, ni como víctimas, ni como clientas, ni como malhechoras. Pero Irene Adler es la excepción. Aunque sólo aparece en el relato mencionado antes, desde el principio se hace un personaje muy poderoso.

En un pastiche escrito en el siglo XXI por una mujer, evidentemente no se podía mantener esta actitud. Pero también resultaba muy tentador que se tratase de una historieta de amor, donde se resolviese la tensión sexual de Escándalo en Bohemia. No es así y me alegro profundamente. The Detective and The Woman resulta una novela de intriga clásica, en la que Sherlock Holmes e Irene Adler actúan como camaradas, como compañeros de armas en lucha contra el delito.

En capítulos alternos, tenemos el punto de vista de Irene Adler y el punto de vista del narrador. Es interesante porque ambas visiones se complementan y nos descubren las dudas y flaquezas de los protagonistas. En los capítulos de Irene Adler la autora aprovecha para hacer crecer al personaje, que se sienta bien en su papel de mujer capaz e independiente y al final apicultora. Por lo demás intriga, sospecha, disfraces, lógica, intuición e inteligencia. Otra novela de Sherlock Holmes. La pena es que no hay traducción al castellano. 



The Detective and The Woman
Amy Thomas

Ed. MX Publishing

jueves, 11 de septiembre de 2014

Ensayo: La psicología de masas del fascismo de Wilhelm Reich (1933)

El autor.-
Wilhelm Reich
Fue médico, psiquiatra y discípulo de Freud nacido en 1897. Un pensador muy radical, lo cual le sometió a persecuciones por parte de los distintos poderes en etapas diferentes de su vida: perseguido por los nazis por la publicación de La psicología de masas del fascismo y sometido a juicio en Estados Unidos durante la Caza de Brujas de McCarthy por haber pertenecido al Partido Comunista. Murió en la cárcel en 1957, diagnosticado de esquizofrenia. 

Entre otras diferencias con Freud está el interés de Reich por la sexualidad y su relación con la economía. Desarrolló la Teoría de la economía sexual, según la cual la “salud mental de una persona se puede medir por su potencial orgásmico”. Incluso describió una energía vital universal llamada orgona que podía medirse y que ha dado lugar a una especialidad médica, la medicina orgonómica.

Mi opinión.-
La psicología de masas del fascismo fue escrito en 1933, en pleno auge del nazismo. En este libro, el autor quiso explicar el surgimiento de este movimiento y especialmente la adhesión incondicional que provocaba en la gente.

Partía de la base de que el individuo nacía y crecía dentro de una familia autoritaria patriarcal y que esto producía un estancamiento de la energía sexual que se traducía en unas relaciones económicas insatisfactorias. Es bastante parecido, según lo que recuerdo, a lo expuesto en El miedo a la libertad de Erich Fromm.

Sin embargo, Reich no da ninguna pista de porqué los individuos educados en familias autoritarias, una vez que llegan a la vida adulta, tratan de reproducir ese mismo ambiente y sustituyen al padre autoritario por el líder político autoritario que le promete todo a todo el mundo: a los trabajadores la expropiación de los medios de producción y a los empresarios garantías de que no serían expropiados. Los ciudadanos, a pesar de ser conscientes de la imposibilidad de cumplir con esas promesas, esas mentiras, fueron incapaces de desencadenarse de esa dependencia. Esto pasó, según Reich, porque el líder autoritario reproducía el orden social que habían vivido en sus familias autoritarias. La socialización en el culto al padre/líder creaba unas estructuras de carácter tan fuertes de las que era imposible liberarse.

Reich no consideraba que Hitler fuese un gran líder, con especiales talentos para la manipulación. Sin embargo, parece que encontró el terreno abonado para que sus ideas cuajasen. Las clases medias, los pequeños burgueses y los funcionarios deseaban fervientemente superar sus orígenes de clase trabajadora; querían sentirse promocionados y triunfadores. Querían identificarse con los burgueses de verdad. Por supuesto, no tenían su potencial económico, pero sí que podían imitar su estructura social fundamental: la familia autoritaria. La familia patriarcal autoritaria excluye a las mujeres, a los hijos y a los ancianos de las decisiones. Controla la sexualidad de las mujeres y fomenta su dependencia; crea unos arquetipos de maternidad abnegada que más tarde trasladará a la idea de patria. Controla también la sexualidad de los hijos y decide e impone matrimonios convenientes para la expansión de su negocio.

Este es el ambiente en el que nacen y crecen los individuos. Tal y como afirma el behaviorismo, la socialización progresa desde lo afectivo a lo cognitivo, pero en el caso del fascismo parece que queda detenida en una vinculación emocional y afectiva, tendente a superar los complejos de una nación entera. 

Lo que no se explica es qué tenían de especial alemanes, españoles e italianos para que el fascismo arraigase de esa manera. Qué querencia exclusiva tienen por la familia autoritaria que otras nacionalidades parecen haber superado.

El libro me ha resultado muy interesante, fácil y ameno de leer. Pero me ha dejado con muchas preguntas sin resolver. Sobre todo, me deja una sensación de desesperanza porque quizá los individuos no quieran salir de ese estado de infantilismo e irresponsabilidad que tan bien les va a algunos políticos. 

La psicología de masas del fascismo 
Wilhelm Reich 
Ed. Roca

jueves, 4 de septiembre de 2014

Cine: Lucy de Luc Besson

En 1974, se descubrió un esqueleto fósil de una homínida del género Australopithecus. Fue un hito porque permitió comprobar que, aunque estos homínidos seguían teniendo un cerebro relativamente pequeño ya caminaban erguidos y se empezaban a distinguir del resto de homínidos. No es una casualidad que la protagonista de esta película se llame también Lucy. Ambas son eslabones de la misma cadena, principio y final de la evolución; incluso, en una escena de esta película, que recuerda a La creación de Adán de la Capilla Sixtina, las dos Lucys se encuentran.

Es una película de acción entretenida, aunque el guion al final flojea un poco. Se plantea qué ocurriría si fuésemos capaces de valernos de toda nuestra capacidad mental que, al parecer, mantenemos tan infrautilizada. Pues eso le ocurre a Lucy (Scarlett Johansson). Es una estudiante rubia y minifaldera que vive en Taipei. Su noviete la mete en un lío con unos mafiosos que la utilizan de mula para introducir una nueva droga sintética en Europa. Durante una pelea, la bolsa de droga se rompe dentro de su cuerpo y su organismo empieza a asimilarla. Se vuelve más fuerte, insensible al dolor; aumenta su capacidad de oído y puede recordarlo todo: el sabor de la leche materna cuando era un bebé, todos los besos que su madre le dio. Durante la transformación se le hace evidente que no podrá sobrevivir mucho tiempo y empieza a buscar respuestas. El profesor Norman (Morgan Freeman) es un científico que, excepto asistir a su transformación y recibir su legado, poco podrá hacer por ella.

Es interesante porque hace unos años a ningún director o productor se le hubiera ocurrido que una rubia sexy interpretase un papel de víctima/heroína de una banda de traficantes de droga. Luc Besson ha dicho en una entrevista que le parecía más interesante que este papel fuese para una mujer porque la evolución resulta más chocante. Scarlett Johansson le da credibilidad a la transformación: de joven ingenua que intuye que se ha metido en algo que no puede manejar a eslabón final de la evolución, es capaz de mantener la humanidad del personaje. Es conmovedora la escena en la que se despide de su madre.

Sin embargo, la película se queda corta. No explota la reflexión moral o filosófica que supone que alguien pueda abarcar el límite del conocimiento. Conocer todo, el pasado, el presente y el futuro; lo que le ha pasado a uno mismo y lo que le ha pasado a toda la humanidad. Pero no sólo conocer los hechos, sino también volver a sentirlo todo, a recordarlo todo. Estar por todos sitios; revivir eternamente todo. Parte del secreto del conocimiento es que en realidad nunca morimos del todo y así lo dice Lucy cuando se desintegra, “estoy en todos sitios”.

Desde ese punto de vista, resulta demasiado fácil imaginar qué pasaría si alcanzásemos el pleno rendimiento mental. ¿Quién puede verlo todo, sentirlo todo, conocerlo todo, recordarlo todo porque lo ha vivido todo y que puede estar en el presente, en el pasado y en futuro al mismo tiempo? ¿Quién es aquel, aquella o aquello que es pura existencia fuera de la dimensión espacio temporal y sin un cuerpo que le limite? Yo diría que es Dios. En este caso Diosa. Lástima que la película no llegue a estas reflexiones y se pierda en un final que chirría. 



Director y Guion: Luc Besson
Intérpretes: Scarlett Johansson, Morgan Freeman y Amr Waked