lunes, 7 de enero de 2013

Novela: En busca de April de Benjamin Black (John Banville)


Sinopsis.-
En el ambiente asfixiante de la Irlanda de 1950, April Latimer ha desaparecido. Phoebe Griffin, recurre a su padre biológico, Quirke, para que le ayude a localizarla. Sin embargo, la familia de April está más interesada en ocultar su desaparición que en saber lo que en realidad ha ocurrido. Los Latimer representan el poder político, la tradición y la corrección moral. 

El autor.-
Benjamin Black es pseudónimo de John Banville, (1945) novelista irlandés, premio Booker en 2005 con El mar. Para Banville o Black la literatura es “tener valor y salir a pelear sabiendo que vas a ser derrotado”. Algunos ingleses dicen que cuando la literatura inglesa empieza a decaer siempre hay un irlandés que la saca adelante. En busca de April es la segunda novela de la serie de Quirke. 

Mi opinión.-
El autor afirma que trabaja con pseudónimo porque hay temas que no puede abordar como John Banville; prefiere para ellos una escritura más libre, más fluida, sin que por ello tenga menor calidad. 

En esta novela, se embarca en una descripción detallada y sobria de la sociedad irlandesa de 1950. Cumple con una de las características de la novela negra más tradicional: los ambientes de bruma y niebla remiten instantáneamente a una sociedad hipócrita, que esconde sus secretos; los personajes son dolientes y están descritos con profundidad, con infancias traumáticas que el autor sabe insertar en ese ambiente oscuro y frío. 

La densidad con la describe ambientes, olores, paisajes, es la misma densidad opresiva de mujeres silenciadas y maltratadas, donde todo se sabe pero nadie lo dice en voz alta. Benjamin Black se detiene extensamente en estas descripciones, dándoles así cuerpo; con un tipo de escritura muy sensorial: de olores, sabores y tacto. 

Quirke es un forense de 50 años, alcohólico (requisito de otros varios detectives aficionados); acostumbrado a enfrentarse con esos poderes tradicionales y salir perdiendo. Ha pasado por una cura de desintoxicación, lo que nos hace pensar que su visión será más clara que la del resto de protagonistas. A pesar de su adicción y nada más salir de su internamiento, Quirke decide comprarse un coche, un Alvis TC108 Super Coupé. ¿Por qué alguien que no sabe conducir se compra un deportivo? Quirke tiene ganas de vivir y utilizará el coche como medio para restablecer lazos con su disfuncional familia. Será Malachy, su hermano adoptivo, quien le enseñe a conducir. De esta misma manera, la investigación sobre April le acercará a su hija biológica Phoebe.

Es muy chocante la compleja situación familiar de Quirke, de alguna manera siempre enfrentado a Malachy, su hermano adoptivo, como si fueran imágenes especulares. Ambos han soportado un padre abusivo. Quirke es forense, Malachy ginecólogo; muerte y vida. Ambos son padres de la misma hija (uno biológico y otro adoptivo); se enamoraron de la misma mujer (uno se casó con ella y el otro con su hermana). 

Casi desde el principio sabemos que April no aparecerá; teniendo en cuenta el título en inglés, Elegy for April, podemos imaginar que April ha muerto. No sabemos nada directamente por ella, no la conocemos excepto por las impresiones que el resto de personajes nos dan: frívola, que va a su aire, bohemia, disoluta, que no se deja conocer. Poco a poco, a través de la investigación de Quirke, veremos que, en realidad, ha sido una de esas víctimas que nunca ha tenido su propia voz. Así que lo que queda de ella después de su desaparición es una imagen borrosa, como si esa falta de luz, la niebla y el frío, fueran límites que impidieran que los seres humanos se conozcan en realidad. 

Me ha gustado mucho, sobre todo por la profundidad de los personajes y por la manera de escribir de Black-Banville; dando pinceladas constantes que van subiendo la intensidad de la narración. Es una novela negra de gran calidad que os recomiendo. No es de las habituales con muchos cadáveres, pero a veces se tienen la sensación de que algunos vivos están más muertos que los mismos cadáveres. Existen cuatro novelas más con el forense-detective aficionado Quirke y su peculiar familia y ahora se está grabando una adaptación para serie de televisión con Gabriel Byrne como protagonista. 


Savita era preciosa
**Spoiler** Pero tengo que decirlo. Parte central de la trama es un aborto –clandestino, obviamente-, en una sociedad hipercatólica e hipócrita. Esta es la segunda novela que leemos en el Taller de lectura al que asisto y lo que más me sorprendió en la sesión que mantuvimos, es que un compañero no se creyese que una mujer fuera capaz de provocarse ella misma un aborto y morir. Recientemente en la prensa y en las redes sociales, ha conmocionado el caso de Savita Halappanavar, irlandesa de origen indio no católica, que murió de septicemia después de serle denegado un aborto terapéutico, simplemente porque médicos biempensantes tuvieron la delicadeza de dejar que el feto muriese matando. ¿Cómo podemos resistir la violencia -institucional y no institucional- contra las mujeres en la Europa del siglo XXI? ¿Por qué hombres de bata blanca y sotana negra deciden sobre la vida y la muerte de las mujeres? 





En busca de April
Benjamin Black
Traducción de Miguel Martínez-Lage
Ed. Punto de lectura


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