Sinopsis.-
Cuba, 1818, en la plantación de azúcar de Bellavista vive y trabaja Sab, un mulato esclavo propiedad de don Carlos. Es hijo de una princesa africana y de don Luis, hermano de don Carlos. Desde siempre ha estado enamorado de Carlota, la hija de su amo y su prima, ahora prometida a Enrique Otway, inglés rubio y de ojos azules, que sólo pretende su dinero y posición social.
La autora.-
Gertrudis Gómez de Avellaneda, escritora del siglo XIX. Nacida en Camagüey, Cuba, en 1814, se trasladó pronto a España. Fue madre soltera, se casó un par de veces y tuvo una vida apasionada y sufriente. Recibió una educación esmerada e incluso postuló su candidatura para la Real Academia Española de la Lengua, pero fue rechazada por ser mujer. Era considerada atea por su familia por leer a Rousseau; sin embargo, al morir su primer marido estuvo una temporada en un convento. Escribió poesía y teatro; Sab, escrita en 1841 y prohibida en Cuba, es su novela más famosa. Murió en Madrid en 1873. No sé si en los colegios españoles se estudia a la Avellaneda, pero debería hacerse.
Mi opinión.-
Me ha sido imposible encontrar una edición española o hispanoamericana del libro (eso ya da que pensar); sin embargo, sí que he encontrado una edición de la Manchester University Press, con un estudio introductorio a cargo de la profesora Catherine Davies.
Esta profesora dice que existió una tradición notable, entre las escritoras anglosajonas, a la hora de abordar la esclavitud y el sometimiento de las mujeres a través de la novela, relacionando íntimamente esos dos tipos de opresión. Pero no ocurre lo mismo entre las escritoras en castellano, la Avellaneda es el único ejemplo. Creo que sólo por eso ya debería ser objeto de estudio en los colegios y por supuesto en las universidades.
La Avellaneda utiliza la estructura del melodrama romántico y costumbrista de amores imposibles y diferencias sociales, como soporte para su alegato a favor de la igualdad, para esclavos y para mujeres. Critica la esclavitud mucho antes de que fuera oficialmente cuestionada, aunque en la edición de sus obras completas (que preparó ella misma), excluyó deliberadamente esta novela. No se sabe si lo hizo porque literariamente no estaba satisfecha con la escritura o porque en ese momento no era adecuado manifestarse como antiesclavista.
Tenía 24 años cuando escribió Sab, su primera novela, convirtiéndose en una transgresora literaria. Se consentía que las “mujeres literatas” se dedicaran a la poesía amable, romanticona, pero no que cuestionasen el orden social a través de las novelas, como hace la Avellaneda a través de sus personajes. Critica la esclavitud, las convenciones sociales y el enriquecimiento rápido que ahogan el instinto y la pasión; ensalza la virtud de ser fiel a sí mismo y la grandeza moral.
Sab, Carlota, Enrique y Teresa, viven su vida y sus pasiones en un paisaje fértil, exuberante, tórrido y tormentoso. Descrito por la Avellaneda con minuciosidad: los pájaros, las plantas, los árboles, los colores y las tormentas son personajes también de la novela. Sab es el buen salvaje, inspirado en las lecturas de Rousseau, el hombre moral que está muy por encima de su condición social y de su destino en la vida. Héroe trágico que es consciente de ser víctima de una injusticia.
Sab está enamorado de Carlota que está enamorada de Enrique que es amado por Teresa. Todos son una cadena de fatalidad. Socialmente, Sab y Teresa son seres marginales, uno es esclavo y la otra es pobre, ambos excluidos de poder gobernar su destino. Sab y Teresa, precisamente por su grandeza moral no conseguirán la felicidad. Carlota y Enrique, jóvenes, blancos y ricos, sujetos a las normas y convenciones de lo correcto y adecuado, tampoco conseguirán la felicidad.
Os recomiendo que la leáis, aunque en algunos momentos es un pelín cursi. No sé cómo encontré la encontré pero leyéndola me he podido enterar de varias cosas sobre la esclavitud:
- En 1734 había habido rebeliones de esclavos en Jamaica.
- En 1791 las hubo en Haití.
- En 1804 Haití proclamó su independencia.
- En 1880 se sustituyó la esclavitud en Cuba por un sistema transitorio, el Patronato.
- En 1886 se abolió el patronato y terminó la esclavitud.
- España fue de los últimos países occidentales en abolir la esclavitud. Sólo hace 127 años.
Hay también un cierto paralelismo entre el apoyo de las mujeres a la causa de la antiesclavitud y la que se produce en los siglos XX-XXI, en apoyo de los derechos de los homosexuales. Sin embargo, y lo dejo ahí para reflexionar, siempre he pensado que las mujeres acabamos dando nuestro apoyo a "causas de hombres" o a "causas organizadas por hombres", con el correspondiente sobreesfuerzo y desperdicio de nuestras capacidades. Por supuesto luchar por la igualdad es luchar por los derechos de todos, esclavos y esclavas, gays y lesbianas; así debería ser, pero la visibilidad de la discriminación de las mujeres, en cualquier ámbito social, es todavía menor que la de los hombres y las mujeres deberíamos priorizar nuestros intereses. Algo así decía María Antonietta Macciochi dirigente del Partido Comunista Italiano, cuando en los años 70 se dio cuenta de que las reivindicaciones laborales de las mujeres (distintas de las de los hombres) se iban dejando, sistemáticamente, aparcadas por parte de los dirigentes varones del partido.
Sab
Gertrudis Gómez de Avellaneda
Editado por Catherine Davies
Manchester University Press
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