Ulrich Beck es un sociólogo alemán conocido por profundizar en su estudio de la actualidad a través del concepto “sociedad del riesgo”. Actualmente es profesor en la universidad de Munich y en la London School of Economics. Se le considera próximo al Partido Socialdemócrata Alemán.
Mi opinión.-
En su manera de abordar la sociedad actual, enfatiza un factor que, en otras épocas, había sido subestimado o no tenía la entidad que hoy tiene. Es el riesgo entendido como incertidumbre, no como peligro. Es no entender y no saber; es ser consciente de que vivimos una realidad que nos desborda. Y que no podemos aferrarnos a certezas. El riesgo puede ser fuente de motivación y también de paralización. Sus críticos le consideran un alarmista. Es pronto para saber si sus advertencias tienen fundamento o no.
En este libro, a través de la crisis del euro, hace balance de la construcción de la Unión Europea. Su punto de vista es el de un ciudadano alemán, crítico con la miopía de su propio gobierno y que abiertamente muestra su europeísmo. No es una posición cómoda. Para Beck la solución a esta crisis, es asumir plenamente la condición de ciudadanos europeos y la corresponsabilidad de unos con otros. Resalta como renacen las rivalidades y los tópicos de unas identidades sobre otras. Es muy crítico con la actitud de los alemanes intentando “meter en vereda” a los indisciplinados europeos del sur, vistos, otra vez, con prejuicios.
Profundizar en el diseño de una Unión Europea más horizontal, donde los ciudadanos se sientan implicados y se sientan representados por los políticos, es una tarea de todos.
Beck tiene muy claro que es el momento de la Gran Política, de dar un paso adelante y cambiar las reglas para una política económica y financiera común. En la era global no debe valer el “sálvese quien pueda”, sería una muestra de individualismo e insolidaridad. Porque, para su lógica del riesgo, los otros deben ser considerados socios, no competidores ni países de segunda. Incluso desde el punto de vista del realismo más egoísta, asumir una responsabilidad por el otro supone invertir en nuestra propia supervivencia.
Cuando se pregunta qué es Europa, Beck no duda en definirla como “… una alianza de antiguas culturas mundiales y de grandes potencias en busca de una salida a su belicoso pasado”. Es eso lo que frecuentemente olvidamos, que Europa surgió para suturar heridas de guerra, basándose en la idea de que los países que comercian entre sí, “generalmente” no suelen pelear. Así, ve claramente, que es el momento de superar la Europa de los mercaderes e integrar nuevas dimensiones en la idea de “Unión Europea”, para evitar el hundimiento de sus valores.
Opta por aprovechar esta crisis para superar dos visiones de Europa: 1) la de los estados nacionales independientes y enfrentados y 2) la visión abstracta de una Europa burocratizada y alejada del ciudadano. Apuesta por crear la verdadera Europa de los pueblos, porque como Beck recuerda en su libro, Nietzsche dijo que somos “… herederos de muchos miles de años de espíritu europeo”.
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