viernes, 28 de marzo de 2014

Novela: El país del miedo de Isaac Rosa

El autor.- 
Nació en Sevilla en 1974. Es también columnista habitual de eldiario.es. Con El país del miedo ganó el Premio Fundación José Manuel Lara en 2008. En 2013 ha publicado la novela La habitación oscura que ha obtenido también el Premio Cálamo. 

Sinopsis.-
Sara y su marido son una pareja española de clase media. No viven en un barrio muy selecto, pero tampoco es un arrabal. Tienen un hijo preadolescente y una vida normal. Sara empieza a notar que le falta dinero y otras pequeñas cosas también desaparecen de su casa. El miedo se instala en sus vidas.

Mi opinión.-
Inquietud es la primera palabra que se me vino a la mente en cuanto terminé de leer esta novela. Y también rabia y un profundo desprecio por el personaje principal y su cobardía.

No me gusta pensar que vivimos en una sociedad del miedo. Pero aunque sea así, no me queda claro si podemos o si queremos hacer algo para salir de ese vértigo. El miedo es útil. En principio, debería servirnos para evitar riesgos de los que no sacaríamos nada. Pero puede ser también una cárcel o puede convertir al miedoso en alguien brutal. Por otra parte, también resulta cómodo dejarse llevar por el miedo y que otro nos solucione los problemas. En todos estos casos, ¿hacemos algo? La mayoría de las veces, nada. Le cambiamos el nombre al miedo y no pasa nada. Le llamamos prudencia o indiferencia y ya podemos padecerlo sin ningún pudor y con toda tranquilidad. 

Isaac Rosa explora todas estas posibilidades en la novela. Dibuja el mapa del país del miedo. Hay dos historias relacionadas: en unos capítulos conocemos la vida cotidiana de Sara, su marido y su hijo, una vez que el miedo se ha instalado en su casa; en capítulos alternos, a través del marido, conocemos todo lo que tenemos que conocer sobre el miedo en general y sobre sus miedos en particular. Las causas del miedo; la violencia, las armas y todas las maneras de herir, infligir dolor y matar; el miedo reverencial; la cartografía del país del miedo, sus espacios, itinerarios, situaciones; la literatura del miedo; instrucciones para delinquir; el origen de los miedos y su aprendizaje. 

También hace que nos enfrentemos a otra cosa que en la novela se dice claramente: “Las respuestas defensivas al miedo generan más miedo”. Una vez que el miedo ha germinado, necesita poco para crecer y hacerse fuerte. Si te colocas frente al miedo, cada vez que das un paso atrás, el miedo da dos pasos al frente. Cualquier cosa lo alimenta: un ruido, una mirada, una palabra soez o amable, da igual. El miedo ya no te necesita para existir, tiene vida propia y se apodera de la tuya. Invade tu mente, tu cuerpo, tu voz. Inhalas miedo, exhalas miedo; masticas miedo, tragas miedo; transpiras miedo; contaminas a los demás con tu miedo y te contaminas con el miedo de los demás. Naces, creces, vives y mueres en una espiral de miedo. 

Es una novela agotadora y excelente porque consigue meterte el miedo en el cuerpo. Desde luego no la recomiendo para leer un ratito en la cama antes de ir a dormir. Te derrota por la sensación de desasosiego, de impotencia ante la cobardía del protagonista; cómo se va dejando dominar por el miedo. Te recuerda los miedos que has sentido y que, todavía, no has superado y el tiempo que pierdes con ellos. 


El país del miedo
Isaac Rosa

Seix Barral

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