jueves, 15 de agosto de 2013

Cine: Inch'Allah de Anaïs Barbeau-Lavalette

Otra película que ya ha desaparecido de la cartelera. Aun así la recomiendo porque aborda un tema que siempre me ha interesado mucho, el conflicto entre Israel y Palestina. 

Chloe (Évelyne Brochu) es una médica canadiense que trabaja en Palestina y vive en Israel. Se desplaza diariamente entre los dos mundos, atravesando el muro que Israel construyó para protegerse de la violencia que él mismo alimenta. En este ir y venir consigue crear lazos de amistad con las dos partes, sin estar realmente en ninguno de los dos mundos. 

Ava (Sivan Levy) es una joven israelí, amiga de Chloe, que está haciendo su servicio militar. Con ella pasa su tiempo libre, como en cualquier otra ciudad de occidente: cerveza, chicos, chicas y música de discoteca. Pero por la mañana, las dos tienen que ir al muro: Chloe lo pasa y va a su trabajo y Ava se queda en el punto de control, asustada, permitiendo que los palestinos pasen o no, pero siempre asustada. 

Rand (Sabrina Ouazani) es una joven palestina embarazada de su primer hijo. Vive en un campo de refugiados en Cisjordania, con su madre y sus hermanos, Faysal y Safi. Su marido, un resistente palestino, está en la cárcel, a la espera de su condena definitiva. Tardará muchos años en salir. Chloe la atiende en su embarazo y también tontea con su hermano Faysal. 

Todas utilizan el mismo color de barra de labios, “cereza salvaje”. Las tres podrían haber sido amigas, pero dos de ellas ni siquiera se pueden conocer.

La película no trata de cómo alguien toma partido por uno u otro bando, porque la elección de Chloe está hecha desde el principio. Trata de cómo se vive o se sobrevive con el miedo constante, de la sorpresa por no poder comprender esa situación de extremada violencia o de cómo Chloe se da cuenta de que comprender tampoco ayuda a solucionar nada. 

Es un retrato de la asfixia por el miedo; es estar en todo momento a punto de estallar, de miedo y de impotencia. Trata de cómo se corta toda esperanza para unos seres humanos por parte de otros y de cómo, en esa situación de violencia, cualquier cosa puede ser una forma de resistencia: recoger piedras aparentemente sin sentido o cantar una canción enfrente del enemigo, puede ser más efectivo que una bomba. Pero también trata de cómo escapar a la asfixia. Llega un final precioso que deja sitio a la esperanza, aunque no nos corresponda a nosotros verlo. 

Safi es el hermano pequeño de Rand. Un niño abandonado, apenas de 10 años, ignorado por todos y por todo. Se dedica a recoger piedras durante toda la película, de todos los tamaños. Sin que nos demos cuenta, es la esperanza. No habla con nadie y nadie le habla. En el vertedero de basura que sirve de sustento a su familia, ha conseguido algo parecido a un disfraz de superman. Pacientemente, con las piedras que recoge, golpea el muro de Israel hasta que las piedras se pulverizan y se abre un agujero, suficientemente grande para que pueda mirar. 



Inch'Allah
Directora: Anaïs Barbeau-Lavalette
Coproducción Francia-Canadá, 2012

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