Into the woods son
dos películas. La primera, fundamentalmente un musical, donde se entrecruzan
cuentos tradicionales dándoles un barniz nuevo: Caperucita, Jack y las judías
mágicas, Cenicienta y algún otro que ahora no recuerdo. Esta parte que es,
aproximadamente la primera hora de película, me ha gustado mucho. Está bien
hilada, tiene ritmo y entretiene. Pero después no sé qué pasa; los personajes
empiezan a hablar (mucho, excesivamente), empieza a haber cierta moralina y
todo el armazón se tambalea.
Yo confieso que soy más de brujas, cuanto más feas mejor,
porque los malos tienen su atractivo y su vida atormentada; pero en este
cuento, hasta Caperucita tiene un punto morboso. Siempre me ha parecido una
marisabidilla, no ha sido nunca mi personaje de cuento favorito, pero aquí,
aunque le planta cara a un lobo muy seductor y un poco lascivo (Johnny Depp),
casi está a punto de caer en la tentación.
Después del ataque de los gigantes el guion pierde fuerza. Lo
que resultaba atractivo antes era que estos perdedores eran un poco excéntricos
y estaban rebotados contra el mundo; pero después del ataque, todos se quieren
volver muy buenos y muy correctos y acaban siendo un poco petardos.
Al final, en el bosque, todo se reduce a hablar de
maternidades y paternidades más o menos frustradas. La bruja (Meryl Streep) había
robado a una niña y la había encerrado en una torre para que nunca le pasase nada.
Paradójicamente es una bruja que está llena de miedo desde que su madre la
castigó porque se había dejado robar las judías mágicas. Cuando crece Rapunzel,
que es la niña robada, lógicamente traiciona a su madre-madrastra y se enamora
de un príncipe simplón.
El pastelero está maldito y no puede tener hijos desde que
su padre entrase en el jardín de la bruja y le robase las judías mágicas; al
final acaba adoptando a Caperucita que, después del ataque de los gigantes, se ha quedado sin madre y sin abuelita.
Cenicienta decide dejar plantado al Príncipe (Chris Pine) y
al final se va a vivir con el pastelero y con Caperucita, porque le parecen
mucho más sinceros que el príncipe encantador. Y Jack que sólo quería recuperar
a su enferma vaca blanca, también se queda con el pastelero en lo que es un
modelo de nueva familia ensamblada del siglo XXI.
No sé si vivieron felices y comieron perdices una vez que
salieron del bosque, pero yo no. Al final me aburrí un poco. Y es que la pobre Bruja murió y los príncipes me ponen muy poco.
Dirección: Rob Marshall
Intérpretes: Meryl Streep, Emily Blunt, James Corden, Anna Kendrick, Chris Pine, Johnny Depp.
Guion: James Lapine (Musical: Stephen Sondheim, James Lapine)
Música : Stephen Sondheim
Fotografía: Dion Beebe
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