Rafael Navarro ha sido el primer fotógrafo galardonado con
el Premio Aragón Goya en 2013, que reconoce una trayectoria artística destacada
y que ha sido relacionado casi siempre con la pintura. Desde los años 1970 se ha
dedicado a la fotografía, principalmente en blanco y negro y la ha considerado
el medio de expresión más adecuado para explorar su mundo interior, con total
libertad. En los últimos años también ha empezado a utilizar la fotografía
digital en color.
Yo prefiero sus fotografías en blanco y negro. Siempre me ha
gustado más la fotografía en blanco y negro porque me parece más cálida,
paradójicamente más carnal, dónde se puede apreciar mucho mejor la textura de los materiales.
Antonio Ansón en El
ciclo oferente, prólogo de un libro dedicado a la fotografía de Rafael
Navarro, habla sobre la distancia como concepto fotográfico. Para mí, acercarse
a la modelo y fragmentar su cuerpo con el encuadre y con la luz, pasar de lo
concreto a lo abstracto, supone que cada uno de los espectadores pueda dar
forma a un nuevo significado; elegir un punto de vista más lejano, sin embargo,
siempre es priorizar la historia que el fotógrafo cuenta, antes que elaborar una propia. En esta exposición, tenemos ejemplos de estas dos perspectivas, una más abstracta y otra más narrativa. Y ambas son manejadas con la misma destreza por Rafael Navarro.
En esta exposición se muestra la trayectoria de Rafael
Navarro. Su coherencia a través de los años y su deseo de continuar explorando
las posibilidades expresivas de la fotografía: desde los dípticos de los años
1970, donde dos imágenes, aparentemente opuestas crean un nuevo significado,
hasta las últimas fotografías digitales, todo es búsqueda.
Ella. Seguimos las
imágenes de izquierda a derecha y desvelamos el misterio, de la materia inerte a la piel de una mujer; vamos desde lo inorgánico y además oculto hacia la vida expuesta. Con el Díptico 8, sentimos la inquietud de ver
un mundo desapacible, inhóspito y habitado por hierbajos, pero lo vemos desde el marco de
unas ventanas viejas de una habitación tan desolada como el exterior; quizá, por ello, queramos imitar la actitud de la mujer que se tapa
los ojos con el brazo.
Ella |
Sugerir, intuir y sentir de una manera personal. Quedan pocos días para que termine la exposición y es muy recomendable.
Díptico 8 |
IAACC Pablo Serrano
Paseo María Agustín 20 - Zaragoza
Hasta el 17 de julio de 2016
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