lunes, 9 de enero de 2017

Cine: ¡Ave, César! de Joel e Ethan Coen (2016)


Con los hermanos Coen me pasa lo mismo que con Berlanga, que no acabo de pillar su humor ácido. Me parece que tanto sarcasmo sólo surge de creerse superior a los demás. Aunque tuve dificultades para terminar Fargo me he decidido a ver ésta ¡Ave, César! y el resultado ha sido el mismo. Poca diversión.


Se puede intuir en esta película el amor de los hermanos Coen por el cine, pero poco más. Me vale como cine de homenaje al cine, pero como comedia no. Para mí hay un exceso de personajes y de situaciones que buscan comicidad pero que, en realidad, son un peso muerto.


No entiendo a las periodistas gemelas; el espía de la Unión Soviética con un perrillo que se llama Engels es patético; el personaje de Scarlett Johansson plano y transparente, perfectamente suprimible sin que la película sufra. En fin, que lo he intentado otra vez y no funciona. Me pasa lo mismo con Woody Allen. Cada cierto tiempo vuelvo a darle otra oportunidad pero no me seduce nunca.


George Clooney no es el mejor actor de la historia, pero desde luego para la comedia no tiene ningún talento. Josh Brolin, está perfecto en su papel de directivo de Hollywood tirando a mafioso, resolviendo más problemas de los que tiene, católico y con problemas de conciencia. La única escena que yo salvaría de la película es la de Ralph Fiennes interpretando a un exquisito director de cine europeo intentando enseñar a hablar a un vaquero paleto desdentado reconvertido en galán interpretado por Alden Ehrenreich.


Por lo demás, la película parece un recosido de diferentes géneros: el musical gay, la comedia elegante, una de romanos, una prima lejana de Esther Williams y una parodia de espionaje, con los guionistas de Hollywood haciendo labor de zapa a favor de la URSS.


Magnífica fotografía y pobre guion.  


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