lunes, 23 de enero de 2017

Cuentos: To and Fro/Psychopolis de Ian McEwan (1978)

El autor.-
Ian McEwan es uno de los novelistas británicos más reconocidos en el momento. Parece que sus primeras historias tenían un cierto carácter gótico y se le bautizó como “Ian Macabre”. Empezó su carrera como escritor a finales de los años 1970 y como su manera de narrar o de abordar ciertos temas, generalmente sexuales, era bastante realista en ocasiones fue acusado de obscenidad. Su novela más conocida es Expiación que fue magníficamente adaptada en cine por Joe Wright. Otras obras suyas: Ámsterdam, Sábado, Solar, Operación Dulce, La ley del menor


Mi opinión.-
Sigo con mi intención de mantener mi nivel de inglés a base de leer y ver pelis en versión original. Me niego a seguir yendo a academias y a estudiar más gramática. Así que encontré una edición de libros bilingües que, además, llevan audiobook, y estoy encantada porque, ahora mismo, no podría dedicarle mi tiempo de lectura a una novela en inglés, pero a cuentos, sí.

En este libro, hay dos cuentos que se editaron en 1978, en el volumen In Between the sheets, que puede traducirse como Entre las sábanas o Entre los papeles. Supongo que es un juego de palabras del autor para escribir sobre la intimidad de los personajes.

El primero de los cuentos se titula To and Fro (Vaivén) y es muy extraño. Realmente no he llegado a saber qué es lo que cuenta. A veces me parecía que el protagonista estaba muerto y relataba dos momentos de su vida; otras veces me parecía alguien en una pesadilla de la que no podía escapar. El protagonista narra en párrafos alternos dos situaciones de su vida cotidiana, con un cierto matiz de absurdo o de hastío. En la oficina y en su hogar, más concretamente en su cama. Supongo que por eso el autor lo tituló Vaivén, porque va y viene de una historia a otra sin llegar a ningún sitio. Me ha gustado mucho porque McEwan es capaz de mantener la expectación sobre algo que no llega. Resulta muy inquietante.

El segundo, Psychopolis, parece un delirio de personajes aburridos de sí mismos. Son varios estadounidenses y un inglés. No sé si el autor pretendía ridiculizar a los americanos, pero si fue así el narrador inglés también sale malparado. Una chica americana necesita superar algún trauma a través de prácticas sexuales masoquistas light, como estar atada a una cama; Terence también tiene problemas con sus novias, que invariablemente acaban dejándole; George, es el prototipo de capitalista que poco a poco conseguirá una fortuna que no le servirá para nada y cuyo lema es “Dios, agallas y armas, son los que hicieron de América un gran país”, vamos que es el votante prototipo de Trump; y, el narrador, es el inglés que no sabe qué hacer dentro de su cuerpo, que toca la flauta mal y lo sabe y no quiere molestarse en aprender.

Los cuatro se citan para una pequeña fiesta en casa de uno de ellos. De la conversación se pasa a la discusión y de la discusión a la violencia y la tragedia. Aparentemente, porque de la manera más absurda la apatía se impondrá otra vez. 


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