lunes, 13 de febrero de 2017

Ensayo: Patriotas de la muerte de Fernando Reinares (2011)

El autor.-
Es investigador principal y director del programa sobre Terrorismo Global en el Real Instituto Elcano, Catedrático en la Universidad Rey Juan Carlos y profesor invitado en varias universidades, también pertenece a los consejos editoriales de varias revistas internacionales. Ha recibido varios premios y ha sido condecorado con la Cruz al Mérito Militar y con la Cruz al Mérito Policial. Es toda una autoridad en terrorismo global y en violencia política. 


Mi opinión.-
Si el fenómeno terrorista fuese el resultado de la actuación de un puñado de iluminados, locos o psicópatas sería fácil de neutralizar y terminar con él. Pero las causas que empujan a un hombre (la mayoría de terroristas siguen siendo hombres) a convertirse en un terrorista son mucho más complejas. Todos ellos sufren un proceso más o menos largo de conversión que comienza en la adolescencia o primera juventud; cuando son mucho más vulnerables a consignas e ideologías tóxicas. Pero además, no todos los terroristas tienen el mismo grado de compromiso con la organización a la que pertenecen.

Atentado contra Carrero Blanco (1974)
Para tratar de concretar unas características sociológicas aplicables a todos los terroristas de ETA, Reinares estudió los sumarios de diferentes procedimientos juzgados por la Audiencia Nacional y el Juzgado Central de Instrucción 2 durante los años 1977 a 2010, que completó con entrevistas en profundidad de antiguos militantes de ETA.

Atentado contra Hipercor, 1987
Una de las características que más me ha llamado la atención es el grado de aislamiento social que presentan estos individuos. Viven en entornos muy cerrados y no sólo porque, al menos parte de ellos, proviniesen del ámbito rural, sino porque desde la familia o los grupos de pares o ámbitos culturales o religiosos, recibían los mismos o parecidos mensajes. Un tipo de mensajes dirigidos a fomentar, lo que ellos mismos denominaban, una identidad nacionalista verdadera y homogénea y por lo tanto excluyente de todo lo que no fuera ella misma. Un nacionalismo étnico integrista.

Atentado contra Manuel Giménez Abad, 2001
Además también pone de manifiesto que los terroristas, aunque supuestamente intentan destruir el orden existente para crear uno nuevo, no incluyen en este nuevo orden la dimensión de género y las mujeres mantienen el mismo rol, supeditado al del hombre, que desempeñan en las sociedades que se pretenden sustituir. Pocas mujeres llegan a la liderar un grupo terrorista; siendo una excepción el caso de María Dolores González Cataraín, Yoyes, que, además de ser una lideresa, fue de los primeros terroristas arrepentidos y posteriormente eliminados por la propia banda terrorista. 

Asesinato de Yoyes, 1986
Sin embargo, esa creencia en una identidad nacionalista tampoco resulta suficiente para justificar la lucha armada. Muchos nacionalistas no llegaron a empuñar las armas (aunque pudiesen colaborar en cierta medida con la lucha armada), por esto Reinares afirma que el siguiente requisito para conformar una personalidad terrorista sería la creencia en la funcionalidad del terrorismo, su utilidad para lograr unos determinados objetivos políticos y también de manera secundaria las retribuciones emocionales de ser considerado un patriota o un héroe.
Atentado contra la Casa Cuartel de la Guardia Civil en Zaragoza, 1987
Así pues, un terrorista tomaba su decisión de incorporarse a la lucha armada teniendo en cuenta elementos racionales y elementos emocionales. Es importante que Reinares lo haya resaltado, porque normalmente se oculta que los hombres toman sus decisiones basándose en elementos emocionales. Si tenemos esto en cuenta, el viaje de regreso, es decir la decisión de abandonar la lucha armada también se apoyará en elementos racionales y elementos emocionales. Esto nos llevaría a sorprendernos porque, frecuentemente, los desvinculados de cualquier movimiento terrorista no tienen por qué mostrarse emocionalmente arrepentidos de su anterior militancia; simplemente llegado un determinado momento su adhesión a una lucha armada ya no es racionalmente funcional, porque se hayan conseguido los objetivos políticos o porque ya no sea posible conseguirlos. Las víctimas del terrorismo ahí quedan.

Manifestación por el asesinato de Miguel Ángel Blanco, 1997
Un libro muy recomendable porque aunque es una investigación sobre el terrorismo etarra algunas de sus conclusiones pueden aplicarse a cualquier otra forma de terrorismo global que hoy constituya una amenaza. 


Fernando Reinares
Patriotas de la muerte

Ed. Taurus

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