Muy interesante esta exposición de la colección del IVAM
sobre las vanguardias históricas. Incluye pintura, escultura, fotografía, cine,
diseño gráfico, mobiliario, poesía y también un discurso radiado de Hitler. Un
período muy convulso de la historia pero muy fértil en cuanto a manifestaciones
artísticas.
El arte, entendido en un sentido amplio, fue una de las
disciplinas humanas que se utilizó para subvertir o dinamitar el orden burgués,
decadente y abusivo. Se trataba de instaurar una nueva humanidad, pero esto dio
tanto miedo que facilitó principalmente, el nacimiento y la consolidación de
los totalitarismos. Solamente uno de ellos, el fascismo, fue derrotado en una
guerra brutal. Hay que decir que esta derrota sólo fue aparente, puesto que en
Europa en el año 2018 sigue vivo y disfrutando del poder político que le
otorgan las urnas sin necesidad de orquestar anticuados golpes de estado. Algo
incomprensible y que pagaremos caro.
Joaquín Torres-García. Máscara (1928) |
La exposición está dividida en diez espacios. Entre la experimentación y las sombras es
el primero de ellos. A principios del siglo XX se desarrolló una gran
creatividad no exenta de humor y cinismo. Marcel Duchamp destacó alterando
objetos cotidianos de manera que, al romper las barreras del arte domesticado,
creaba una nueva realidad. En 1935 creó estos discos ópticos o rotorelieves y
junto con Man Ray filmó un corto llamado Anémic
Cinéma. También en la misma sala hay obra de Man Ray.
Estas vanguardias constituidas por el futurismo, dadaísmo,
expresionismo, surrealismo o constructivismo siguieron la tendencia cubista de
romper con la opresión de la representación del espacio y la línea considerados
límites. Abren así la puerta a la improvisación, el dinamismo, lo imaginario y
lo salvaje y sobre todo a la revolución tecnológica y al imperio de las
máquinas. Marinetti fue un destacado futurista.
La tercera sala está dedicada a los Cuerpos soñados. La influencia del psicoanálisis en la expresión
artística es evidente, especialmente, para el surrealismo. Allí aparece lo
irracional que ya había sido previsto por Goya en sus Disparates y Caprichos. Todo este universo onírico encontró su
expresión más viva en la pintura y también en los collages y fotomontajes.
Grete Stern fue una destacada surrealista que desarrolló su trabajo en
Argentina, principalmente. Hace un par de años, hubo una exposición magnifica sobre
su obra en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Aquí mi post sobre Grete Stern
Sueño número 4. Grete Stern (1949) |
También hay una gran representación de artistas de la Unión Soviética. El arte puesto al servicio de una ideología política, antes de que se convirtiese en represión de disidentes. Rodchenko y sus carteles para películas como El acorazado Potemkin. Una expresiva simetría y el dominio de los colores puros.
Diseños para cocinas modernas, tanto en mobiliario como en complementos
de cocina y electrodomésticos. Impulsados por la Bauhaus y las teorías de
Walter Gropius. Y también las cámaras fotográficas que dejaban como anticuadas
a las pesadas cámaras de placas y que eran indispensables para incorporar rápidamente
las imágenes a la prensa. Secadores de pelo, balanzas de cocina, cafeteras,
todo al servicio de la modernidad y la rapidez. Y el discurso de Hitler de 3 de
octubre de 1940, emitido por la radio.
Carteles sobre la Guerra Civil y el nazismo como un sapo
asqueroso.
Este es el cartel que más me ha impresionado. De Josep
Renau, El cuarto mandamiento. Una madre viéndose sin recursos, prefiere
colgar a sus hijos a verles morir de hambre, suicidándose después. Y el ojo
de Dios observándolo todo desde arriba. Una exposición muy interesante que
circulará por los CaixaForum de España.
George Grosz, Sigue
sonriendo 1932.
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