miércoles, 2 de mayo de 2018

Narrativa: Une Femme de Annie Ernaux (1988)


La autora.-
Se ha calificado su literatura de auto-socio-biografía. Partiendo de su propia vida y experiencias, la autora intenta explicar el mundo y sus contradicciones sin caer en la autoficción. Otras obras suyas: L’autre fille, L’occupation, La femme gelée, Mémoire de fille. 

Mi opinión.-
Termina este libro diciendo, He perdido el último vínculo con el mundo del que salí. Quizá eso sea lo más determinante en la muerte de los padres, especialmente, de la madre, que se termina de nacer. Que se corta definitivamente el cordón umbilical, sin posibilidad de restablecerlo.

Lillebonne hacia 1950, donde nació la autora
La autora define este libro como una narración a medio camino entre la literatura, la sociología y la historia. Y esto es lo que destacan los críticos de su literatura: su lenguaje accesible y popular y su interpretación sociológica de la vida corriente. Siempre utilizando la memoria individual como caja de resonancia donde podemos encontrar los ecos de la memoria colectiva. Ecos que a mí me resultan muy similares a la vida en España, unos veinte años después.


Una figurita parecida a esta, un deshollinador savoyano, es lo único que la madre se lleva a la residencia cuando empieza su demencia, porque da suerte

No por esto la escritura resulta fría. Al contrario, la emoción que produce está exenta de todo artificio y de cualquier tentación, por parte del autor, de caer en la manipulación emocional y en la lágrima fácil. En definitiva, lo que intenta Arnaux es poner de manifiesto que en los seres humanos confluyen determinaciones sociales, históricas, de clase y de género que nos hacen ser como somos. No es una determinación inexorable pero sí que es una influencia constante. 


Ernaux y su madre a la entrada del negocio. 1959

La narración comienza de manera muy similar a El extranjero de Albert Camus, pero, por supuesto, no tiene la negrura de ésta última. Constata los hechos con serenidad para después contar la vida de su madre y, por extensión, la vida de las mujeres de provincia, en la Francia de los años 1940 y 1950, con pocos recursos económicos pero con mucha fuerza y grandes deseos de vivir una vida mejor; una gran determinación para luchar contra la injusticia social, la guerra y la posguerra.

Annie Ernaux en Yvetot, donde se traslada con sus padres
Su madre era ese tipo de mujer fuerte, emprendedora y que tenía muy claro que su hija viviría mejor que ella. Decidió por ello tener solamente una hija, a la que daría todo lo mejor. La mejor educación, la mejor asistencia médica, la mejor ropa. Y también decidió que por ella se refinaría un poco, intentando ocultar su origen obrero. Así decidió, junto con su marido, abrir un negocio: una tienda-cafetería. Y después otro un poco más grande. Y también decidió cambiar de ciudad, de Lillebonne a Yvetot. Una mujer resuelta que consiguió lo que quería, mejorar un poco su situación para su familia y para ella.

Annecy donde se traslada a trabajar ya casada
Por eso, en el momento crítico de la adolescencia no entendía como su hija podía estar descontenta. Sin embargo, este enfrentamiento para la autora no era un enfrentamiento individual, de madre e hija, sino más bien un enfrentamiento de clase: la mujer adulta trabajadora que ha conseguido prosperar y la joven adolescente pequeñoburguesa que no tiene todavía lo suficiente. Una diferencia cultural más que de afecto.

Un ramo de Forsythia es el último regalo de Annie a su madre
Después de toda una vida de trabajo y de pequeñas satisfacciones, llega la demencia senil. Olvidarse de todo y de todos, incluso de ella misma y de sus más mínimas necesidades. Pero, a pesar de esto, todavía le queda el deseo de disfrutar de pequeños placeres, como tocar una tela y dejarse peinar, comer chocolate y pasteles con las manos, como los niños, sin miedo a ensuciarse. Así terminó la madre de Annie Ernaux. Este libro fue para la escritora una manera de despedirse de ella y de hacerla revivir brevemente. Resulta muy emocionante.




Une Femme
Annie Ernaux 

Gallimard

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