No es la primera exposición de Chema Madoz que veo. Además
parte de esta exposición ya se vio en el Museo
Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, en el año 2000, pero no me
ha importado nada repetir. Como curiosidad diré que en el catálogo de esa
exposición hay un pequeño texto de Mariano Rajoy, entonces Ministro de
Educación y Cultura, hoy es el primer Presidente del Gobierno de España
desalojado mediante una moción de censura. Pero esa es otra historia.
Ars Combinatoria puede
verse en La Lonja de Zaragoza hasta
el 9 de septiembre. Forma parte de las exposiciones de PhotoEspaña 2018, su XX
aniversario y es una suerte que se distribuyan por otras ciudades, además de
Madrid, porque últimamente no me es posible asistir. Madoz afirmó en una entrevista que su trabajo es "como una reivindicación de la duda sobre una realidad impuesta"; siempre buscando un nuevo significado a través de los objetos encontrados, manipulados o no, que le vincula con la estética surrealista.
Desde mi punto de vista, lo especialmente característico de Chema Madoz es la sorpresa y el humor. Humor porque el hecho de ver relacionados dos objetos, dos ideas o dos situaciones que, en principio, no tienen nada que ver una con la otra, provoca una satisfactoria sonrisa y, seamos sinceros, de paso la envidia de pensar ¡por qué no se me habrá ocurrido a mí!
Otra característica que, no creo que comparta en este
momento con otro fotógrafo, es su poética. Una poética de los objetos
cotidianos y una poética relacional entre esos objetos no destinados uno a otro
y entre las imágenes producidas por Madoz y el espectador. Esa es la relación
triangular que se propone en sus exposiciones. Los objetos, sus relaciones
inesperadas y el espectador risueño.
Hay sitio en la exposición también para asomarse brevemente
a la manera de trabajar de Madoz. Se exponen también algunas de sus portadas
para libros y los cuadernos donde piensa las fotografías y algunos de los
objetos inventados que después fotografía. Recuerdo que en la exposición que vi
en la antigua sede de la Fundación Telefónica estaba el armazón de madera que
se había construido para esta fotografía. Ocupaba toda una pared porque, no
podemos olvidar que, parte de la poética de sus fotografías, se basa en el
engaño de las proporciones.
Termino esta entrada esperando que algún día se pueda ver La
Lonja de Zaragoza sin ninguna exposición porque el edificio, por sí sólo,
merece la pena. Edificio renacentista realizado según el proyecto de Juan de
Sariñena como lonja de mercaderes. El salón se distribuye en naves y está
cubierto por bóvedas estrelladas que se reproducen en el mármol del suelo. Creo
que no ha habido sitio más idóneo para una exposición de Chema Madoz.
Esta ha sido siempre mi fotografía preferida.
Su página web: Chema Madoz y una entrevista
En 2015, visité otra de sus exposiciones y ésta fue mi impresión: Las reglas del juego
Su página web: Chema Madoz y una entrevista
En 2015, visité otra de sus exposiciones y ésta fue mi impresión: Las reglas del juego
El objeto y su fotografía
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