miércoles, 14 de noviembre de 2018

Cine: A star is born de Bradley Cooper (2018)


Si tuviéramos que considerar géneros genuinamente propios del cine estadounidense, yo creo que tendríamos que incluir las películas del oeste y los melodramones de amores imposibles atravesados por enfermedades, adicciones o intervenciones en guerras lejanas. Esta es la cuarta versión de uno de esos melodramones. Se ve que la fórmula funciona y que a los espectadores les gusta ver sufrir mucho. A mí sí me ha gustado esta película. 

Sorprende la dirección de Bradley Cooper y también la interpretación de la “novata” Lady Gaga a pesar de que pierde demasiado tiempo en mohínes y morritos. Además, la peli tiene una excelente ambientación musical, inspirada en la versión de 1976 pero rotundamente mejorada. Si hay que reprocharle algo es el metraje tan excesivamente largo y que sea demasiado benevolente con la industria de la música. Si pretendían actualizar un guion que tiene 80 años podría haberse esforzado en mostrarnos cómo actúa hoy una megaindustria que, a veces, fagocita a sus propios hijos.


Los primeros veinte minutos de la película sirven para mostrarnos el estado ruinoso de Jackson Maine (Bradley Cooper), debido a sus propias inseguridades, una infancia traumática, al abuso del alcohol y las drogas y a un éxito no bien digerido. Sentimos, a través de la vacilación y el vértigo que nos muestra la cámara, el abismo al que se asoma. Le vemos deambulando con su chófer por la ciudad, hasta encontrar un bar de drag queens, donde es recibido como la estrella que es, a pesar de que la música country sea más propia de machotes que de drags. Allí conoce a Ally (Lady Gaga) con una voz prodigiosa y un físico imponente que no encaja con los criterios de la industria musical. Aquí el guion podría haber sido más crítico respecto a la implacable inspección y a la desorbitada exigencia que el aspecto físico de las mujeres sufre si quieren llegar a triunfar en el mundo del espectáculo. Pero el guionista ha pasado de puntillas.


Ally tiene mucho talento para la música y Jackson no duda en incluirla en su espectáculo. Aquí el guion se parece demasiado a Cenicienta y al Príncipe Azul que cae irremediablemente prendado de ella después de un encuentro fugaz, durante una noche en la que desaparecen el mundo y todos sus problemas y todo empieza a ser más previsible. Jackson acentúa su declive y Ally comienza a despuntar como estrella, pero el amor sigue allí, uniéndoles.  


Hay personajes secundarios que se encargan de ponerles los pies sobre la tierra, especialmente dos de ellos, antagónicos. El hermano de Jackson que por edad más bien podría ser su padre, interpretado por Sam Elliot, representa la superación frente a la amargura. También intentó hacer carrera musical, pero cuando empezaba a triunfar fue desplazado por el éxito de su propio hermano. Aun así, no se deja invadir por el rencor y ha permanecido fiel ante los primeros signos de decadencia.


El otro, Rez (Rafi Gavron) es el representante que se interesa por Ally y se encarga de hacer girar su carrera y encaminarla hacia un éxito pop más fácil, más industrial, más popular. Para él, Jackson pone en peligro su inversión en Ally y no duda en darle la puntilla cuando está empezando a remontar. Aquí podía haber aprovechado el guionista para delinear un personaje todavía más codicioso e interesado y una industria más abusiva.


El desenlace, aunque es sabido, no deja de emocionar y, en cierto sentido, ver a Ally, en un teatro frente al público, en un homenaje hacia su marido y con un peinado similar al que lucía la noche en que le conoció es intuir que, al final, el amor ha triunfado y Ally no va a renunciar a una carrera más personal, sin dejarse mangonear por la industria. En resumen, una buena película de corte clásico, un melodramón a la altura de lo que se espera y que va encaminado hacia la alfombra roja de los óscars.


Dirección: Bradley Cooper
Guion: Will Fetters, Bradley Cooper, Eric Roth, William A. Wellman, Robert Carson.
Música: Lady Gaga, Bradley Cooper, Luke Nelson, Mark Ronson.
Fotografía: Matthew Libatique
Intérpretes: Bradley Cooper, Lady Gaga, Sam Elliott, Rafi Gavron, Andrew Dice Clay.

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