La autora.-
Deborah Levy nació en Johannesburgo en 1959. Ha escrito
novelas, obras de teatro y poesía. También fue profesora del Trinity College de
Cambridge. Ha sido varias veces finalista del Man Booker Prize. Otras obras
suyas: Beautiful Mutants, Leche caliente
y la segunda parte de esta Autobiografía
en construcción, El coste de vivir.
Mi opinión.-
Este es el primer libro de la trilogía autobiográfica de la
autora que está empeñada en que las mujeres utilicen su voz para hablar de las
cosas que les interesan, aunque, como en este caso, sean cosas que no quieren
saber (o mejor dicho, que no quieren recordar). Por eso no resulta extraño que
este libro lleve como subtítulo “Una respuesta al ensayo de 1946 de George
Orwell Por qué escribo”. Levy tiene
muy claro que escribe porque quiere tener voz propia y dársela a las mujeres
que estén entre los 50 y los 60 años y que, además, esa voz propia esté
incardinada en el feminismo.
La infancia en la Sudáfrica del apartheid no era muy
agradable para algunos blancos que también militaban en el Congreso Nacional
Africano, como era el caso del padre de la protagonista. Y más si se era judío.
Esto provocó el encarcelamiento del padre y el exilio para toda la familia. Pero
antes de ello, la pequeña Deborah tuvo que ir a vivir con otra familia que, en
cierto sentido, le abrió los ojos a la realidad que estaba viviendo.
En este libro, Levy se propone contestar al ensayo, que no
conozco, titulado Por qué escribo de
George Orwell. Supongo que se escribe porque hay una necesidad de contar, de
narrarnos a nosotros mismos el mundo que no entendemos. Un mundo especialmente
hostil para las mujeres.
Me ha parecido que la autora domina la expresión narrativa. En
un estilo muy conciso y en apenas dos capítulos narra su infancia y su
adolescencia. Utilizando para ello herramientas muy diferentes, al menos el
resultado a mí me parece muy diferente. En el capítulo dedicado a la infancia
en Sudáfrica, la mujer adulta escribe como la niña que fue, abriendo sus ojos a
un mundo brutal que no entiende y en el capítulo dedicado a su adolescencia en
el exilio británico, encontramos ya a una joven determinada a dominar el oficio
de escribir.
En cualquier caso, un libro muy interesante para conocer más
sobre la perspectiva que las mujeres tienen sobre el mundo. Especialmente, de
aquéllas que han sorteado la trampa del neopatriarcado del siglo XXI. Ese
neopatriarcado que, según la autora y yo estoy de acuerdo, sigue exigiendo la
existencia de mujeres pasivas pero ahora además ambiciosas, maternales y
eróticas; mujeres que siempre se sienten culpables pero no saben por qué. Mujeres
que hacen ventriloquía, repitiendo hasta la saciedad valores y criterios que
los hombres y las mujeres obedientes al patriarcado han conseguido implantarles
en el cerebro.
Hay algo que me ha molestado un poco, en el capítulo
introductorio. Es la referencia a lo ruidosos que somos los españoles, lo
católicos que somos y lo familiares que somos. Demasiado tópico, ¿no? Sobre
todo teniendo en cuenta que está hablando de los años 1990-2000. Y otra cosa
que se debería de cuidar más en la edición: poner notas a pie de página para
términos como mealy meal, Kilim o dhal.
Cosas que no quiero saber
Autobiografía en construcción I
Deborah Levy
Trad. Cruz Rodríguez Juiz
Ed. Ramdon House
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