jueves, 24 de septiembre de 2015

Cine: Anacleto, Agente Secreto de Javier Ruiz Caldera (2015)

Anacleto, Agente Secreto fue un cómic creado por Manuel Vázquez que empezó a publicarse en 1964. Es una mezcla entre James Bond y Maxwell Smart. De Maxwell Smart, el Superagente 86, ha tomado prestada la capacidad de improvisación y una habilidad natural para el desastre. Sin embargo, Anacleto es un hombre elegante, como Bond, James Bond. Traje, camisa blanca y pajarita siempre impolutos, aunque esté caminando por el desierto y lleve un cigarrillo siempre en la boca con la ceniza a punto de caer. Se casó con una espía ya fallecida y tuvo un hijo, Adolfo, entrenado desde la niñez para ser agente secreto también, aunque ni siquiera él no lo sepa. Ahora Anacleto, Agente Secreto también es una película, dirigida por Javier Ruiz Caldera.



Imanol Arias interpreta a un Anacleto ya sesentón que, aunque él mismo considera que es “demasiado viejo para esto”, todavía puede dar algunas lecciones. Así no se tarda en comprobar que está en plena forma. Sigue trabajando para la misma agencia secreta y enfrentándose al malvado Vázquez, el peor malo o el mejor malo de todos los tiempos; un malo muy malo (Carlos Areces), que ha escapado de una cárcel situada en el desierto: ¿qué pinta un desierto en todo esto? Yo no lo recordaba pero el desierto es el hábitat natural de Anacleto (cosas de su creador). 



El malvado Vázquez ha amenazado al hijo de Anacleto. Adolfo (Quim Gutiérrez) es un niño de más de 30 años, aburrido, soso y comodón. Nunca ha sabido que sus padres eran tan especiales, porque la verdad es que Anacleto ha sido un padre bastante ausente que se hacía pasar por charcutero (pensar en cómo hacía desaparecer los cadáveres de sus víctimas es para echar a temblar) y trabajaba en una masía. Ahora Adolfo trabaja de segurata en unos grandes almacenes y no tiene mucho interés en casi nada. Su jefecillo en el trabajo (Berto Romero) es además su mejor amigo y el hermano de su novia y es tan soso, melindroso y pánfilo como Adolfo.



Alexandra Jiménez es Katia, la novia de Adolfo y está bastante harta de él. Es médica y quiere irse de cooperante fuera de España a vivir aventuras y escapar de su vida monótona. Aunque no entiendo cómo puede tener una vida monótona teniendo como madre a Rossy de Palma (que secretamente trabaja para el malvado Vázquez); pero sí que entiendo claramente que quiera dejar plantado a Adolfo, porque el chico es un desustanciado. De todas maneras, Katia no sabe que la aventura la va a tener muy cerca de casa cuando el malvado Vázquez la secuestre.



Hacía mucho tiempo que no me reía tanto en un cine. Yo creo que desde 8 apellidos vascos. El guion se las trae: chiste sobre chiste y recontrachiste y todo trufado con los gags correspondientes y guiños a las historietas de la España desarrollista de los años 1960, que dejaba lentamente la posguerra y tenía ganas de reír. Parodia y disparate equilibrados. Puro entretenimiento de calidad; ahora ya podemos decir sin ninguna duda que Anacleto nunca falla.  


Director: Javier Ruiz Caldera 
Guion: Fernando Navarro, Pablo Alén y Breixo Corral sobre las historietas de Manuel Vázquez 
Música: Javier Rodero
Fotografía: Arnau Valls Colomer
Intérpretes: Quim Gutiérrez, Imanol Arias, Alexandra Jiménez, Carlos Areces, Berto Romero y Rossy de Palma.  


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