Las primeras noticias que hacen referencia a esta parroquia
son muy cercanas a la fecha de la reconquista de Zaragoza por parte de Alfonso
el Batallador. Ya en 1126 se la nombra como Santa María Magdalena, aunque no se
trata del templo actual, que es de 1437 en estilo mudéjar y, además, con una
gran reforma interior barroca.
Mantiene la estructura de
iglesia-fortaleza por su proximidad con la muralla medieval de la ciudad. En la
actual portada principal se sitúa una escultura del siglo XV en alabastro de
María Magdalena muy estropeada y atribuida a Gil Morlanes. En 1670, la iglesia
se encontraba bastante deteriorada y la torre había sido alcanzada por un rayo,
así que se inició la reforma barroca. Se respetó la estructura original de nave única con tres tramos y unas capillas poco profundas en el espacio de los contrafuertes, pero la
decoración y sobre todo la orientación de la iglesia cambiaron, abriéndose la
actual portada de piedra negra de Calatorao en lo que antes era el ábside poligonal
de siete lados.
En los siglos XIV y XV ya se habla del estudio lindante con
la parroquia y de la presencia de los estudiantes y maestros en las
proximidades. Así, a finales del siglo XVI con la creación de la universidad de
Zaragoza pasó a convertirse en la parroquia de los estudiantes y se cree que
por eso se cambió su orientación hacia la universidad, para facilitar la
entrada de los estudiantes en el templo.
La torre es de planta cuadrada, similar a las turolenses, y
está construida como los alminares almohades, dos torres concéntricas
conteniendo la escalera y en el espacio de la torre interior se habilitaban
estancias que se utilizarían como almacenes. Tiene tres cuerpos, los dos
últimos son los más decorados con arcos mixtilíneos, rombos y cerámica. En el
siglo XVII se le añadió un chapitel barroco que desapareció con la reforma de
1970. A mí me gusta más así.
De la reforma barroca destaca el retablo del altar mayor,
detrás del cual sigue estando el órgano. La escena central tiene como
protagonista a María Magdalena, en el momento de su glorificación. El retablo está
realizado en mármoles y en su cúspide hay una escultura del arcángel San
Miguel.
En los muros laterales de la iglesia se colocaron esculturas
barrocas de santos ascetas, según la moda iniciada por los jesuitas. Son
esculturas muy expresivas; san Simeón parece que esté bailando sevillanas. Me llamó
la atención especialmente la de Santa María Egipcíaca, a la que confundí con
María Magdalena puesto que está representada de manera muy parecida a la
magdalena penitente, con una calavera y una túnica de arpillera.
Curiosamente se venera la tibia de Santo Tomás Cantuariense
o Santo Tomás Becket, arzobispo de Canterbury, mártir del siglo XII venerado
por las iglesias católica y anglicana. Su martirio está relacionado con las
disputas entre el rey inglés, y su deseo de someter a la iglesia a su poder, y
el Papa y su deseo de mantener una jurisdicción independiente. Parece que,
voluntaria o involuntariamente, el rey animó a ciertos caballeros a asesinar a
este díscolo arzobispo más proclive al poder del Papa. En cualquier caso, en
esta iglesia desde principios del siglo XIV, hubo una cofradía formada por
ingleses que veneraba a este santo y a su tibia.
Otro santo muy venerado en la parroquia es San Mamés, patrón
de los pastores. En su capilla se conserva una escultura yacente representando
su martirio. Mamés de Capadocia había nacido en la cárcel ya que sus padres estaban
allí por ser cristianos, posteriormente martirizados también. El niño terminó pastoreando
ovejas, pero las persecuciones no cesaron. Cuando le enviaron unos leones para
que se lo comieran él supo apaciguarlos, así que los romanos un poco hartos ya
del niño, le clavaron un tridente en el abdomen y él se refugió en una cueva
para morir. Esa es la escena que se conserva en esta capilla y la talla de
madera es tan realista que muestra los intestinos fuera de su cavidad. En esta
parroquia se conserva el cráneo del santo en un relicario.
Ha sido una visita muy interesante. La parroquia de Santa
María Magdalena ha estado cerrada muchos años para ser reacondicionada. Al
parecer tenía muchos problemas de humedad. Durante estas obras han aparecido
los enterramientos habituales en las parroquias y se ha decidido dejarlos donde
estaban para que sigan su sueño eterno. R.I.P.
Y las vistas, ¿qué? Desde la Torre Mudéjar, el cimborrio de La Seo.
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