La autora.-
Monika Zgustova es escritora y traductora principalmente del
checo y del ruso al castellano y al catalán; también es columnista en prensa.
Su autor más traducido es Bohumil Hrabal de quien escribió también una
documentada biografía. Aunque nació en Praga, desde los años 1980 vive en España
y ha obtenido la nacionalidad española. Otras obras suyas: Las rosas de Stalin, Los frutos amargos del jardín de las delicias.
Mi opinión.-
Vestidas para un baile
en la nieve es un libro testimonial. Nace de la necesidad de dar voz a las
mujeres, doblemente silenciadas, encarceladas en gulags durante la época de
Stalin. Zgustova se entrevistó con ellas a finales de los años 2000 y para
cuando el libro se publicó algunas de ellas habían muerto.
Siberia |
Todas mostraron una gran disposición para recordar y dejar
testimonio aunque fuese breve. Para que nadie tuviera la tentación de olvidar.
Entre sus recuerdos se colaban también las vidas de otros personajes que
también habían sufrido la represión stalinista. La autora tiene el acierto de
unir a cada uno de sus personajes con un arquetipo de la mitología: La mujer de Lot, Judith del siglo XX. Son
epítetos que tienen que ver con cada una de sus particulares historias.
Lubyanka, sede y prisión de la KGB |
Aunque sean historias particulares comparten rasgos comunes
fruto de la historia destructiva que se desarrolló durante esos años. Eran
jóvenes mujeres, estudiantes. Colaboradoras, hijas, hermanas o novias de algún
perseguido que sufrieron su mismo destino; a veces, sólo por ser judías. Todas consideran que la experiencia
del gulag las ayudó a apreciar mejor la vida, aunque una de ellas dice alto y
claro que aquélla fue la experiencia más negativa de su vida y que no lo
merecía.
Todas coinciden también en subrayar que la belleza, la
literatura, la música y la poesía les ayudaron a sobrevivir y que cualquier de
esas disciplinas, sin duda, les concedió un mayor número de años de vida que a
quienes no podían disfrutar de ellas. Algunas de ellas se siguieron sintiendo
fervientes comunistas y no dudaron en calificar al régimen stalinista como dictatorial
y traidor a su pueblo. Después de haber vivido aquella represión tampoco son muy
benevolentes con el régimen de Putin.
Bajo el régimen stalinista se hizo realidad la distopía de Ray
Bradbury, Farenheit 451, y frente a
la censura o el fuego destinados a los libros peligrosos, surgió la Samizdat, la copia y distribución
clandestina de literatura prohibida, a veces, hecha artesanalmente y con gran
riesgo para la vida. Pero Stalin murió y la literatura recuperó su sitio.
Publicación Samizdat |
Las acusaciones, los procesos que sufrieron y las condenas
también son bastante parecidos. Irrumpían en sus casas y se las llevaban sin
que, apenas, pudieran coger algo de ropa. Esa es la razón del título. Después
el hambre, el abuso, el frío, los harapos, la imposibilidad de huir y los
trabajos forzados. Al final, cumplida la condena o por la muerte de Stalin, la
liberación y la reinserción en una sociedad que ya no conocían. Las suspicacias
de sus vecinos al enterarse de que vivían cerca de expresidiarias y las
secuelas en su precaria salud.
Localización de los gulags en la antigua URSS |
En este libro hay nueve testimonios. Ignoro como la autora
habrá seleccionado a estas nueve mujeres, pero me parece muy significativo que
sólo una de ellas reconozca el ambiente de abusos y agresiones sexuales que
sufrieron. Demasiado pudor y demasiada vergüenza para reconocerlo. Abusos y
agresiones que no se producían por parte de los carceleros sino de sus mismos
compañeros de cautiverio. Terror.
Zayara cuenta como otro de los prisioneros prefirió llevarse un violín al gulag y tocó el allegro molto appassionato del Concierto para violín de Mendelsshon
Un libro muy recomendable para que la microhistoria de las
mujeres prisioneras tenga su sitio junto a la microhistoria de los hombres más conocida
a través de las experiencias de Boris Pasternak o Alexander Solzhenitsyn. Y porque la mayoría de mujeres y hombres que pasaron por esa experiencia todavía no han sido rehabilitados.
Ellas son:
·
Zayara Vesiólaya, la mujer de Lot.
·
Susanna Pechuro, Penélope encarcelada.
·
Ela Markman, Judith
del siglo XX.
·
Elena Korybut-Daszkiewicz, Minerva en las minas.
·
Valentina Ievleva, Psique encarcelada.
·
Natalia Gorbanévskaya, Antígona frente al Kremlin.
·
Janina Misik, Ulises en Siberia.
·
Galia Safónova, Ariadna hija del laberinto.
·
Irina Emeliánova, Eurídice en los infiernos.
Vestidas para un baile en la nieve
Monika Zgustova
Ed. Galaxia Guttenberg
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