lunes, 15 de mayo de 2017

Museo de Zaragoza. Un paseo en femenino, 8 de marzo de 2017


*** Se me pasó publicar esta entrada en su momento, pero cualquier día es bueno para visitar un museo. Además esta semana es el Día del Museo***

El Museo de Zaragoza es el más antiguo de la ciudad. Fue construido para la Exposición Hispano-francesa de 1908 celebrada para conmemorar el primer centenario de los Sitios durante la Guerra de la Independencia. Un intento de suturar heridas y olvidar un pasado conflictivo entre España y Francia. El arquitecto que lo proyecto fue Ricardo Magdalena, encargado también de otras obras importantes de la época. Su estilo es neohistoricista o neorenacentista. 


Aunque tiene cuatro secciones principales, arqueología, bellas artes, etnología y cerámica en diferentes sedes, hoy sólo me voy ocupar de pintura de los siglos XIX y XX. Con motivo de la celebración del 8 de marzo, día internacional dedicado a la mujer, el museo programó una visita guiada llamada Un paseo en femenino. Y ya que el museo no dispone de ninguna obra pintada por una mujer, nos fijamos especialmente en cómo la mujer ha sido representada en pintura desde principios del siglo XIX.


Yo creo que la pintura de la segunda mitad del siglo XIX está un poco desprestigiada. Y no debería estarlo. Es cierto que, después de la sacudida que la obra de Goya supuso, ningún otro pintor fue capaz de seguirle en su aventura y que eligieron temas históricos, costumbristas, no conflictivos, más amables y decorativos, porque la burguesía (que era la que pagaba las obras) así lo quería. Pero eso no quiere decir que los pintores no tuviese calidez ni recursos para haber podido pintar otras temas o arriesgar y experimentar con las formas y los colores.

Joven aragonesa de Gascón de Gotor
Empezamos el recorrido con la Joven aragonesa de Gascón de Gotor, pintado en 1894 y cedido por el Museo del Prado. Es una joven sobria y recatada, de perfil que parece que se dirige a la iglesia y que contrasta vivamente con La chulilla de Zuloaga. Una mujer con  mucho más desparpajo que mira al pintor y al espectador de frente y desafiándole.

La chulilla de Zuloaga
Otro de los cuadros destacados es La jota de Marín Bagüés, un pintor considerado regionalista pero que también introdujo las vanguardias en la pintura aragonesa. Una muestra es este cuadro con rasgos del cubismo y también del movimiento futurista que pueden apreciarse en las manos y los pies de los joteros. Es un cuadro pintado en 1932.

La jota de Marín Bagüés
Más adelante se van imponiendo otros modelos de mujer, caracterizada por tener una imagen más saludable, alejada de los modelos de mujer pasiva y fervorosa y de mujer también pasiva pero tentadora. Ejemplo de esta tendencia son las esculturas de Félix Burriel, Juventud o Maternidad o la Venus del Baviera de Honorio García Condoy.

Juventud de Félix Burriel

Sin embargo, no pudimos ver un cuadro que, sin duda, constituye uno de los mejores ejemplos de los castigos que las mujeres han sufrido a lo largo de la historia, cuando sus vidas no se adaptaban a lo que los hombres querían de ellas. Me refiero al lienzo de Pradilla llamado Juana la loca recluida en Tordesillas con su hija (1906). Fernando el Católico ordenó recluir a su hija cuando ésta enviudó por sus claros síntomas de locura o porque le estorbaba en su intención de mantener el control sobre el trono de Castilla. Por falta de espacio, este cuadro no está actualmente en exposición y es una pena porque debe de ser precioso. Creo que siendo un depósito del Museo del Prado es injustificable no tenerlo a disposición del público, no vaya a ser que el Prado revoque su cesión y lo perdamos. Es una imagen emocionante. Contrasta la mirada perdida de la madre con la actitud juguetona de la hija y el ambiente lóbrego, casi de una prisión, con los juguetes de la niña tirados por el suelo. Imperdonable que no se exhiba. 




Museo de Zaragoza
Plaza de los Sitios, 6

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