La autora.-
Rosa Ribas nació en el Prat de Llobregat en 1963. Estudió
Filosofía Hispánica y se trasladó a Alemania donde sigue viviendo. Es muy
conocida por sus series de novela negra. Una de ellas escrita en colaboración
con Sabine Hofmann y protagonizada por Ana Martí. Son tres novelas que
constituyen la Trilogía de la España de los
Años 50. Pero también cultiva otros géneros representados por Pensión Leonardo o Miss Fifty. Su última novela es La
luna en las minas.
Mi opinión.-
Leí hace unos meses Pensión Leonardo y me encantó. Tengo además pendiente leer Don de lenguas, una de sus novelas negras. Para el verano, me he
decidido por Miss Fifty. Me la habían
recomendado varios amigos y no me defraudado. Eso sí, hay que tener en cuenta
que no se parece en nada a ninguna de sus otras novelas.
Miss Fifty en acción |
¿Qué ocurriría si del tratamiento contra el cáncer de mama
surgiera algo bueno? Pues al principio, estaríamos muy desorientados. Sería
difícil relacionar una cosa y otra. Adaptarse a los cambios daría lugar a
distorsiones y las consecuencias en la vida familiar y personal tampoco serían muy asumibles. Esto le ocurre a
Marta Ferrer.
La radioterapia |
Como resultado de la radioterapia adquiere superpoderes que
la hacen parecerse a cualquiera de los superhéroes de cómic y cine que viven en
nuestra imaginación. Pero estos superpoderes también le hacen sufrir una transformación. Primero tiene que conocerlos, luego
saber utilizarlos y al final, integrarlos totalmente en su vida personal y
familiar. Así Marta Ferrer, una funcionaria de 54 años y de buen ver, tiene que
sobreponerse al trauma de haber sufrido un cáncer y además reorganizar su vida
en función de los superpoderes adquiridos, teniendo en cuenta que su marido vive todos estos
cambios con la preocupación de que Marta se ha agenciado un
amante mucho más joven que él. Marta se enfrenta a esta nueva situación, superpower, tirando de humor aunque su amiga Raquel, que trata de
superar su excesivo racionalismo y sus limitaciones emocionales, tiene que
recordarle constantemente que un gran poder conlleva una gran responsabilidad.
En la Estación de Francia de Barcelona se esconde uno de los supervillanos |
Pero ser superheroína tiene también la contrapartida de
tener que enfrentarse constantemente a supervillanos. A lo largo de la novela,
Miss Fifty se encontrará con algunos de ellos, cada cual peor y más cómico. Desde la
envidiosa Yodaína, hasta el turista
meón, pasando por La hormiga atómica, hasta
llegar a la Bola platónica formada
por un matrimonio de jubilados, amargados, maledicentes y que siembran la discordia
a troche y moche, que además no tiene ni siquiera la más mínima idea de ser “… un villano
contaminante inconsciente de su toxicidad”.
Yodaína, supervillana |
Miss Fifty también encontrará a otros superhéroes como ella
que le ayudarán en sus misiones y también se ganará el respeto del inspector
Jordi Gurruchaga. Si algo no me ha gustado de esta novela ha sido la poca
relevancia de este inspector porque sólo con ese nombre que trasciende
nacionalismos, en estos tiempos turbios de naZionalismo, podría haber dado mucho juego. Me quedo con la duda de cuál
sería su segundo apellido. Quizá esta poca relevancia tenga su razón de ser. Cuenta
la autora que la idea para esta novela surgió de una conversación con una amiga
convaleciente de un tratamiento contra el cáncer. Comentaron la poca relevancia
de las mujeres de más de 40 años en las novelas, cine, cómics, etc. Así esta superheroína cincuentona, cincuentañera surgió de la idea de enfrentarse a la adversidad y
a una enfermedad mortal y de la invisibilidad que la sociedad patriarcal otorga
a determinadas mujeres.
En la estación de metro abandonada "Fernando" se esconde la Hormiga Atómica |
La novela se ha editado cuidadosamente por Reino de Cordelia
y además está ilustrada por María Espejo. Muy recomendable.
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