Poco tiempo me queda últimamente para nada, pero no quería
perderme este concierto. El programa elegido por la London Philarmonic
Orquestra es la música de los movimientos nacionalistas del siglo XIX,
herederos tardíos del romanticismo musical. Todos los autores están más o menos
relacionados con este movimiento. Incorporan a la música culta canciones populares,
folclore, y, especialmente los rusos, un cierto deje orientalista.
Rimski-Korsakov |
Empezó el concierto con el Cuento de hadas, Op.29 de Rimski-Korsakov. Una pieza breve que evoca todos los tópicos del cuento de hadas, al menos para mí. El bosque tenebroso, los animales juguetones, la noche peligrosa, la historia de amor aparentemente frustrado, el villano y la bruja. Cada uno puede identificar los ingredientes que más le gusten, todos caben en la melodía. Y el final no deja dudas de que la justicia ha vencido y es hora de dormir. Es un poema sinfónico que quizá haga referencia a una obra de Pushkin, Russlan y Ludmila.
Rimski-Korsakov perteneció al Grupo de los Cinco, los compositores que querían demostrar al mundo
que podía existir una música verdaderamente rusa que no imitara a la europea. Aunque
a veces también fue crítico con el resto de componentes de los Cinco y trató de
acercarse más a la música europea.
Edvard Grieg |
La segunda pieza fue el Concierto
para piano en La m, Op. 16, de Edvard Grieg, compositor noruego, también
destacado representante del movimiento nacionalista. Lo compuso en 1868, cuando
tenía 25 años y acababa de casarse. Es una música llena de dulzura y pasión
desbordante. El piano es el gran protagonista de la obra y es que Grieg empezó
su carrera musical siendo pianista.
Para finalizar el concierto no se podía elegir mejor, la Sinfonía nº6 en Si m, Op. 74, Patética
de Chaikovski. Un canto de cisne, como se dice en el programa. Chaikovski murió
seis días después de estrenarla. La había compuesto entre febrero y agosto de
1893. Se dice que Chaikovski murió de cólera, pero también se dice que se vio
impulsado al suicidio, una vez que iba a descubrirse su homosexualidad. En cualquier
caso, dejar este testamento supone un broche de oro que la inmensa mayoría de
la gente no nos podemos permitir.
P.I. Chaikovski |
Chaikovski también había estado relacionado con el Grupo de los Cinco y especialmente con Rimski-Korsakov, sin embargo, había mantenido su propia personalidad, un poco más alejada del folclore ruso que el resto. Él decía de esta obra: “Toda mi alma está en esta sinfonía. Es la mejor de mis obras”. Y parece cierto.
A mí me parece conmovedora. En sus anotaciones, Chaikovski expresaba su miedo y sus
dudas, lamentos y quejas; pero también en la rabia que produce el tener que morir queda
espacio para recordar la alegría y los tiempos mejores. Y es eso lo que tradujo a notas musicales. El alma triste y sombría, la desesperación de lo inevitable, el dulce recuerdo. Todo ello vivido con máxima intensidad. Creo que el sobrenombre de "patética" no se debe al propio compositor y además, para algunos autores, el sentido de la palabra estaría más cerca del significado de "conmovedor" que de "sufriente".
Vladimir Juroswki |
El director fue Vladimir Jurowski y como solista al piano
Denis Kozhukhin. Ambos rusos, pertenecientes a familias dedicadas a la música y
muy solicitados en estos últimos años. Espero que vuelvan por Zaragoza, con un programa tan fantástico como éste.
Denis Kozhukhin |
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