miércoles, 31 de octubre de 2018

Novela: Oculto sendero de Elena Fortún (2016)


La autora.-
Elena Fortún es muy conocida por la serie de novelas cuya protagonista es Celia. Novelas catalogadas como infantiles pero que pueden leerse también como novelas de crecimiento, impregnadas de una gran frustración. Escribió también otros cuentos para niños y obras de teatro. En el libro Oscuro sendero se intuye por qué. 

Mi opinión.-
Oculto sendero es una obra autobiográfica y que Elena Fortún jamás pensó que se editaría. Es una especie de diario de desahogo pero muy bien estructurado.

En la obra oculta su verdadera personalidad dando vida a una pintora, en lugar de escritora, desde la infancia hasta su madurez. Su infancia está dominada por la incomprensión de los adultos, especialmente de su madre y también por el abuso y la brutalidad de las criadas y entre ellas, hay que mencionar especialmente a Casiana. Manipuladora, injusta y abusiva. A cambio de que la niña pueda dormir con ella cuando tiene miedo, le exige pequeños chantajes: juguetes, frascos de colonia y otros tesoros que María Luisa guarda. Al principio, odié a este personaje, a esta Casiana y me alegré de que, al fin, desapareciera en el libro. Pero después pensé que Casiana quizá tuviera sólo un par de años más que María Luisa, por eso le gustaban las mismas cosas, los pequeños tesoros que la protagonista recibía por ser una niña bien.

El Madrid de la infancia de Elena Fortún

Se nota el resentimiento de clase en sus relaciones con la criada, pero también su excesiva dependencia de ella por miedo a estar sola. María Luisa vive con sus padres y sus dos hermanastros mayores. Poca atención le prestan estos últimos si no es para mortificarla e insultarla. Su madre preocupada por sus imaginarias enfermedades de corazón, tampoco le hace mucho caso. Es descendiente de una familia de buena posición, pero sólo pudo casarse con un viudo de clase media trabajadora, ni siquiera pudo conseguir como marido a un burgués y eso alimentó su frustración.

Bordado. Nipis

María Luisa siempre se ha considerado diferente pero todavía no sabe por qué. Recibe una educación muy escasa, la típica de las señoritas de principios de siglo. Música, dibujo y bordado. Pocas lecturas serias y mucho menos nada que le haga pensar en otra cosa que no sea un buen matrimonio. Sin embargo, también se fija en las señoritas distinguidas que empiezan a vivir su independencia. Las señoritas que se maquillan y perfuman, que fuman en público y que beben y parlotean en cafeterías y bares.

Las mujeres empezaban a independizarse
No importa donde vaya María Luisa, siempre se encuentra en ambientes de cierta brutalidad para su alma en capullo o para sus ojos nuevos. Es una niña y adolescente de extremada sensibilidad y por ello, sus primeras noticias sobre el sexo y las relaciones con los hombres provenientes de la criada Lucrecia resultan repugnantes. Durante unas vacaciones sufre también un episodio de abuso sexual cuando apenas es una adolescente. Un juez baboso y repugnante quiere darle "un besito", aunque ella no quiera y ella asustada se lo cuenta a su madre. En lugar de servir para que el hombre sea acusado como abusador, este episodio hace visible a la niña como pieza de caza para el resto de los hombres del hostal que se afilan los colmillos. Así crece, entre la incomprensión de los adultos y también de las niñas y la enorme culpabilidad que siente.

Hotel Quisisana, donde se encuentra con su amante
Al final, la joven se casa. Más para escapar de su madre que para formar una verdadera familia. Ha conocido a un joven pintor que le ha dado clases de dibujo y que parece distinto a los demás y al reencontrarse con él, piensa que podrá ser un buen candidato. Será su peor decisión. Porqué él cambiará nada más casarse y se mostrará irritable, hosco, envidioso, cobarde y con pocas luces. Seguirá durante su matrimonio la brutalidad y el sentirse desubicada sin saber porqué. Al final aceptará que su orientación sexual no es la habitual durante su estancia en Canarias; aunque su vida no será mucho más feliz. También las relaciones entre mujeres estarán dominadas por estrategias de poder, especialmente, teniendo en cuenta que debían vivirse mucho más discretamente que las relaciones homosexuales entre hombres.


Elena Fortún nació en 1886 y teniendo en cuenta esta autobiografía podemos imaginar que sufrió mucho. A la incomprensión de los demás se unía su propia incomprensión. Era una mujer muy religiosa y conservadora que vio frustrada su carrera como escritora. Tuvo que dedicarse a la literatura infantil, considerada como género menor puesto que su marido presumía de ser un gran escritor y no toleraba que nadie le hiciese sombra. Elena Fortún se escondía en el baño para poder escribir sin molestar. No tuvo una habitación propia.

Un fichú de tul blanco
Me ha extrañado que no haya ninguna referencia al contexto histórico en el que se desarrolla la novela de autoficción. Ni siquiera en los momentos más dramáticos de la Guerra civil, la posguerra, el exilio y la vuelta a España. Eso me ha desilusionado un poco. Sin embargo, la novela es muy recomendable. Incluso por el uso del lenguaje y la recuperación de expresiones un poco ñoñas y también por Introducción crítica de Nuria Capdevila-Argüelles. 



Oculto sendero 
Elena Fortún

Edición 
Nuria Capdevila-Argüelles y María Jesús Fraga. 

Ed. Renacimiento.

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