miércoles, 24 de octubre de 2018

Novela: Aranmanoth de Ana María Matute (2000)


La autora.-
Ana María Matute fue calificada como la mejor novelista de la posguerra. Era miembro de la Real Academia Española y también fue Premio Cervantes. A los 5 años escribió su primer cuento y a los 17 ya firmó su primer contrato, de 3.000 pesetas en 1942. La torre vigíaOlvidado Rey Gudú y Aranmanoth conforman su trilogía medieval. Otras obras suyas son: Demonios familiares, Paraíso inhabitado, Primera Memoria y una gran cantidad de cuentos con la infancia como protagonista. 


Mi opinión.-
He terminado este verano la trilogía medieval de Ana María Matute pero, afortunadamente, todavía me quedan muchas obras de esta gran autora. En esta breve novela se repiten temas que ya trató en las anteriores: la familia, la educación, la adolescencia. Pero será porque se termina la trilogía o no sé por qué yo me quedo sólo con uno de ellos. La sensación de que esa Edad Media, reflejada en estas tres novelas, indefectiblemente desaparecerá en cuanto desaparezcan sus personajes. Es una sensación extraña.


De alguna manera, los tres personajes principales han sido abruptamente desalojados de la comodidad de su infancia. Orso vivía apaciblemente con su padre ausente pero, llegada la edad, tendrá que irse al castillo del Conde para iniciar su aprendizaje como caballero. Aranmanoth, un hijo no deseado de Orso, será expulsado del mundo de las hadas al que pertenece su madre para reafirmarse como criatura humana. Windumanoth, tercer vértice del triángulo fatal, cumplirá el deseo de su padre y será entregada en matrimonio a Orso, bastante mayor que ella y a quien no reconocerá como marido, sino como sustituto de su padre.


Aranmanoth y Windumanoth se dan a conocer como niños inocentes. Sin embargo, las constantes ausencias de Orso y el paso del tiempo les abocarán al amor prohibido. Igual que en Olvidado Rey Gudú, el amor se manifiesta como una fuerza poderosa y peligrosísima, El corazón es como un lobo hambriento. El corazón es un depredador (pg. 126). Ninguno de ellos quería desairar a su padre y esposo pero lo hacen y, a pesar de que Orso tampoco hubiese querido castigarles por su osadía, deberá hacerlo porque el Conde, representante del orden social, la autoridad y la jerarquía, se lo ordena.


Orso es un personaje muy interesante que debería haber sido desarrollado con más intensidad. Conocemos un poco de su infancia, ese período en que vivía en el mundo de las mujeres y que, con muy pocas ganas, debe de sustituir por el mundo de los hombres. Aparte de un encuentro fugaz con un hada, cuando engendra a Aranmanoth, no se le conocen amores. Su vida ha transcurrido siempre de guerra en guerra por su vasallaje respecto al Conde. Es un personaje que respeta el orden social y que nunca se hubiera atrevido a quebrarlo. Es un hombre obediente y resignado a su suerte.


Por el contrario, Aranmanoth y Windumanoth sí que desafían el orden social, pero lo hacen involuntariamente, sin apenas darse cuenta. Crecen y, al mismo tiempo, sus sentimientos crecen y cambian con ellos. Aunque más que crecer desearían volver a la infancia, volver a la seguridad del mundo de las mujeres. Ese mundo, que creen poder recobrar, está en el Sur de donde proviene Windumanoth y hacia allí emprenden su huida. Es una narración muy intensa, muy bien construida. Ana María Matute tenía una habilidad especial o una dedicación especial para describir paisajes, colores y ambientes. Esa recreación de una época mágica, con personajes que buscan su sitio sin hallarlo. Y es ese mundo mágico, lo que desequilibra todavía más a los personajes. Es la unión de lo fantástico y lo mágico, pero recreados de una forma muy realista, lo que produce más angustia. Muy recomendable.




Aranmanoth
Ana María Matute

Ed. Booket

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