lunes, 29 de julio de 2019

Teatro: Entre bobos anda el juego de Francisco de Rojas Zorrilla. Festival de Almagro (2019)


El autor.-
Francisco de Rojas Zorrilla fue un autor de gran éxito durante el siglo XVII y sus obras siguieron representándose durante el XVIII. Se le adscribe a la escuela de Calderón y, aunque apenas vivió 40 años, han llegado hasta hoy unas 40 piezas entre obras teatrales, entremeses y autos sacramentales. También adaptó obras de otros al teatro, como Persiles y Sigismunda de Cervantes. Otras obras suyas: Donde hay agravios no hay celos, Lo que son las mujeres, Casarse por vengarse. 

Mi opinión.-
Entre bobos anda el juego fue escrita en 1638 y existe constancia de una primera representación ante Felipe IV en 1645. Desde entonces hasta hoy, ha sido una de las obras más representadas del autor. Incluso en 1899 se estrenó una versión musical para zarzuela que recuperó el nombre del personaje principal como título, don Lucas del Cigarral.


Se encuadra dentro del género comedia; más bien se puede considerar una farsa o comedia de figurón puesto que el personaje central suele ser un viejo rico, estrafalario, orgulloso y pedante que pretende casarse con una joven, generalmente de familia bien venida a menos. Debía ser un personaje bastante corriente porque en la literatura tuvo mucho éxito. Se podría decir que uno de los últimos exponentes de este género fue El sí de las niñas de Leandro Fernández de Moratín, estrenada en 1806.

Don Pedro, don Lucas, doña Alfonsa y doña Isabel

Para esta segunda visita a Almagro elegí esta función sin conocerla. Únicamente me sonaba la compañía de teatro, Noviembre Teatro, por haber asistido a dos representaciones suyas en el Teatro Principal de Zaragoza: HeddaGabler con Cayetana Guillén Cuervo y El mercader de Venecia con Arturo Querejeta e Isabel Rodes que desempeñan papeles principales en esta Entre bobos. En absoluto me ha decepcionado, al contrario. Hubo momentos en que estuve tan metida en la función que, sin duda, era yo quien tenía cara de boba.


No me parece extraño puesto que seguir una comedia en verso no es nada fácil. Para mí, requiere mucha concentración pero el esfuerzo merece la pena. Y eso que me había preparado un viaje exprés, de apenas 24 horas, desde Zaragoza a Almagro. Casi iba tan rápida como los personajes de la obra que no paran de entrar y salir de escena; se producen situaciones cómicas sólo por el trajín que llevan. Hablan abiertamente o murmuran sus penas sin cesar. Y si no las hablan, las cantan. Aunque el público no puede solidarizarse con penas tan ridículas que mueven a la risa y la carcajada.


Un criado calvo que se llama Cabellera es el encargado de dar noticias a doña Isabel de su pretendiente don Lucas. El tal don Lucas no tiene ninguna gracia ni donaire, es avaro, desconfiado, presuntuoso y se emperifolla sin medida. Doña Isabel debe obediencia a su padre, un hombre con no muchas luces, pero está enamorada de don Pedro, caballero prudente y sin dinero que está emparentado con don Lucas. Don Lucas tiene una hermana, doña Alfonsa, calva y con barba, enamorada de don Pedro. Entra en escena también don Luis pretendiente sin mucho éxito de doña Isabel que acabará apañándose con doña Alfonsa.


Don Lucas después de caer con mucha gracia en el exceso, la vanidad y el engreimiento, se dará cuenta de que no debe ser un obstáculo para los jóvenes enamorados y de que ni siquiera merece la pena castigarles pues ya será bastante castigo que se vean, enamorados, pero sumidos en la pobreza.

La Antigua Universidad Renacentista AUREA

Cualquier obra del siglo XVII tiene que sufrir un proceso de limpieza y pulido para priorizar el texto y la interpretación. Así, en este caso, la escenografía es mínima, la música acompaña sin abrumar y el vestuario de Lorenzo Caprile es elegante y también cursi. Si todas las interpretaciones son excelentes, sobresale la de José Ramón Iglesias como don Lucas. Él y su imponente sombrero que, durante la representación, le dio algún que otro sofoco por el calor de La Mancha.


Espero que la próxima vez que vaya a Almagro pueda ir con un poco más de sosiego. Es una ciudad pequeña pero tiene su encanto. Además se programan varias funciones al día en las distintas sedes y siempre hay alguna exposición relacionada con el teatro. Esta vez no fui al Corral de Comedias, pero pude entrar cuando la compañía Ay teatro estaba ensayando Todas hieren y una mata de Álvaro Tato. Es una comedia escrita hoy pero según las reglas de la comedia barroca: con una dama que quiere ser valorada como ser humano, un galán, el antagonista y los criados encargados de enredar la trama. Me gustaría haberla visto. Espero que gire y llegue a Zaragoza. Teatro en verso en el siglo XXI.







La iglesia de San Agustín fue parte de un convento de Agustinos Recoletos fundado por la familia Figueroa, fundación que no sentó muy bien a los jesuitas siempre enzarzados en competición con el resto de las órdenes religiosas. Se la consideró obra cumbre del barroco de Ciudad Real, aunque hoy no viva su mejor momento. Actualmente se dedica a sala de exposiciones pero sigue exhibiendo parte de sus pinturas murales y también algunas grietas que duelen. 








El Museo Nacional del Teatro cumple este años su primer centenario y también merece una visita. Algunas fotos más de Almagro.












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