La autora.-
Periodista británica que ha colaborado en The Times y ha recibido varios premios
por sus columnas. Se dedicó a la literatura desde adolescente para reafirmarse
en un hogar humilde, con 8 hermanos. Otras obras suyas: Cómo ser una chica, Moranthology, Moranifesto.
Mi opinión.-
No sintonizo mucho con el humor británico. Me parece de un
excesivo sarcasmo y cinismo. Debe ser por eso que había dejado aparcado este
libro, aunque lo compré cuando se editó. Tengo el recuerdo de haber empezado y
con el episodio del perro y la compresa lo colgué nuevamente en la estantería.
Ahora lo he retomado porque era de lectura obligada en mi
club feminista. No está mal, pasas unos ratos divertidos y te da pie también
para reflexionar, aunque, curiosamente, me parece que tiene un cierto sesgo clasista.
Duquesa de York |
No sé si este libro puede considerarse autoficción o
reportaje periodístico. Sí que me parece que Caitlin Moran, basándose en sus
experiencias, ha compuesto un personaje muy parecido a Carrie Bradshaw, esa
periodista neoyorquina, descarada y apasionada por la moda, protagonista de la
mítica serie Sexo en Nueva York.
Sarah Jessica Parker como Carrie Bradshaw |
También Moran es escritora y periodista, pero británica y apasionada
de la música y parece que se ha inspirado en su propia vida para escribir este
libro. Los capítulos comparten una estructura similar. Parte de una vivencia propia
o de alguna amiga, un recuerdo escandaloso y descarado, un pedo, sangre
menstrual, los pelos en las piernas, y después reflexiona seriamente sobre las
implicaciones que ese hecho ha tenido en su crecimiento como mujer. Por ejemplo, habla de la
bragorexia, es decir, de esas bragas diminutas que se perdían en su inmenso
culo de adolescente y joven.
Los juanetes de Victoria Beckham |
Habla de sus complejos, de sus novios, de su marido, de sus hijos, de su aborto, de la pornografía y de la sexualidad; y también, de cómo era vivir en un hogar de clase media baja, superpoblado de hermanos y teniendo como inspiración y fetiche a la anterior duquesa de York.
Muy curiosamente diferencia a la pornografía de la industria
pornográfica, aunque a mí me parece una diferenciación superflua. Sólo existe
la industria pornográfica, de más o menos difusión, pero siempre con una
estructura industrial. Es una industria explotadora de mujeres y además muy
poco variada. Está pensada para calmar o intensificar, ¡vaya usted a saber!, la agresividad de los hombres hacia las
mujeres. Por esto, Moran piensa que si existiese más variedad de contenidos en
la pornografía sería más respetuosa con las mujeres. Parece que la considera
como en un sistema de libre mercado, donde según las distintas opciones se
pudiese elegir la mercancía que más conviene, incluyendo también una
pornografía más femenina. Una idea excesivamente naif y que, en realidad, creo
que oculta un cierto clasismo que he mencionado antes.
Aun con todo, recomiendo este libro. Tiene unas cuantas frases
(bastantes) definitivas y contundentes y que deberían pasar a la literatura
feminista clásica. Por ejemplo, en la página 161, dice “Necesitamos pájaros que
sobrevuelen el techo de cristal y lo llenen de cagadas para que podamos verlo”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor, deja tu comentario