La autora.-
Es una directora, actriz y guionista francesa que ahora se
estrena también en la novela; también ha trabajado en teatro. Recientemente ha
publicado su segunda novela que todavía no se ha traducido al castellano:
Les victorieuses.
Les victorieuses.
Mi opinión.-
No cabe duda de que hoy la literatura escrita por mujeres es
un éxito. Mucho más si se trata de una novela de apenas 200 páginas. Pero eso
no quiere decir que no sea literatura de calidad. Esta novela ha tenido un
éxito increíble en toda Europa y sigue teniéndolo, de manera que está siendo
adaptada al cine por la misma autora.
Intocables |
Se trata de las historias de tres mujeres, en un momento
clave de su vida. Mujeres que no se conocen, de distintas culturas, ambientes y
clase social, pero con algo en común. Son tres historias muy bien trenzadas
aunque una de ellas sea, quizá, demasiado previsible. Estructuralmente, cada
capítulo está dedicado a una de ellas repitiéndose en una secuencia, alterada
únicamente por una breve poesía que sirve de hilo conductor.
Snita es devota de Visnú |
Smita, Giulia y Sarah viven en India, Italia y Canadá. Cada uno de los espacios vitales está condicionado por las oportunidades que cada una de ellas
puede disfrutar o no. Aunque resulta muy irónico afirmar que
Smita “disfruta de oportunidades”. Probablemente haya en el mundo personas con
menos recursos que ella, pero serán muy pocos. Es una paria, una intocable
encargada de vaciar con sus propias manos la mierda vertida por los ricos en sus apestosos váteres; una de las tareas más abyectas de la vida. Pero es una mujer muy
fuerte que ha decidido que su hija no hará ese trabajo, ni que tampoco se dedicará
a cazar ratas como su padre. Esta es la historia que más me ha gustado.
Smita está absolutamente decidida
a que su hija no herede su condición de paria. No dudará en robar, en maquinar,
en huir y abandonar a su marido para darle un futuro mejor a su hija. Giulia también
tendrá que asumir la responsabilidad por su propia vida pero no cabe duda de
que su posición de partida es mucho mejor a la de Smita. Vive en una sociedad
patriarcal pero europea y eso tiene sus compensaciones.
Y Sarah está inmersa en una vorágine neoliberal capitalista
donde el dinero y el trabajo lo son todo. Vive en una sociedad donde tiene que
esconder su condición de madre, su condición de divorciada y, finalmente, su
condición de enferma. Cualquier paso en falso, cualquier debilidad puede
suponer que pierda la consideración de sus jefes y consecuentemente su muy bien
remunerado trabajo. Sin embargo, la vida se impone sobre sus planes de futuro.
Sarah podría parecerse a ella |
El personaje de Sarah es el que menos me ha gustado y he de
confesar que por mis propios prejuicios. Considero que en una sociedad
occidental avanzada no se puede sufrir por el trabajo, no se puede vivir
atrapada como vive Sarah, prisionera de las apariencias y de deseos impuestos
por una sociedad consumista. En el caso de Sarah es fácil escapar de esa cárcel
e incluso es fácil no caer en ella. Sin embargo, Smita la que, a priori es la más desafortunada, también es la que asume un mayor
riesgo y eso, al final, tiene su recompensa. Su hija podrá estudiar y escapar de la herencia de esclavitud. Aquí un reportaje relacionado con el tema tratado en esta novela, aunque está en francés.
La trenza
Laetitia Colombani
Trad. José Antonio Soriano
Ed. Salamandra
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