jueves, 18 de febrero de 2016

Cine: Sucedió una noche de Frank Capra (1935)

Con esta película se inicia el género de la screwball comedy. Comedia romántica y sofisticada con su dosis de machismo amable, donde una joven heredera, malcriada pero de buen corazón, encuentra a su hombre ideal: ese hombre que la ata-bien-corto y que es un buscavidas generoso. Es una película muy conocida también porque Clark Gable no lleva camiseta y exhibirse de esa manera en una escena muy conocida, supuso un descenso en las ventas de esta prenda interior.



El director, Frank Capra, era partidario de ofrecer en sus películas optimismo, buena voluntad y finales felices, a pesar de estar viviendo todavía las consecuencias de la Gran Depresión. Es una postura que se puede considerar o vitalista o de un idealismo excesivamente ingenuo, en el que el dinero no es importante siempre que haya amor verdadero. En cierta manera, ese tipo de ensoñación constante, esa fábrica de sueños que llegó a ser el cine de Hollywood, también puede ser considerada como pura ideología neoliberal; opio para el pueblo o solo para las mujeres, para mantenerlas embobadas esperando al príncipe azulEs una de esas comedias ideológicas que nutren el mito de la América profunda donde el triunfo, sin ayuda de nadie, es posible. En el contexto de la depresión, la gente quería divertirse y una comedia alocada era lo que pedían.

Aunque los actores están espléndidos, por ello ganaron los Óscars a mejor actor y mejor actriz, para mí no tienen comparación con Katharine Hepburn y Cary Grant. La película se llevó también el premio al mejor director, al mejor guion adaptado y a la mejor película. Todo en el año 1935.

Respecto al rodaje, no debió ser muy cómodo aunque sí divertido. Gable era un hombre inestable y frecuentemente aparecía borracho; Colbert no quería trabajar con Capra y exigió un dineral. Como anécdota que no conocía diré que, en la famosa escena de autostop, Claudette Colbert exigió una doble porque no quería enseñar su pierna, pero cuando vio que la actriz elegida tenía un físico mejor se decidió por hacer la escena. Caprichos de estrella. 



Pero también puede darse una lectura más feminista. Esta joven asfixiada por su bienestar y buena posición y por una padre que la adora pero no la entiende, puede salir huyendo de su vida e intentar arreglárselas sin protección. En su lucha por la independencia descubrirá que de la rebeldía nacen recursos que no sospechaba que tuviera; también verá la parte menos amable de la vida y que, incluso en las peores circunstancias, se puede confiar en la ayuda de un extraño. Desde su huida en bañador y con unos pocos dólares en el bolsillo, todo lo que encuentre en su camino será bueno; aunque pase hambre, siempre habrá alguien que quiera compartir con ella la comida. 



En la huida se encontrará además a un guapo mozo, pícaro y acostumbrado a arreglárselas sólo, compasivo y caballero capaz de con 3 centavos organizar un desayuno delicioso con rosquillas y todo y de preservar la intimidad de la joven con una cuerda y una manta que ejercerá durante toda la película de muralla de Jericó. Al final de la huida por supuesto estará el final feliz, que no será una boda suntuosa como el padre hubiera querido. Pero para llegar a eso ambos tendrán que romper sus prejuicios y desaprender todo lo aprendido. El amor triunfa y se borran todas las barreras sociales: la clase, el estatus, la educación y el dinero, no significan nada frente al amor verdadero.

Es una narración lineal, cronológica que presenta claramente la evolución de los personajes. Es una película también de erotismo muy suave, simbolizado por la manta-muralla; de intimidades ingenuas compartidas entre los protagonistas y con el espectador. Lo único es que no sé por qué se llama Sucedió una noche, porque en realidad son necesarias cinco noches para que los jóvenes se enamoren.



Claudette Colbert interpreta a Ellie Andrews. A pesar de haber vivido toda su vida superprotegida y entre algodones Ellie demuestra mucho desparpajo en esta road movie. Yo destacaría la escena de la discusión matrimonial en el motel como ejemplo.

Clark Gable es Peter Warne, un periodista a punto de ser despedido que una y otra vez, en el último momento consigue salvarse. Un borrachete simpático y gruñón, con una verborrea capaz de encandilar a cualquiera. 

Esta película es considerada como la mejor historia de amor sin roce del cine clásico. Al menos hasta que cae la muralla de Jericó, pero eso ya no lo podemos ver.


Director: Frank Capra
Guion: Robert Riskin (Historia: Samuel Hopkins Adams)
Música: Louis Silvers
Fotografía: Joseph Walker
Intérpretes: Clark Gable, Claudette Colbert, Walter Connolly y Roscoe Karns

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