El cine de Isabel Coixet es muy particular y a mí eso
siempre me parece una garantía. Aunque a veces se hace muy difícil seguirla.
Esto pasa en esta película. Cuando se presentó en la Berlinale no recibió muy
buenas críticas y la autora tuvo que meter la tijera; algo que le sirvió como
cura de humildad. Yo creo que acertó descargando un poco la película aunque no
he visto la versión íntegra.
La verdad es que debía ser difícil colocar y justificar a
los personajes en esas condiciones extremas durante más de 90 minutos, ante el
inmenso paisaje de hielo que no resultaba ser muy dialogante. Por supuesto
Juliette Binoche y también Rinko Kikuchi pasan sin ningún problema la prueba. Lo
que siento es que Gabriel Byrne no tenga un papel un poco más largo porque es
un actor que vale la pena, además en la película representa el deseo de proteger la naturaleza sagrada de la intrusión de occidente.
El guion está escrito sobre una historia cierta. Josephine
Peary era una escritora y exploradora norteamericana que acompañó a su marido en
algunos de sus viajes por el Ártico; incluso en uno de esos viajes parió a su
única hija Marie Ahnighito, la niña de la
nieve y escribió su aventura en The
snow baby: a true story with true pictures. Años después, en otro de esos
viajes, Josephine se empeñó en reunirse con su marido, pero hubo algunas
complicaciones y tuvo que pasar el invierno en el polo norte; esa es la noche que dura
seis meses. Sin comida, sin carbón y con la única compañía de una mujer
esquimal, que resulta ser la amante de su marido y estar embarazada de él.
Para mí esta película no es un viaje al fondo del ser
humano, ni supone un descubrimiento entre culturas diferentes representadas por
las dos mujeres. La verdad es que ya hace tiempo que cuestiono estas hazañas de
descubrimiento de los hombres y si en realidad sirven para algo o no. Más me
parece una obsesión de los hombres por ser los primeros en algo, sea la
conquista del polo, la conquista de la luna o la conquista de marte (véase la
última película de Ridley Scott). Sea lo que sea el caso es conquistar algo que
otro (hombre) no haya pisado antes. Agotador e inútil.
Pues, como los seres humanos aprendemos por imitación,
parece que las mujeres también nos hemos propuesto seguir esa estela de
descubrimientos inútiles, tradición de los hombres. Eso es lo que me parecía
esta película. Dos mujeres jóvenes, hermosas, inteligentes, corriendo detrás de
un hombre imbécil. Llegando casi a la muerte por cometer sus mismas
estupideces. Sí me quedo con esa sensación de estupidez. Ya he dicho que el
cine de Coixet no es fácil y que no es amable con el espectador. No se pierde
en sentimentalismos ni en concesiones. Si tienes que enfrentarte a la noche
polar de 6 meses, pues es lo que hay. Ni un mísero rayo de sol vendrá a
salvarte. Y si tienes que vértelas con la amante de tu marido, ni siquiera te
podrás enfrentar a ella porque no tendrás fuerzas y porque tampoco te va a
entender.
Si no fuera por la tragedia de estar al mismo borde de la
muerte, resultaría cómico ver a las dos mujeres, perdiendo el culo por un
hombre que nunca aparece en pantalla. Aunque hay que decir que la historia real
no fue tan trágica, en la película quien peor parada sale es la amante. ¡Mala suerte
para ella! Yo, de todas maneras, recomiendo la película porque Isabel Coixet es
una directora valiente que siempre arriesga y por las actrices que están
soberbias. Una historia de mujeres para que los hombres reflexionen (si
quieren) porque, al fin y al cabo, ¡qué necesidad tenía el Polo Norte de que lo
descubrieran!
Directora: Isabel Coixet
Guion: Miguel Barros
Música: Lucas Vidal
Fotografía: Jean-Claude Larrieu
Intérpretes: Juliette Binoche, Rinko Kikuchi y Gabriel Byrne.
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