jueves, 19 de mayo de 2016

Ensayo: Chroniques Algériennes de Albert Camus (1939-1958)

El autor.-
Nació en la Argelia francesa en 1913, hijo de colonos pobres de origen español. Novelista, periodista y filósofo relacionado con el existencialismo y la filosofía del absurdo. Perteneció al Partido Comunista Francés y también colaboró con la resistencia francesa durante la II Guerra Mundial. Fue Premio Nobel de literatura en 1957. Profundamente rebelde y humanista. Murió en accidente de coche en 1960. Otras obras suyas: el Extranjero, El mito de Sísifo, La peste, La caída. 

Mi opinión.-
Este libro es la recopilación de artículos que Camus escribió desde 1939 a 1958, en diversos medios, relativos a la cuestión argelina. Durante 20 años estuvo intentando dar a conocer a la sociedad francesa la verdadera situación, de opresión insoportable, de la colonia. Fue un intento inútil de evitar el enfrentamiento armado que después sorprendería y asustaría a la metrópoli, que comenzaría por atentados contra la población civil, torturas para los rebeldes y una guerra abierta que condujo al retorno de franceses y argelinos, pied-noirs y harkis, a la metrópoli y a una frágil independencia para Argelia.



Camus, francés y argelino a partes iguales, vivió la indiferencia de Francia como un auténtico desgarro. En sus textos describe la situación escrupulosamente. Dando cifras sobre la población, sobre las cosechas necesarias para alimentarla y que se debía importar, el clima y el territorio poco fértil, los salarios obtenidos por los trabajadores, explotados casi en régimen de esclavitud, los niños famélicos revolviendo en las basuras. Es consciente de la mala gestión y de la mezquindad de Francia y de los colonos de origen europeo, pero también es crítico con quienes utilizarían el terrorismo para producir los cambios que deseaban.

Mapa de la Argelia francesa en 1877
Estaba absolutamente convencido de que una tercera vía era posible y seguía peleando por ella, desde su posición de intelectual comprometido, pero nadie lo veía así y en sus textos se encuentra esa pasión y también la desesperación con que los escribió. Esa tercera vía pasaba por lo que ahora se llama empoderamiento y que en realidad sólo significa dar a los seres humanos la posición y el protagonismo que deben de tener en su vida. En Francia se utilizaba el término “indígena” para referirse a la población argelina autóctona, se les privaba de derechos civiles, políticos y sociales en el país donde habían nacido por generaciones. Tenían derecho a la educación pero una educación segregada, con escuelas miserables alejadas de sus pueblos.



La educación, incluida la educación de las niñas, que debía ser la base para superar la distancia entre las dos comunidades, árabe y europea, quedaba en la práctica deslucida, inefectiva. Pero Camus insistía en conseguir una escuela en la que compartiendo los pupitres de una misma escuela, dos pueblos hechos para comprenderse comenzarán a conocerse. Esta lucidez de Camus, sin embargo, no era compartida ni por la mayoría de franceses ni por la mayoría de argelinos, forzados a vivir juntos, e incapaces de unirse, deciden al menos morir juntos. Una espiral de destrucción para ambas comunidades, por la reticencia a introducir cambios y renegociar condiciones de vida mínimas, perdiendo privilegios por parte de unos para que otros mejoren.

Las mujeres participaron activamente en la guerra de independencia

Un libro muy recomendable para tiempos turbulentos. Para todos los tiempos. El 20 de diciembre de 2012, el presidente de la República Francesa, François Hollande, reconoció ante el parlamento argelino, el sufrimiento producido por la colonización durante 132 años. 



Chroniques algériennes 1939-1958
Albert Camus 

Folio Essais

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