Para mí Norma ha sido siempre la ópera de la resistencia política
frente al invasor armado, por eso me ha extrañado mucho el montaje que se ha
estrenado en Londres esta semana. El director Álex Ollé, miembro destacado de La fura del baus, no lo ha interpretado
así. Para Ollé el gran dilema que sufre Norma es el enfrentamiento entre su libertad
como individuo y su responsabilidad frente a un estado confesional opresivo con
una estética que irremediablemente tenemos que relacionar con el catolicismo franquista.
Tengo que reconocer que la escenografía es espectacular
aunque los frondosos bosques de la Galia hayan sido sustituidos por cientos de cristos
crucificados más propios de la imaginería castellana y las vaporosas túnicas de
los druidas que podíamos esperar, en este montaje, se convierten en pesados
uniformes militares de requetés y pluviales, roquetes y casullas sacerdotales que, tanto Norma como Adalgisa, sacerdotisas del culto druídico,
visten. Atuendos religiosos oscuros, opresivos y completamente masculinos.
Casta Diva |
Si Ollé buscaba oprimir el corazón del espectador desde
luego conmigo lo ha conseguido, pero al mismo tiempo, esta puesta en escena católico-franquista,
me resultaba tan desagradable, no por su referencia a la religión sino por su
referencia constante al fascismo, que conseguía distraerme de la música.
Oroveso |
Entiendo
que la jerarquía católica española todavía tiene que disculparse por haber
sintonizado de aquella manera con el fascismo español. Pero no creo que esta
ópera sea el ejemplo adecuado de un individuo sometido a un estado. No me
encaja porque en Norma, es Roma y no
la Galia quien representa al fascismo invasor que impone sus leyes al pueblo
invadido.
Norma vive una gran lucha interior. Ella es la profetisa a
la que todo su pueblo adora y sigue. Sin embargo, desde hace años lleva una
doble vida. Es la amante de Pollione el procónsul romano invasor y ha tenido
con él dos hijos. El amor por parte de Pollione ha terminado y ahora éste se ha
fijado en Adalgisa, una novicia que le corresponde, sin saber que es el tercer
vértice del triángulo fatal. Podemos pensar que Norma ha sido consagrada al
culto desde niña y que no ha podido elegir, sin embargo, a pesar de su amor por Pollione, ella mantiene su
fidelidad a su pueblo y a su religión sin ninguna duda y está dispuesta a
liderar la rebelión contra el invasor aunque todavía no cree que haya llegado el
momento.
Adalgisa también vive su momento de turbulencia por el amor
de Pollione y a pesar de sus votos tiene el valor de confesar a Norma sus
dudas. Al principio, encuentra en ella comprensión y cariño que se hace patente
en un dúo entre la soprano y la mezzo especialmente hermoso y que, creo, que puede
constituir una de las primeras muestras de sororidad, escrita ya a mitad del siglo XIX. Entonces
le dice que …no es eterno el nudo que te
ata al altar. Si Norma fuera un individuo sometido a la religión de estado, ésta no sería su respuesta. Si Norma fuese una fundamentalista religiosa
oprimida por su religión, querría que Adalgisa se mantuviera fiel a sus votos. El problema llega cuando Norma se entera de que comparten amante. Entonces toda su piedad se
convierte en rabia contra Pollione y Adalgisa, especialmente contra Pollione: Ella no es culpable, tu eres el malhechor.
Tiembla por ti, cobarde, por tus hijos, ¡tiembla por mí, cobarde!
Norma es una ópera representativa del bel canto de mitad
del siglo XIX que se caracteriza por la extrema dificultad para los cantantes y
por la expresión de sentimientos desbocados propia del romanticismo. Guerra,
traición y amor elevados a la quinta potencia. Tantas emociones son demasiado complicadas para que unos pobres
seres humanos puedan gestionarlas sin quemarse en su fuego. El final es
conmovedor. La orquesta, la soprano, el coro, el tenor, la mezzo y el bajo,
todos cantando su pena y su dolor en un cadalso presidido por una cruz en
llamas. Y el perdón.
Música: Vincenzo Bellini
Libreto: Felice Romani
Director: Álex Ollé
Directora Asociada: Valentina Carrasco
Escenógrafo: Alfons Flores
Diseñador de vestuario: Lluc Castells
Diseñador de Iluminación: Marco Filibeck
Coro y Orquesta: Royal Opera House
Oroveso: Brindley Sherratt
Pollione: Joseph Calleja
Flavio: David Junghoon Kim
Norma: Sonya Yoncheva
Adalgisa: Sonia Ganassi
Clotilde: Vlada Borovko
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor, deja tu comentario