jueves, 6 de octubre de 2016

Opera: Norma de Vincenzo Bellini (1831) - Royal Opera House (2016)

Para mí Norma ha sido siempre la ópera de la resistencia política frente al invasor armado, por eso me ha extrañado mucho el montaje que se ha estrenado en Londres esta semana. El director Álex Ollé, miembro destacado de La fura del baus, no lo ha interpretado así. Para Ollé el gran dilema que sufre Norma es el enfrentamiento entre su libertad como individuo y su responsabilidad frente a un estado confesional opresivo con una estética que irremediablemente tenemos que relacionar con el catolicismo franquista. 

Tengo que reconocer que la escenografía es espectacular aunque los frondosos bosques de la Galia hayan sido sustituidos por cientos de cristos crucificados más propios de la imaginería castellana y las vaporosas túnicas de los druidas que podíamos esperar, en este montaje, se convierten en pesados uniformes militares de requetés y pluviales, roquetes y casullas sacerdotales que, tanto Norma como Adalgisa, sacerdotisas del culto druídico, visten. Atuendos religiosos oscuros, opresivos y completamente masculinos.

Casta Diva 


Si Ollé buscaba oprimir el corazón del espectador desde luego conmigo lo ha conseguido, pero al mismo tiempo, esta puesta en escena católico-franquista, me resultaba tan desagradable, no por su referencia a la religión sino por su referencia constante al fascismo, que conseguía distraerme de la música. 

Oroveso
Entiendo que la jerarquía católica española todavía tiene que disculparse por haber sintonizado de aquella manera con el fascismo español. Pero no creo que esta ópera sea el ejemplo adecuado de un individuo sometido a un estado. No me encaja porque en Norma, es Roma y no la Galia quien representa al fascismo invasor que impone sus leyes al pueblo invadido.


Norma vive una gran lucha interior. Ella es la profetisa a la que todo su pueblo adora y sigue. Sin embargo, desde hace años lleva una doble vida. Es la amante de Pollione el procónsul romano invasor y ha tenido con él dos hijos. El amor por parte de Pollione ha terminado y ahora éste se ha fijado en Adalgisa, una novicia que le corresponde, sin saber que es el tercer vértice del triángulo fatal. Podemos pensar que Norma ha sido consagrada al culto desde niña y que no ha podido elegir, sin embargo, a pesar de su amor por Pollione, ella mantiene su fidelidad a su pueblo y a su religión sin ninguna duda y está dispuesta a liderar la rebelión contra el invasor aunque todavía no cree que haya llegado el momento.


Adalgisa también vive su momento de turbulencia por el amor de Pollione y a pesar de sus votos tiene el valor de confesar a Norma sus dudas. Al principio, encuentra en ella comprensión y cariño que se hace patente en un dúo entre la soprano y la mezzo especialmente hermoso y que, creo, que puede constituir una de las primeras muestras de sororidad, escrita ya a mitad del siglo XIX. Entonces le dice que …no es eterno el nudo que te ata al altar. Si Norma fuera un individuo sometido a la religión de estado, ésta no sería su respuesta. Si Norma fuese una fundamentalista religiosa oprimida por su religión, querría que Adalgisa se mantuviera fiel a sus votos. El problema llega cuando Norma se entera de que comparten amante. Entonces toda su piedad se convierte en rabia contra Pollione y Adalgisa, especialmente contra Pollione: Ella no es culpable, tu eres el malhechor. Tiembla por ti, cobarde, por tus hijos, ¡tiembla por mí, cobarde!



Norma es una ópera representativa del bel canto de mitad del siglo XIX que se caracteriza por la extrema dificultad para los cantantes y por la expresión de sentimientos desbocados propia del romanticismo. Guerra, traición y amor elevados a la quinta potencia. Tantas emociones son demasiado complicadas para que unos pobres seres humanos puedan gestionarlas sin quemarse en su fuego. El final es conmovedor. La orquesta, la soprano, el coro, el tenor, la mezzo y el bajo, todos cantando su pena y su dolor en un cadalso presidido por una cruz en llamas. Y el perdón.


Música: Vincenzo Bellini 
Libreto: Felice Romani
Director: Álex Ollé
Directora Asociada: Valentina Carrasco
Escenógrafo: Alfons Flores
Diseñador de vestuario: Lluc Castells
Diseñador de Iluminación: Marco Filibeck

Coro y Orquesta: Royal Opera House
Oroveso: Brindley Sherratt
Pollione: Joseph Calleja
Flavio: David Junghoon Kim
Norma: Sonya Yoncheva
Adalgisa: Sonia Ganassi
Clotilde: Vlada Borovko

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Por favor, deja tu comentario