Hace ya 14 años que comenzó la saga de Piratas del Caribe y para
algunos ya presenta síntomas de agotamiento. Es cierto que el recurso a los
piratas y buques fantasmas está ya un poco visto, pero el histrionismo y la
incompetencia de los piratas vivos siguen tan frescos como siempre. Yo confieso
que tengo debilidad por Jack Sparrow y sus maneras afectadas y que, en esta película,
he echado de menos una intervención más intensa de su lerda tripulación.
Esta vez el malo no es un pirata pero, como en otras
ocasiones, tiene una cuenta pendiente con Jack que parece que, durante toda su
vida, se ha dedicado a hacerse enemigos. Por culpa de Jack, Salazar vaga como
un alma en pena por los mares a bordo de El
holandés errante, un barco que tiene la capacidad de triturar al
adversario, y ha jurado no dejar con vida ni a un solo pirata (un oficial de la Armada Española, destinado en el Caribe, no podía hacer otra cosa, ¿no?). Para escapar de este
peligro, Jack necesita encontrar el tridente de Poseidón que da el poder de
gobernar los mares a quien lo posee. Pero, claro, solo y borracho no puede
hacer mucho.
Para ayudarle en su tarea, se incorporan nuevos y viejos
personajes. Barbosa se encarga de poner la tripulación y el barco, La gaviota moribunda; la inteligencia,
el equívoco y la paciencia corren a cargo de Carina Smyth, una joven que está a
punto de ser ahorcada por bruja varias veces y que demuestra una pasión
ardiente por las ciencias y en particular por la astronomía. El galán joven es Henry,
el hijo de Will Turner y Elizabeth Swan que, al final de la película harán una
brevísima aparición, y que tiene un motivo especial y noble para querer el
tridente de Poseidón.
El joven Jack Sparrow |
Así pues, todos quieren el tridente por motivos más o menos
confesables y para conseguirlo, antiguos y nuevos enemigos, tienen que unirse
porque enfrente se encuentran a un enemigo común muy muy cabreado y mucho más
fuerte que ellos. Salazar y su tripulación zombi que incluye a tiburones zombi
también, y que está interpretado magníficamente por Javier Bardem.
La parte que menos me ha gustado es el enamoramiento soso,
ñoño, bobo y previsible entre Carina y Henry. Por lo demás Bardem, aunque oculto
entre tanta tecnología, resulta aterrador (no lo vi en versión original y me he
perdido su voz con matices espectrales) y, al final, descubrimos también que
Barbosa conserva algo de decencia y ética. Y ya veremos qué ocurre con Jack
Sparrow.
No sé si habrá una nueva entrega. Si no has visto las
anteriores en el cine ésta resulta espectacular y muy bien complementada con
una buena banda sonora, pero lamentablemente es repetitiva. Por una parte, consigue
cerrar las tramas que quedaron abiertas en las entregas anteriores pero por
otra, los nuevos personajes, Henry y Carina, no me parece que adquieran personalidad
suficiente para proseguir la saga y continuarla con Jack Sparrow llevaría a un
callejón sin salida.
Aunque las tres primeras películas son las más divertidas de
la saga, también recomiendo ésta, para un rato entretenido.
Directores: Joachim Ronning y Espen Sandberg
Guion: Jeff Nathanson
Música: Geoff Zanelli
Fotografía: Paul Cameron
Intérpretes: Johnny Depp, Javier Bardem, Brenton Thwaites, Kaya Scodelario, Geoffrey Rush.
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