domingo, 25 de junio de 2017

Noche en Blanco 2017

La Noche en blanco es una iniciativa fantástica. Una oportunidad de visitar edificios que normalmente no están disponibles para el público o de asistir a pequeños conciertos en sitios especiales. Surgió hace unos años en Francia y ya se sabe que de Francia sólo nos llegan cosas buenas (un poquito de ironía con un fondo de verdad).


Para mí es una tarde-noche para perderse en la ciudad. Sin pensar mucho dónde se va a ir y esperando sorprenderse por lo que se encuentre. Así que me cogí mi cámara de fotos nueva (con la que estoy encantada) y me fui paseando al centro de la ciudad, para ver flores como ésta.


Mi primera intención fue ir al Patio de la Infanta. Había una visita teatralizada y un concierto de órgano. Pero no pude entrar a ninguna de las dos. Creo que Ibercaja no organizó bien este evento. Después de esperar 15 minutos (hubo gente que esperó mucho más) no hubo manera de poder entrar por la afluencia de público y porque el público que estaba dentro no tenía muchas ganas de salir. Muy mal para Ibercaja.


Así que mucho mejor seguir andando hasta llegar al Museo de Zaragoza y aprovechar para fotografiar el Monumento a los Sitios de Agustín Querol. Aquí sí que me gustó mucho cómo estaba organizado. Hubo un concierto con obras de Monteverdi, Purcell y otros autores barrocos que no reconocí. Carles Dorodor (tiorba) y Ana Cristina Pimpinela (soprano) fueron los intérpretes. Y estuvieron muy bien. Después hubo otro pequeño concierto con obras de Boccherini, talleres para niños y también una actuación de Tranvía Teatro, pero no pude quedarme más tiempo.


Además aproveché también para dar una vueltecilla por una exposición muy interesante, sobre todo si se va con niños. 16 personajes que maravillan y … Miguel de Cervantes. Imágenes y palabras que invitan a la lectura. Pastoras y sultanas, criados y señores, los duques que martirizaron al Quijote y Clavileño. Interesante y divertida.



Siguiendo mi recorrido me pasé también por el Paraninfo. Había visitas guiadas al edificio y a las exposiciones temporales de las que ya hablé en otro post. Aproveché para entrar en el Museo de Ciencias Naturales de la UZ. Está en el sótano del Paraninfo. Y resultó también muy interesante como divulgación del patrimonio relacionado con la ciencia y por la combinación de un museo de ciencias del siglo XIX, con sus animales disecados, y una puesta en escena más acorde con el siglo XXI y una importante labor didáctica y de entretenimiento para los niños. Habían muchos críos y se lo pasaban pipa. Les encantaban las urnas con insectos y mariposas, una vitrina gigantesca con pobres pájaros disecados y demás animales.



Supongo que si hoy tuviera que diseñarse un museo de ciencias naturales no se haría a costa de estos animales disecados. Pero es importante recordar las cosas que no se deben hacer haciendo posible que se sigan viendo, eso sí, de otra manera. Ahora no tendría sentido tampoco tirar los animales disecados a la basura. Así que es mejor que sigan teniendo su uso visible, aunque manifestando claramente que eso ya no se debe hacer.


La última exposición que visité me sorprendió más. Estaba en el Palacio de la Capitanía General de Aragón y era la Historia de los Símbolos de España: su origen y evolución. Me sorprendió porque nunca había estado en el edificio de Capitanía y porque, entre las enseñas, banderas y estandartes de verdad expuestos, había muñecos de playmobil uniformados y en distintas caracterizaciones que desfilaban también. Estaban todas las banderas que desde 1841 son símbolo de nuestro país, nuestro estado o nuestra comunidad de vida, como se le quiera llamar. Y emocionaba que entre tantas, rojigualdas, estuviera también la bandera republicana y la bandera de las Cortes de Cádiz (¿por qué tiene bordada una cabeza de toro?). Después de años de una democracia que, a veces creemos que no está consolidada, todavía me resulta chocante que en un edificio militar se deje aunque sea un mínimo espacio a la bandera republicana.



Había muchas más sedes y muchos más espectáculos, pero yo llegué rendida a casa. A esperar la Noche en blanco de 2018.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Por favor, deja tu comentario