Informaos antes de ir porque, debido a la afluencia de público, algunos días ha tenido que cerrarse. Está muy bien que visitemos el Pirineo pero es un Parque Nacional y requiere cuidados. No turismo masivo.
No hay nada mejor que pasear para sentirse liberado de
presiones y si paseas por la montaña mucho mejor. Y si es el Pirineo aragonés,
mejor. Y si es el Parque Nacional Ordesa-Monte Perdido y el lindante Valle de
Bujaruelo, mejor que mejor. Y si es en Otoooooooño…
Torla, la entrada al Parque Nacional |
En 1918, el valle de Ordesa fue declarado Parque Nacional y
en 1982 se reclasificó para incluir también Monte Perdido, ampliando su
superficie a 15.608 hectáreas. Es también Reserva de la biosfera, Zona de
especial protección para las aves y Patrimonio de la Humanidad. Es el único de
todo el Pirineo que se desarrolla en dirección este-oeste.
Es un paisaje de contrastes. Las praderas y los bosques
están ceñidos por altas montañas, áridas y escarpadas pero que, al ser de
origen kárstico, el agua de lluvia y la proveniente del deshielo se filtran por
infinidad de recovecos y grietas, hasta llegar a los bosques y valles en forma
de intrincadas cascadas. Aunque el último día que estuve las nubes no dejaban ver las montañas.
Al noroeste del valle de Ordesa se encuentra el valle de Bujaruelo,
donde nace el río Ara en el que desemboca el río Arazas que recorre Ordesa. No
forma parte del Parque Nacional aunque sí es también Lugar de importancia comunitaria. En su interior estuvo el Hospital
de San Nicolás del que quedan las trazas de una ermita del siglo XII y un
puente también románico. Daba alojamiento a los peregrinos del Camino de
Santiago. Ahora está en proceso de recuperación.
En primavera, cuando todo está verde no puedes hacerte una idea de las distintas variedades de los árboles. Los tonos marrones y anaranjados se los debemos a las hayas, los avellanos y los serbales. Los verdes y verde-azulados a los pinos.
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