miércoles, 18 de diciembre de 2019

Cine: Las dos torres. El señor de los anillos II de Peter Jackson (2002)


Las dos torres es la película de la trilogía que menos me gusta. Reconozco sus méritos pero me resulta difícil. No difícil de seguir narrativamente, sino visualmente y creo que parte del problema está en los Ents. No me gustan estos personajes. Ni su diseño, ni su discurso, ni su participación en la trama. ¡Qué le voy a hacer!


Sin embargo, me entusiasma el viaje en solitario de Frodo y Samsagaz por las afiladas rocas de las Emyn Muil y la aparición fantasmagórica de Gollum. El personaje más trágico, sin ninguna duda de toda la saga. La criatura perdida y consumida hasta los huesos por el anillo. Gollum, el cruel que come carne y pescado crudos y agonizantes; Gollum, el carcelero de Smeagol; y Gollum, el que busca redención y castigo. Aunque no sé si es Gollum o Smeagol quien busca redención y castigo. Sé que es una criatura patética que genera sentimientos encontrados en Frodo y Sam.


Frodo quiere confiar en él y redimirle; pero Sam, desconfía y le trata, a veces, con brutalidad. Es extraño que el bueno de Sam se comporte así; pero el tiempo le dará la razón. Tratar de salvar a Gollum es una batalla perdida porque Smeagol hace tiempo que se consumió.  


Gollum representa la corrupción de aquél que no nació corrupto pero sí débil. El deseo de poseer, sobre todo de poseer aquéllo que ningún otro tiene, el oro o el poder, es lo que lleva a Smeagol a cruzar la línea y convertirse en un personaje inmoral que, condenado a la soledad por su codicia y su imprudencia, ya no podrá compartir la vida social.


Aragorn, Legolas y Gimli llegan al reino de Rohan para pedir ayuda y encuentran una dramática situación. Rohan ya ha sido atacada y el rey no es capaz de dirigir a su pueblo. Está poseído por Saruman a través de las malas artes de Grima, lengua de serpiente. Un ser repulsivo que intenta corromper la luz de la doncella Eowyn.


Eowyn, la dama de Rohan será en esta entrega el contrapunto de Gollum. Es un ser capaz de sacrificar su vida por salvar a otros, capaz de resistir la tentación y asumir su deber moral. Eowyn pertenece a la más alta nobleza de su pueblo y no ha sido educada para el combate. Sin embargo, ella considera su deber alinearse con los hombres y luchar contra los orcos. Eowyn está hecha de luz y fortaleza y ni siquiera su amor por Aragorn la podrá disuadir de decidir su vida y cambiar su destino.


Eowyn, a pesar del escaso protagonismo de las mujeres en la saga de Tolkien, es un personaje importante en la segunda y también en la tercera entrega de la saga. Eowyn representa la esperanza del cambio. La oportunidad de un mundo liderado por mujeres y la pérdida y el desgaste que suponen para la humanidad no dejar que ese mundo nazca por prejuicios machistas.


No recuerdo muy bien como era en la tercera entrega, pero estoy casi segura de que en el libro, Eowyn puede matar al señor de los Nazgul, aunque esto casi le cuesta la vida. Termina la batalla y Eowyn tiene que recuperarse. Allí encontrará a Faramir, un amor mucho más equilibrado y constante. Creo que en la película es Aragorn, finalmente quien mata al brujo, salvando así a Eowyn de una muerte segura. Pues, muy mal, muy mal por el guionista.


Estoy viendo la versión extendida. No me parece que aporte demasiado a la trama. Bastante más tiempo en contemplación de paisajes, más tiempo de batalla de orcos y alguna escena que no está mal. Sin embargo, esta vez hay una escena entre Faramir, Boromir y el padre de ambos que aclara mucho la situación entre los tres. No deberían haberla cortado.




Gandalf, el blanco y Grima, lengua de serpiente






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