La autora.-
Magda Szabó nació en Hungría y es considerada de las
mejores novelistas de la literatura centroeuropea actual. Nació en 1917 y tuvo una
educación muy cuidada, como correspondía a una familia burguesa. Sufrió la
represión del régimen comunista y se manifestó como disidente a partir de
1960. Murió en el año 2007. Otras obras suyas: Resentimiento, La balada de
Iza, La puerta, Abigail (no traducida al castellano).
Mi opinión.-
Esta es la segunda novela que leo de esta autora y no será
la última. En La puerta la autora ya
conseguía transmitir los diferentes estados de ánimo de una mujer en un proceso de duelo, la mayoría de ellos surgidos por conflictos emocionales entre Magda y Eszter. En esta novela anterior, publicada en 1959, ya había utilizado esa
misma estructura, la reflexión de una mujer sobre toda su vida ante una
terrible pérdida.
Una tecomaría en la antigua casa de Gizike |
En un periodo breve de tiempo, nos embarca a través de los recuerdos en su problemática
infancia, en el dolor y en la pobreza extrema, en la guerra y el posterior régimen prosoviético. En no haberse sentido querida y haber
sido desplazada, paradójicamente, por el gran amor que se tenían sus padres.
Haber sido una niña adulta desde muy jovencilla, tomando las riendas de un
hogar pobre, que subsistía a duras penas, a pesar de venir de una familia
acomodada del anterior régimen.
Su padre cultivaba epiphyllum |
Esta infancia y adolescencia desoladas todavía le hacen vivir
en el resentimiento. Y mostrará ese resentimiento especialmente contra Ángela. Una niña vecina y compañera de colegio que disfruta de una mejor situación económica
aunque vive experiencias similares durante la guerra y el desamor entre sus padres es claro y manifiesto, hasta el punto de que
conviven bajo el mismo techo, la esposa y la amante del padre.
Esparceta |
En unas pocas páginas, inquietantes, escritas con una
maestría absoluta, otra de sus amigas de la infancia, Gizike, descubrirá el
cadáver de su madre, asesinada por su padre. Nos parece, a veces, que los demás
tienen una vida mejor pero todas estas niñas tienen motivos suficientes para
vivir en la amargura. Sin embargo, sólo Eszter se mantiene en esa amargura hasta su
edad adulta, disfrutando y regodeándose de su situación.
El corzo |
Pero, ¿por qué Eszter odia tanto a Angéla? No lo sabemos con
certeza. Pero la intensidad de su odio le lleva a procurar la muerte del
pequeño corzo que Angéla había recibido como regalo. No se le puede infligir
mayor dolor a un niño o a una niña que matar a un animalillo, compañero de sus juegos.
Siemprevivas azules |
Aunque Szabo sufrió las represalias del régimen prosoviético impuesto después de la II Guerra Mundial, apenas es perceptible la crítica, debido sin duda al ambiente de represión. Sin embargo, ridiculiza a alguno de los funcionarios gubernamentales y la mayor crítica puede que sea desplegar en la novela todos los sentimientos negativos que un ser humano puede tener. Eszter se inventa un
pasado de lujos y delicadeza para impresionar a los nuevos funcionarios, aunque
su infancia ha sido atroz, así queda como una heroína comunista que renuncia a sus
privilegios para abrazar la causa del pueblo. Engaña, de esta manera, a quien
quiere ser engañado, como cuando siendo una niña confesaba pecados inexistentes
para que el cura la amonestase. Así, la autora se enfrenta al realismo socialista que negaba la importancia de los sentimientos y las emociones en el mundo. Sin embargo, suelta estos sentimientos y emociones como un torrente capaz de anegar la vida humana.
En Isla Margarita, Budapest, se encuentra con su amante. |
De adulta mantiene una relación de amor-odio con su amante
que resultará ser el marido de Angéla. Se reproduce así, la misma situación triangular
que vivió siendo niña. Pero esta vez lo hace voluntaria y conscientemente. A
través de los años su amante le ha ofrecido divorciarse de Angéla y casarse con
ella y ella siempre lo ha rechazado. De esta manera, parece mantener una
distancia de seguridad con respecto al amor que cree no merecer. Y también, de
esa manera, sigue dominando sobre Angéla, quitándole cuando quiere lo que
Angéla más quiere.
Delphinum |
Al final de nuestras vidas entendemos que resulta determinante
la infancia vivida, que es allí donde aprendemos a amar y a odiar, a ser
brutales y generosos, a compartir y a robar. Eszter vive dominada por el miedo
y lo manifiesta así ante la muerte de su madre: mientras las lágrimas descendían por mis mejillas, silbaba porque sabía
que se había acabado, había llegado el final, aún debería limpiar la casa y me
quedaría sola, completamente sola, ya no tendría que pasar miedo por nadie. Más
que la miseria, la pobreza o el desamor Eszter ha vivido desde la infancia con
el miedo a la miseria, la pobreza o el desamor, con el miedo a la pérdida.
Antirrhinum |
Este libro es una despedida, una larga reflexión sobre la
vida vivida pero es también una promesa de reencuentro. Las referencias a las distintas
especies de flores nos llevan del pasado, su padre era un apasionado jardinero,
al presente en el cementerio donde acaban de enterrar a su amante y donde, quizá, pronto se reúna con él.
Magda Szabó
Trad. Adan Kovacsics
Editorial Minúscula
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