jueves, 29 de octubre de 2015

Ensayo: El Minotauro global. Estados Unidos, Europa y el futuro de la economía mundial de Yanis Varoufakis ( 2012)

Trato de entender con todas mis fuerzas la economía como ciencia pero tengo que confesar que debo de tener un interruptor dentro de mi cerebro y me lo impide. He estudiado economía política cuando hacía Derecho y en Sociología también teníamos una asignatura, Introducción a la economía, pero nada. No paso de los conceptos de oferta y demanda y de los cañones y la mantequilla. Déficits, superávits, inflación, financiarización me superan aunque sigo intentándolo. 

Varoufakis
Así que en ese intento me enfrenté al último libro de Yanis Varoufakis. Para muchos, Varoufakis es un provocador nato. Ha sido ministro de finanzas griego hasta su dimisión en julio de 2015. Es profesor, economista y sigue siendo diputado (muy crítico) por SYRIZA. Ha escrito varios libros, es conferenciante y analista de mucho prestigio. Izquierdista y sin pelos en la lengua, últimamente parecía más un problema que una solución para la situación de Grecia así que decidió dimitir. Ha desarrollado casi toda su actividad académica como profesor en universidades de Australia y Estados Unidos. Debe de conocer bastante bien al Minotauro global.

El Minotauro y Teseo
El Minotauro era hijo de Pasífae (uno de los nombres de la luna) y del Toro de Creta. De esta relación, de un toro enamorado de la luna, sólo podía nacer un monstruo, un hombre con cabeza de toro. Y como todo monstruo que se precie era cruel y periódicamente requería para alimentarse un sacrificio humano. 7 hombres y 7 mujeres (las mujeres vírgenes claro; los hombres daba igual). El caso es que hasta que llegó Teseo y mató al Minotauro aquello era un sinvivir.

Varoufakis compara la economía de Estados Unidos con el Minotauro; la economía estadounidense durante décadas ha necesitado para impulsar la economía mundial una corriente continua de capital facilitada por el resto del mundo, pero que hace ya tiempo que se ha convertido en un problema más que en una solución. El funcionamiento desregulado del Minotauro Global ha provocado una gran Crisis, un colapso que no puede resolverse con meros parches sino con soluciones más creativas y alejadas del neoliberalismo.

La Reina Isabel preguntó a varios distinguidos profesores de la London School of Economics por qué no pudieron prever esta crisis. La respuesta fue que el capitalismo siempre genera crisis y que el capitalismo tiene sus propios mecanismos para superar sus crisis. Pero en esta gran crisis esa respuesta no fue válida. Varoufakis afirma que estos profesores cayeron en la trampa de su propia retórica; gráficamente dice que el crash de 2008 fue el inevitable resultado de otorgar a los cazadores furtivos el papel de guardabosques. Algo así como poner al zorro a vigilar a las gallinas o como no ser consciente de vivir una borrachera de optimismo irracional. Además quien se esforzaba en avisar de lo que se avecinaba era tachado de cenizo y pesimista.

Tsipras 
Así que podría decirse también que pecamos de vanidad y al final esos artefactos económico-financieros creados por hombres (varones, deseosos quizá de probar que eran más machos que nadie) adquirieron vida propia y se rebelaron, multiplicándose a partir de entonces sin control, engordando como una bola de nieve rodando por una montaña. Las instituciones capitalistas crearon unas agencias de calidad, destinadas a controlar sus productos, cosa que en realidad no hicieron por varios motivos: estaban tan borrachas de éxito como todos, nadie cuestionaba la teoría económica que tanto bienestar había creado en el mundo y también participaban de un comportamiento rebañego. Cualquiera que se hubiera opuesto hubiera sido tachado de cenizo y pesimista o incluso se hubiera arriesgado a perder su puesto de trabajo. Tanto poder llegó a tener (y sigue teniendo) el Minotauro Global como para poder convencer a todo el mundo de que su ideología (neoliberal) es en realidad una ciencia (económica).

Disturbios en Grecia 
Ya en las primeras páginas Varoufakis habla de la aporía, definiéndola como un estado de intensa perplejidad en el que nos encontramos cuando nuestras certezas se hacen añicos. Así estamos ahora. Por una parte, vemos que existen economistas disidentes, como él, que tienen otra visión de las causas y las consecuencias de la crisis y por otra vemos que no se les hace caso. Alexis Tsipras, primer ministro griego, elegido por ser contrario a las políticas de austeridad, aparentemente estaba de acuerdo con Varoufakis, sino no le hubiese nombrado ministro. Tsipras, como sabemos, convocó un referéndum que resultó ser un absoluto rechazo a las condiciones de rescate propuestas por la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo. Sin embargo, no se ha respetado la voluntad del pueblo griego, ha dimitido Varoufakis y Tsipras ha aceptado las condiciones del rescate. La pregunta siguiente es, ¿para qué cojones convocó un referéndum que no pretendía respetar?

Pues eso, aporía. Absoluta perplejidad. 



El Minotauro Global. Estados Unidos, Europa y el futuro de la economía mundial.
Yanis Varoufakis 

Ed. Capitán Swing

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Por favor, deja tu comentario