lunes, 12 de octubre de 2015

Novela: Las hermanas coloradas de Francisco García Pavón (1969)

El autor.-
Francisco García Pavón nació en Tomelloso, Ciudad Real en 1919. Manchego hasta la médula, fue escritor y crítico literario y sus novelas más famosas pertenecen a la serie protagonizada por Plinio. Personaje peculiar, filósofo de la vida y guardia municipal de ese mismo pueblo, que junto con el veterinario don Lotario, crean una de esas parejas literarias tan similares al Quijote y Sancho o Sherlock Holmes y el doctor Watson. Mezcla de novela policíaca, costumbrista y también filosófica, no exenta del peculiar carácter manchego. Fue Premio Nadal en 1969 con Las hermanas coloradas. Otras obras suyas son: El rapto de las sabinas, Cuentos de mamá, Cuentos republicanos, Una semana de lluvia. En los años 1970 también se hizo una adaptación a la televisión de las novelas de Plinio, protagonizadas por Antonio Casal y Alfonso del Real. 

Mi opinión.-
La acción de las novelas de Plinio siempre tiene lugar en Tomelloso, pero ésta es la única que se desarrolla en Madrid. Manuel González Plinio, Jefe de la Guardia Municipal de Tomelloso, recibe una carta de Anselmo Perales, Comisario de la Brigada Criminal de Madrid, solicitándole ayuda para resolver la desaparición de unas antiguas vecinas de Tomelloso. En el pueblo se las conocía como las hermanas coloradas, por ser gemelas y pelirrojas. Ahora ya dos ancianas.

Antonio Casal y Alfonso del Real. Plinio y don Lotario

Plinio se dispone a ir a Madrid acompañado de su fiel amigo, don Lotario y otros personajes más de Tomelloso a los que se encuentran en el autobús de línea: el Faraón y doña María de los Remedios, tendrán también su parte importante en la trama. Además en Madrid, coincidirá con otros vecinos del pueblo, los estudiantes universitarios y Gertrudis la criada de las hermanas. La novela se escribió en 1969 y para entonces empezaban a notarse un cierto ambiente de cambio. Relajación después de una posguerra larga y durísima. En Madrid, Plinio y don Lotario no llevan una vida muy diferente a la de Tomelloso. Se dedican a sus pesquisas e indagaciones pero también le toman el pulso a la ciudad. Y se sienten como un poco fuera de lugar: las prisas, el anonimato de la gente en una gran ciudad. Todo resulta un poco extraño y desapacible para Plinio y don Lotario.
 
Antonio Casal como Plinio 

Pero a pesar de esos aires de cambio, hay cosas que no quedaron resueltas durante la guerra y salen otra vez a la superficie, aunque ya no tengan el mismo aspecto. Durante toda la novela se siente la decadencia y la vejez, la petrificación de las cosas que vivieron tiempos mejores: unos muebles anticuados que ocupan las casas y las vidas de los personajes. Todo parece amarillo y polvoriento. Y es que no se trata sólo de una novela policíaca, resolver el misterio a veces es secundario para el autor. Se adentra en las costumbres y la vida de los personajes y también aprovecha para criticar modos y maneras de ser y pensar. Con una escritura cuidada y, a veces, rebuscada y muy florida también, recupera expresiones y palabras que yo no había oído nunca, como despizcar, carcamusa o rebinar. Yo creo que pasó la censura de la época porque los censores no eran muy leídos. Sin dejar de lado el cinismo y la fina ironía suelta letanías filosóficas, existencialistas y con un punto de fatalismo como ésta: “Eso debían ser las vidas buenas, ser lo que se es, sin memorias ni esperanzas, resueltas en sí mismas, como cosa que se siente y no se piensa, que es sólo lo que está en uno aquí y ahora. Gozo y dolor que no se sabe cómo empezó ni cómo acabará. Eso sí que es vida, cabrones, eso sí que es estar al pairo de la mera naturaleza, sin el sombrón desde que naces del acabarse, de la finitud, mordiéndote los sesos y los caños del corazón desde que tienes aliento. Ese solo estar sin proyecciones sí que debe ser ricura verdadera”. ¡Ahí es nada!

Café Comercial 
Al final la resolución del caso puede resultar un poco forzada, pero la novela merece la pena y creo que otras del autor también llevan merecida fama, aunque García Pavón no sea hoy muy conocido. En un capítulo del libro, incluso Plinio se toma una cerveza en el Café Comercial de la Glorieta de Bilbao en Madrid. Café que ha sido noticia recientemente porque ha cerrado por cese de negocio en julio de 2015, después de 128 años de actividad. También el café Comercial ha sido víctima del paso del tiempo como los protagonistas de la novela. Recomiendo los libros de García Pavón antes de que a todos nos llegue la hora del cierre.



Las hermanas coloradas
Francisco García Pavón

Biblioteca el Mundo 

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