La autora.-
Cristina Fallarás nació en Zaragoza en 1968 aunque
actualmente vive en Barcelona y según su cuenta en Facebook viaja
constantemente promocionando su buena literatura y participando en tertulias
televisivas y en otros foros. Otras obras suyas: Así murió el poeta Guadalupe, No
acaba la noche. Con esta novela ganó el Premio Ciudad de Barbastro de
novela corta en 2011.
El año pasado leí su novela Las niñas perdidas y quedé realmente impresionada por la fuerza de
su escritura. Esa misma fuerza se puede encontrar también en este libro, de un
género completamente distinto al anterior; podría considerarse literatura
apocalíptica. Lirismo febril, de vértigo y mareo por la angustia. Una letanía
obsesiva de una mujer evocando a un hombre que no llegará.
La Polaca y sus hijos viven en una guarnición sitiada junto
a un pequeño grupo de resistentes. Esperan al Capitán. Todas las noches
escuchan aullidos y gruñidos del mundo exterior; sacrificios y muertes. Los bárbaros, ocultos como ciudadanos de bien,
imponen sus leyes. Los resistentes siguen esperando al Capitán.
No sabemos por qué estos personajes han quedado atrapados en
el Puesto del Este, pero sí que
sabemos desde el principio que el Capitán no llegará. En esos días que preceden
a su muerte, la Polaca construye un relato con sus recuerdos, su desesperación
y su rabia. Es una mujer hermosa y joven, con un precioso pelo rubio y además
es la mujer del Capitán; el resto de mujeres resistentes la envidia y la acosa,
pegan a sus hijos y los atemorizan. En esa situación la Polaca se hace más
fuerte y eso se trasluce en su relato. Cuestiona y critica la lucha política,
pero se mantiene en su lucha ética, por la supervivencia, la suya y de sus
hijos, mientras el Capitán sigue ausente. Exhibe su adulterio frustrado porque
ya todo da igual y vuelve con su marido. Pero aun así conserva su relato del
amor agónico y encuentra en su interior la fuerza necesaria para envenenar a
sus hijos (y salvarlos de un muerte peor) y prepararse para su propia muerte a
manos de sus compañeras resistentes o de los bárbaros, lo mismo da.
Hay mucho amor y desesperación en esta novela. La autora la
escribió en un momento difícil de su vida y eso se nota. Parte de su rabia y de
su espíritu combativo llegó automáticamente a la Polaca y dice Cristina
Fallarás que le fue muy difícil superar el pudor que le daba publicar algo tan
íntimo. Sobre todo hay mucho amor hacia los hijos.
Yo sigo esperando que escriba otra novela negra con Victoria
como protagonista.
Últimos días en el Puesto del Este
Cristina Fallarás
Ed. Salto de Página
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