Esta es la adaptación al cine de la primera novela que
escribió Jane Austen y que apareció publicada en 1811. Es una novela menos
famosa que Orgullo y Prejuicio, pero ambas comparten preocupaciones. Jane
Austen es considerada una gran novelista en lengua inglesa, no sólo por el
detalle con el que se refiere a las costumbres y maneras de principios del
siglo XIX, sino por su sutil y fina ironía y también por una aguda descripción
psicológica de los personajes. A pesar de lo que piensa la mayoría del público,
sus novelas no son pequeñas historias de jóvenes casaderas en busca del marido
ideal. A mí lo que realmente me atrae de esta obra y de Orgullo y Prejuicio es
pensar que el resto de Europa estaba en llamas con las guerras napoleónicas y en
la pequeña Inglaterra estos eran los problemas más graves.
El señor Dashwood ha muerto y esto significa que ni su viuda
ni sus tres hijas heredarán la mansión en la que estaban acostumbradas a vivir
ni podrán conservar el personal de servicio que atendía sus necesidades. Se
trasladan a una pequeña casa en la campiña inglesa y enseguida aceptan su nueva
vida. El título, Sentido y Sensibilidad, hace referencia a los caracteres
opuestos de las dos hermanas mayores. Elinor, interpretada por Emma Thompson,
es la sensatez, la razón y la prudencia; así, aunque tiene sólo 19 años, la
encontramos siempre ejerciendo de padre
de familia, mientras su madre y su hermana mediana se recomponen. Elinor tiene
una gran capacidad para amar y se enamora de Edward Ferrars (Hugh Grant), pero
sabe cómo gobernar sus sentimientos; se ocupa del presupuesto de la casa
mientras su madre borda y llora y su hermana Marianne lee poesía y sueña con un amor romántico.
Marianne (Kate Winslet) es impetuosa, apasionada, no le
importan los convencionalismos sociales ni los modales burgueses; quiere vivir
el amor absoluto y prohibido y Willoughby (Greg Wise), un oficial del ejército,
le ofrecerá la oportunidad para ello. El joven resultará ser un donjuán que la
dejará abandonada y expuesta al ridículo y a todas las críticas de su clase
social. Como es de esperar, por distintos acontecimientos, cada una de las
hermanas aprenderá de la otra y encontrarán al final un sano equilibrio entre el sentimiento y la sensatez.
Hay un personaje secundario que para mí destaca, el coronel
Brandon. No sé si porque está interpretado por el fallecido Alan Rickman (que
me cautivó definitivamente en Robin Hood, príncipe de ladrones) o por qué. Es
un hombre enamorado de Marianne, bastante mayor que ella y con muy poco atractivo,
que sabe apartarse cuando entiende que Marianne no le ama y que recibirá su
gran recompensa por ello.
Hay otros personajes que resultan fundamentalmente odiosos. Vulgares,
cotillas, chillones y glotones. Los Middleton, el mezquino John Dashwood,
hermanastro de Elinor y Marianne y su no menos mezquina esposa, o la
aparentemente dulce Lucy Steele, prometida en secreto a Edward, el amor de
Elinor.
La ambientación, el vestuario, la música y la fotografía
acompañan al excelente guion de Emma Thompson, por el que ganó el Oscar en 1995. Sin dudarlo, para mí la mejor escena es la del reencuentro entre Elinor y Edward. Termino por decir que hay final feliz para todos excepto para Willoughby.
Director: Ang Lee
Guion: Emma Thompson sobre la novela de Jane Austen
Música: Patrick Doyle
Fotografía: Michael Coulter
Intérpretes: Emma Thompson, Kate Winslet, Hugh Grant, Alan Rickman y Greg Wise
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