El autor.-
Novelista, dramaturgo y periodista irlandés. Su abuelo y sus
tíos, a principios del siglo XX, habían estado relacionados con el IRA. En los
años 1970 estuvo viviendo en Barcelona y escribió un libro sobre la ciudad que es
más una guía sentimental sobre su cultura. Es considerado uno de los 300
intelectuales más importantes. Varias veces seleccionado para el Booker Prize. Otras obras suyas son: The South, The Blackwater Lightship, Mothers
and Sons, Brooklyn y Nora Webster.
Mi opinión.-
María, la madre de Jesús de Nazaret, reflexiona en su vejez
sobre los acontecimientos de su vida. Con distancia y desapego, pero con una
notable amargura, narra la muerte de su hijo y mucho más.
Esta mujer está asfixiada por dos mundos de hombres, a los que ya no
pertenece. María no es cristiana, porque el cristianismo todavía no existe;
pero tampoco es judía porque los judíos mataron a su hijo. No tiene nada. Vive protegida/vigilada
por los sectarios seguidores de Jesús; aquellos que tratan de preservar/inventar
su imagen, ideologizar su mensaje y su memoria para establecer una nueva
religión poderosa. Ella, que vivió esos acontecimientos, sabe que están
fabulando y mintiendo en su propio interés, no en el del hijo muerto. Pero su
amargura viene de mucho antes.
En el último encuentro con su hijo trató de advertirle del
peligro, pero éste no la escuchó. La trató con frialdad y arrogancia. Jesús llevaba
una túnica que nunca había llevado; hablaba con palabras que nunca había
utilizado; miraba con soberbia y sin ver. Ya no era su hijo, pertenecía a la
muchedumbre de fanáticos que le seguían. Después de la crucifixión, ella,
María, ya no se quedó a recoger al hijo muerto porque tenía miedo de que la
mataran también y porque ya no era su hijo. Este remordimiento por su cobardía la
persigue hasta el final de sus días. Se atormenta porque la muerte de Jesús no
sirvió para nada. Nada cambió en el mundo. Los mismos abusos, las mismas
torturas, la misma indiferencia. El mundo no fue mejor a partir de entonces.
En la tradición católica, María, desde la inmaculada
concepción, sabe que su hijo es Dios. Pero en este monólogo, ella sólo sabe que
su hijo ha muerto y que antes de morir ya le había perdido. Su hijo había sido capaz
de traer a Lázaro de la muerte, pero a partir de entonces Lázaro se convirtió
en un no-vivo. Sólo gritaba y lloraba y se escondía en la oscuridad; nadie
quería acercarse a él, ni siquiera sus hermanas. ¿Qué sentido tenía, pues,
volver a la vida, para sufrir más? ¿Qué sentido tenía haber muerto por otros?
Pero lo que más ha escandalizado a los católicos es que
María vuelve a ser pagana. María la anciana que ya no es madre, sólo encuentra
sosiego en el culto a Artemisa, la diosa cazadora, virgen y salvaje. Porque si
algo queda al terminar de leer, es el estupor de una mujer ante la muerte
estúpida de su hijo. Es un relato de lucidez, amargura, dolor; muy emocionante y revulsivo.
En realidad este libro no es una novela. Es un monólogo
teatral que en España está interpretando Blanca Portillo y que creo que,
lamentablemente, no llegará a Zaragoza. Así que, he aprovechado que existe un
audiolibro narrado por Meryl Streep y, aunque no es una verdadera
interpretación teatral, sí que su voz tiene matices e inflexiones que acercan
al verdadero estado emocional de María. Es una grata experiencia, leer un libro
al mismo tiempo que escuchas el audio, sobre todo si es en otro idioma. Y especialmente
si es la voz de una actriz de tanto talento.
The Testament of Mary
Colm Tóibín
Read by Meryl Streep
Penguin Books
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