Yo pensaba que todas las exposiciones de CaixaForum
circulaban por todas las sedes, pero parece ser que no. Esto es lo que pasa con
Settecento. Sólo va a
estar en Zaragoza, al parecer para celebrar el segundo aniversario de esta
sede. Me parece bien y lo siento por el resto de las sedes porque merece la
pena.
CaixaForum Zaragoza |
La exposición está dividida en cuatro secciones Visiones de Italia, Intimidad, Historias y
La imagen religiosa. A mí la que más me ha interesado ha sido las vedute, las vistas de Italia. En
general, el siglo XVIII fue un paréntesis de tranquilidad y prosperidad
económica, roto después por las guerras napoleónicas, que favoreció los
intercambios comerciales. Por ello, muchos ingleses y alemanes se trasladaron a
vivir a Italia y quedaron cautivados por ella. Se empezó a considerar una obligación
viajar a Italia para completar la educación de la gente de buena posición, especialmente de los jóvenes. De regreso a casa, después de
varios meses o incluso años, les quedaba como consuelo comprar recuerdos para
no olvidar todo aquello que habían vivido.
Las vedute y los
caprichos se producían para consumo de estos viajeros de educación cosmopolita;
las más conocidas son las venecianas. Las vedute eran vistas urbanas,
reproducidas con todo el detalle posible gracias a la cámara oscura. El cielo y
las arquitecturas se volvían protagonistas absolutos, envueltos en las brumas propias
de maravillosos amaneceres y atardeceres. Los caprichos, sin embargo, eran
paisajes inventados, principalmente de ruinas que aprovechaban las referencias a
la antigüedad clásica.
Santa María de la Salute. Canaletto |
Por supuesto, en la exposición hay cuadros de Canaletto pero
también de otros vedutistas, entre los que yo destacaría a Francesco Guardi.
Sigue el mismo estilo de Canaletto, el detalle minucioso en la arquitectura pero
también los cielos y el agua son mucho más ricos en pincelada. Se detiene en
los reflejos del agua y en las pequeñas olas y estelas que dejan las góndolas y
otras barcas. La diferencia es muy clara si se compara su cuadro Vista de la Giudecca con Santa María de la Salute de Canaletto. Y
también en El ascenso del globo, donde el
protagonista absoluto es el cielo tormentoso y el viento que agita la ropa de los
espectadores, vistos todos de espaldas.
Vista de la Giudecca. Guardi |
El ascenso en globo. Guardi |
En la siguiente sección, se presentan algunos retratos y
escenas íntimas, familiares. Es un barroco más naturalista, sin artificio. Pero
es en Historias, donde merece la pena
detenerse. Se trata de narraciones bíblicas o mitológicas, donde la composición
del cuadro, su color y textura están al servicio de la narración. Así ocurre
con Betsabé en el baño de Ricci.
Betsabé era la esposa de un general del rey David y el rey David estaba deseoso
de que este general muriese en la batalla para poder disfrutar de su esposa. Como
eso no pasaba, no tuvo reparos en ser adúltero y dejarla embarazada. En el
cuadro Betsabé se está preparando para encontrarse con David. Sus criadas le
acercan las joyas que el rey le ha regalado y preparan sus vestidos, mientras
el emisario no duda en echar un vistazo a
la mercancía. Entre los colores suaves destacan el blanco del lienzo con el
que van a cubrir a Betsabé y el amarillo dorado del vestido de una de sus criadas,
una túnica azul, casi en el centro del cuadro y el manto rojo oscurecido de
otra de las criadas.
Curiosamente, esta combinación de colores se repite en Las bodas de Cupido y Psique de Batoni.
Venus en su carroza viste un manto azul, Psique lleva el manto amarillo dorado
y entre las dos el blanco de las nubes y el rojo del manto del personaje que
lleva la antorcha. Y como detalle gracioso el carro de venus es tirado por dos
palomas.
En la exposición han dejado espacio para presentar dos
cuadros de pequeño formato de Angelica Kauffmann, una pintora austriaca que
también está representada en el Museo del Prado. Fue famosa en su época y
bastante reconocida; una mujer muy culta que hablaba en inglés y vivía en
Italia y por tanto acabó siendo “retratista oficial” de los británicos
expatriados allí. Estos dos cuadros representan a Cefiso y su amante cortando
las alas de Cupido. No sé por qué lo hacen, pero creo que en las Metamorfosis de Ovidio está la clave.
Cefiso e Idalia. Kauffmann |
Para el final quedan las imágenes religiosas y sobre todo el
Martirio de Santa Águeda de Tiépolo que
resulta sobrecogedor, donde se repiten los tres colores: azul, rojo y amarillo
dorado.
Settecento. Obras maestras de la Pintura Italiana de los Staatliche Museen zu Berlin.
CaixaForum Zaragoza
Avda. Anselmo Clavé 4
Del 3 de junio al 13 de noviembre
Settecento. Obras maestras de la Pintura Italiana de los Staatliche Museen zu Berlin.
CaixaForum Zaragoza
Avda. Anselmo Clavé 4
Del 3 de junio al 13 de noviembre
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