Teruel Punto Photo 2019 ha sido la excusa perfecta para
organizar un viajecillo a Teruel. Siempre había estado de paso en la ciudad y
ya era hora de pasar allí, al menos, dos días. Muchas cosas para ver.
He visto cuatro de las seis exposiciones y, en general, el
balance es positivo. Sin embargo, creo que para próximas ediciones se debería
mejorar. Una de las exposiciones, la dedicada a Guada Caulín, se ha situado en el
escaparate de la Caja Rural, hacia la calle, y era casi imposible poderla
disfrutar por los reflejos en los cristales y el paso constante de la gente. Esta
exposición merecía una mejor puesta en escena. En Enraizadas. Mujeres bajo un mismo cielo la autora, junto a Vega
Latorre encargada de los textos, se enfrenta a la España Vaciada y apuesta
fervientemente por permanecer en ella.
En el Museo de Teruel había dos exposiciones. En la Logia
del museo, la planta más alta y abierta, con unas vistas excepcionales, se
podía ver Arte y Oficio una
exposición colectiva de la Sociedad Fotográfica Turolense. Es una exposición
nostálgica, de oficios o modos de vida que se pierden, a pesar del empeño de
algunos por mantenerlos. De esta exposición también tengo que quejarme porque
las fotografías estaban apoyadas en el suelo y no era cómodo para poder
apreciarlas, aunque fuesen muy interesantes.
Tejiendo un legado. Herencia ovina que pasa de las vetustas manos del padre
a las nóveles de su hija entre silencio y sabiduría. Guada Caulín
A la sombra de la almendra de Argán. Mujeres marroquíes descascarillando la almendra
en el proceso de obtención del aceite de argán. Juan Lorenzo.
La chica del cable. "Señorita, me pone, por favor, con un número de Lugo?" Santiago Albertos |
La segunda exposición en el Museo de Teruel está dedicada a
los retratos de Sasha Asensio, se titula Skid
Row 08001 y puede verse hasta el 22 de septiembre de 2019. No puede
calificarla de otra manera que no sea llamarla perturbadora. Son retratos de
gente que vive en el primer mundo, en Skid Row un barrio de Los Ángeles y en el
Raval de Barcelona; retratos de una humanidad que tenemos relativamente cerca
pero que, frecuentemente, no queremos ver.
Modou. Era capitán de un barco de carga en Senegal, me iba bien.
Insistieron con venir a Europa y ahora estoy en la chatarra.
Almendro en flor. Gabi. He vivido en París y Hamburgo, estoy soltera y sin compromiso
Jerry. Me dispararon tres tiros en la cara, he perdido el olfato
Mónica. La reina del Raval
Sasha Asensio aborda la fotografía como documento social y
antropológico y por esto no puede considerarse cercano al feísmo, como simple expresión estética. A pesar de su valor como documento, sin embargo,
yo no pude evitar cierto malestar al verlas. Supongo que esa será la intención
del autor pero ¿para qué? Para que seamos conscientes de que, cerca, muy cerca,
están quienes viven en los límites del sistema siendo, aparentemente, felices. ¿Felices?
Yo creo que sí o, al menos, todo lo felices que se esfuerzan por ser. Son
retratos de factura muy clásica, muy renacentistas, muy expresivos del alma y
el ser humanos. Por esto merecen ser visitados, comprendidos y apreciados; a pesar de la incomodidad, viendo el retrato de Alexandra, la italiana okupa, no puedo dejar de pensar en la Mona Lisa de Da Vinci.
En el Claustro del Obispado de Teruel, se expone la obra de
Alba Mozas. The poses of the soul es
una indagación sobre el desnudo exhibido con una gran pureza. El lema de estas exposiciones ha sido Con un 6 y un 4 para remarcar la importancia del retrato. Todos
ellos retratos muy diferentes pero igualmente atractivos. Una buena excusa para
visitar Teruel el próximo año, si no es antes.
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