Nació en Nueva York en 1922, hija de emigrantes judíos rusos
de izquierdas. En su literatura, es muy importante, la experiencia de la inmigración.
Sobre todo por la influencia de las mujeres de su familia, encargadas de
mantener los lazos con el país y la cultura de origen. Fue escritora, profesora
y activista política durante toda su vida. Escribió tres libros de cuentos: Batallas de amor, Enormes cambios en el último minuto y Más tarde el mismo día.
Mi opinión.-
Grace Paley afirma que las mujeres escriben de manera
diferente a los hombres. Una literatura más doméstica pero con una mayor
riqueza de matices; una literatura muy rodeada de mujeres y de todas sus
actividades. Es posible que su experiencia como hija de inmigrantes/exiliados
haya tenido mucho que ver en ello. Su abuela apenas aprendió a hablar inglés y
en su casa se utilizaba el ruso y el yidis.
Años 1920 en Nueva York. Podrían haber sido Grace Paley y su madre. |
Esto es muy curioso porque de niña, Grace Paley era
considerada un marimacho. Una niña que desafiaba a cualquier chico a silbar,
correr, subir a los árboles y jugar a cualquier otra cosa que implicase acción
y un cierto riesgo. No le gustaban nada las muñecas. Sin embargo, creció en ese
ambiente de vecindario obrero, caracterizado por ser una tupida red de ayuda
que las mujeres inmigrantes se preocupan de tejer. Paley años después supo
valorar la pertenencia a ese universo de mujeres inmigrantes y destacarlo en su
literatura.
Sobre feminismo, dice Grace Paley que las mujeres han leído siempre lo que escribían los hombres, aunque se dieron cuenta de que ese universo no las incluía siguieron haciéndolo, cosa que los hombres no han hecho por las mujeres. No se han molestado en leerlas. La prueba es que cuando le pides a alguien que te recomiendo un autor o autora mayoritariamente te recomendará un hombre.
En una acción frente al Pentágono |
Otro rasgo muy importante de Grace Paley que transpira toda
su literatura es el humor. Desplegar un humor muy particular y ácido en
cualquier situación de la vida, especialmente ante una situación amarga. Eso se
ve claramente en sus cuentos, publicados por Anagrama en un solo volumen, que
recomiendo vivamente. Los críticos dicen que se trata de típico humor judío
neoyorquino.
La producción literaria de Grace Paley no ha sido muy
abundante. Estuvo muy ocupada durante toda su vida en enseñar a los demás y,
especialmente, en dar relevancia a su compromiso político con el feminismo y el
pacifismo. Comenzó su actividad pacifista durante la II Guerra Mundial, pero fue
durante la Guerra de Vietnam donde su activismo fue más intenso. En este libro se
mencionan sus viajes por Vietnam y su contacto con la población civil, además
de sometida a una guerra injusta también fue víctima de tráfico de presuntos
huérfanos para acallar la conciencia de Occidente. Al final, la imagen que
queda es la de dos “madres patrias”, Estados Unidos y Vietnam, que pugnan por
quedarse a los niños, pero nadie pregunta a los niños qué es lo que quieren.
A pesar de ser anciana siguió activamente las campañas
contra la Guerra de Irak. Porque como ella misma escribe en la página 118, Queremos que en nuestra edad madura nuestra
experiencia y nuestras capacidades sean honradas y utilizadas.
El libro es muy ameno y fácil de leer. Es de esos libros
hechos de material que queda suelto y en el que la autora no ha intervenido.
Pero, al mismo tiempo, ofrece una panorámica seria y completa de los intereses
que Paley tuvo en su vida. Si se le puede criticar algo es que no facilite
información sobre cuándo y cómo se escribieron y si estaban pensados para ser
publicados o, por el contrario, eran textos para ser leídos o hablados en algún
acto político o quizá fuesen entrevistas. Lo mejor del libro es que descubre a una
autora fascinante y que te lleva irremediablemente a leer sus cuentos. Muy
interesante.
La importancia de no entenderlo todo
Grace Paley
Prólogo de Elvira Lindo
Trad. Arturo Muñoz
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