Los autores.-
El Torres y Desirée Bresend se han ocupado del guion y Jaime
Martínez y Sandra Molina del dibujo y del color, sobre una historia de Joseba
Basalo y el propio El Torres.
Mi opinión.-
Todo un lujo de cómic con tapas duras. Empieza con un
prólogo del jefe y el Organigrama del Ministerio para que cada uno quede en su
sitio. Obviamente no están todos los agentes de campo, que esperamos conocer en
sucesivas temporadas de televisión, pero está la patrulla principal. Perfectamente
reconocibles en su versión cómic, Julián, Amelia y Alonso durante esta aventura
contactarán con Benito Pérez Galdós, como agente del Ministerio, y con otra
patrulla un poco más chocante que la suya.
En la página siguiente la portada simulada de El Ministerio del Tiempo de Javier y
Pablo Olivares, con 300 ilustraciones a todo color y por valor de 15 pts,
publicado en las Joyas Literarias Juveniles. O quizá no haya sido una portada
simulada y la aventura se ha editado en alguna línea temporal que yo no
conozco. Al final del cómic otra portada simulada (o no) del diario progresista
La Nación, del martes 11 de abril de 1865, en la que aparece un dibujo de la
patrulla y la inquietud del periodista por saber qué habrá sido de ellos.
La historia está vez empieza peor que otras veces. El subsecretario ha sido
herido en su propio despacho del ministerio y la patrulla tendrá que localizar
quién y por qué lo ha hecho, pasando a través de distintas puertas, relacionando hechos
del pasado con nuestro presente. Esto nos sirve para conocer cómo fue reclutado
Salvador Martí, por Suarez y Gutiérrez Mellado, cuando era un joven recién
licenciado. Y lo difícil que fue la transición también en el ministerio. De
manera que había entonces elementos dentro del propio ministerio que no veían
con buenos ojos una transición a la democracia.
Ahí están además Angustias y Velázquez, Spínola, Ernesto e
Irene, para dar soporte a las patrullas y velar por que la vida del ministerio
no se altere más de lo debido. Pero sólo por ver al jovencísimo Salvador Martí ya
valía la pena hacer este cómic.
Creo que no hay otra serie de televisión en España que esté
teniendo un desarrollo transmedia de esta entidad. A la propia serie TV hay que
añadirle, los podcasts radiofónicos, las novelas cortas que se editaron el
verano pasado, aplicaciones para móvil y Tablet y mundo web y redes sociales y el juego de mesa que tengo que conseguir.
Ahí es nada. Y eso que los directivos de RTVE tenían sus reservas para
financiar una tercera temporada. Esperamos más cómics y más temporadas en la tele, aunque me temo que será muy difícil.
Editado por Aleta Ediciones.
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