lunes, 8 de enero de 2018

Visitas pendientes en París.

Después del muy bien aprovechado viaje del último verano, todavía me quedan muchas cosas pendientes de ver en París. Así que ya estoy haciendo acopio de guías especiales.


Sigo un programa de la televisión francesa sobre crítica literaria. Se llama La grande librairie. Es un programa semanal de hora y media en prime time y que tiene mucha audiencia. Desde la frivolidad podría decir que es por el gran atractivo de su presentador, François Busnel. Pero no es sólo eso. Es un programa divertido, dinámico y muy interesado también en presentar las literaturas de otros países, francófonos y no. Han pasado por allí varios escritores y escritoras españoles. Recuerdo especialmente a Arturo Pérez-Reverte y a Rosa Montero.

Así es el libro
El caso es que François Busnel publicó hace poco tiempo una guía muy interesante. Se titula Mon Paris Littéraire. Lo que ha hecho el autor es señalar, en cada arrondissement las librerías más interesantes y los sitios que cualquier letraherido querría conocer, como las calles donde han vivido nuestros autores favoritos, además de los cafés, bistrots y restaurantes donde poder tomar algo y conversar o leer pausadamente. Así me enteré que en el 68 de la Rue Bonaparte estaba situada la librería Au Voeu de Louis XIII, núcleo de la resistencia francesa antinazi y donde el 20 de julio de 1943 fue detenida Geneviève de Gaulle-Anthonioz, una de las pocas mujeres enterradas en el Panteón de Hombres Ilustres. [va siendo hora de que le cambien el nombre]

Placa que recuerda el arresto

París ha tenido una gran historia como ciudad rebelde. Allí surgió en 1789, con sangre y fuego, todo hay que decirlo, la democracia moderna de la que los países europeos siguen nutriéndose. Para el que quiera conocer un poco más esta historia de rebeldía Ignacio Ramonet y Ramón Chao publicaron París Rebelde. Guía Política y Turística de una ciudad. También plantea distintos itinerarios por la ciudad y señala en las calles acontecimientos o personajes famosos que vivieron o murieron allí.


En la Rue du Bac, en el 100B vivió Flora Tristán. Feminista de la primera mitad del siglo XIX, muy cercana también a las ideas de los primeros socialistas utópicos como Fourier. Aunque había nacido en París, era de origen español y con familia en Perú. Escribió las Peregrinaciones de una paria como diario de viaje y experiencias de su estancia en Perú; utilizó este mismo género para dar una visión crítica de los británicos en sus Paseos en Londres. Ambos de 1840. También en la Rue du Bac, en el número 97, vivió y tuvo su salón literario Madame de Staël de 1786 a 1798. Prototipo de la aristócrata culta, recelosa tanto de la revolución triunfante que empezaba a apartar a las mujeres, como del posterior régimen napoleónico que la hizo exiliarse.

Flora Tristán
Más próximo en el tiempo, en 1962 y en el número 12 de la Rue Saint-Julien-Le-Pauvre vivió Julio Cortázar y allí escribió Rayuela. Es el escritor comprometido hasta sus últimos días. Recuerdo especialmente los artículos que publicó sobre la Revolución Sandinista nicaragüense. Hoy supongo que se sentiría escandalizado al ver en que ha quedado toda aquella esperanza.

Cortázar en París
Se ha escrito mucho sobre París y Rayuela, incluso el Instituto Cervantes creó una Ruta literaria por el París de Rayuela, que empieza en el Quai de Conti y termina en la tumba de Cortázar, en el cementerio de Montmartre, Ruta Rayuela. Intenté visitar esta tumba pero no la encontré. Otra razón para volver.


Tengo también pendiente empezar, algún día, el Camino de Santiago en París. Para ello ya me he preparado una pequeña guía, Marcher à París sur les pas des pèlerins de Compostelle de Sophie Martineaud. Empezando desde la Iglesia de Saint-Laurent en la rue du Faubourg-Saint-Martin hasta el Barrio Latino, creo que puede hacerse la etapa en un día, pero para salir de París y continuar hasta Tours serán necesarios algunos más.

Tour Saint Jacques en 1867

Son cosas pendientes que me gustaría hacer algún día. Como también ir a la Ópera Garnier a ver y escuchar una ópera y poder visitar la laguna subterránea donde vivía el fantasma. Sólo son planes, pero ¿quién sabe? Ahora que termina el año 2017, no está de más empezar a hacer planes para el 2018. 


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